miércoles, 19 de febrero de 2020

Una de salud emocional: El cortisol


En ese tiempo me han pasado cosas, he vivido cosas, he hecho cosas... he aprendido, porque la mierda está para abonar.

Sé que os debo post sobre la resiliencia y el mindfulness. Todos estos cambios y estas situaciones me han afectado a mayor o menor nivel. Y todo eso conlleva un estrés. Y aquí es donde entra el curso de resiliencia.

 En resiliencia una de las primeras cosas que nos enseñaron es qué narices es el cortisol, que puede que os suene o que ya conozcáis. En cualquier caso, os interesa:


El cortisol es una hormona que se produce en la glandula adrenal, que es como una masa con aspecto de cerebrillo (no es un órgano estéticamente muy elegante, aunque pensándolo bien, ninguno lo es) que está, como el nombre puede indicar adherida a los riñones. Esa hormona es guay porque es la loca que dispara al cuerpo en situaciones de peligro, te hace correr más, tener más fuerza, te despierta y te hace reaccionar hacia la autoprotección. En eso es guay.

Lo que pasa es que la usamos mal. El cortisol nos salta ante ciertas situaciones que no entrañan un peligro para la integridad física como tal, actuamos normalizando situaciones que no son peligrosas per se y "retenemos el cortisol". Lo explico con un ejemplo, que quedará más visual de la vida: Imaginemos que alguien va a atracarnos, el cortisol se viene arriba y tu decides salir corriendo como alma que lleva el diablo, el cortisol lo que hace es disparar el flujo de azúcar en sangre para darle energía a tu cuerpo (Macarena) y salir disparada. Y así "desgastas el cortisol", por decirlo de alguna manera.


Ahora imagínate que tenías que entregar algo importante en el trabajo y vas con el tiempo pegado, lo terminas pero el resultado no resulta tan satisfactorio y tu jefe decide apretarte las tuercas y empiezas a sentir ansiedad: generas cortisol, pero no corres, no gritas, no gastas fuerza... lo retienes, el cuerpo te gasta azúcar, pero no al mismo nivel, y, desde luego "no sueltas ese cortisol" de ninguna manera física. Pues eso trae consecuencias.

Para empezar, la síntesis de azúcar se hace a nivel abdominal, así que tu hígado, intestino delgado y riñones lo flipan un poco para soltar ese chorrazo de azúcar en sangre y se preparan para una situación de peligro. Es por ello que no "gastar" ese cortisol produce que se te cierre el estómago, que tengas molestias intestinales, se te suelte la tripa, tengas ganas de echar hasta tu primer potito... Si este hecho es continuado, tener tanto azúcar pululante no es bueno y puede incluso generarte resistencia a la insulina y hacerte diabético. Si este nivel alto de cortisol sigue, se produce algo llamado proteólisis y desgaste muscular, de ahí vienen todos los problemas y daños musculares en cuello y espalda, daños tensionales, esguinces, incluso cefaleas y migrañas tensionales.


Si crees que esto se queda ahí... coge palomitas que va para rato: el cortisol disminuye inhibe la respuesta de varias encimas y hormonas que actúan en la respuesta inmunológica, genera una respuesta inmunológica más pobre y proliferan las infecciones (esto que pasaba que cuando terminabas exámenes o un trabajo te cogías una gripe... pues ya sabes porqué viene). Eso puede llevar incluso a enfermedades autoinmunes y alergias (saluda a tu psoriasis, dermatitis y acné adulto!). 

El azúcar pululante incide en los huesos, haciendo que se debiliten y tu maravilloso colágeno, que es tu amigo, te abandona más que un desodorante cutre. No os mento lo que puede hacer con el proceso de envejecimiento prematuro, porque os lo veis venir, ah y todo ese azúcar termina volviéndose grasa, así que estar estresado, engorda. 

La lista de daños del cortisol acumulado son... tela, podéis consultar cualquier página sobre el tema. De un tiempo a esta parte, me he dedico a leer todo lo que le he hecho a mi cuerpo serrano con los niveles de cortisol disparados.


Cosas que ayudan a hacerle la vida complicada al cortisol, porque seguro que os lo estáis preguntando: para empezar, dietas sanas a tope con el omega 3, ejercicio aeróbico+ magnesio (combo inmejorable, siempre que el ejercicio no sea muy intenso y muy prolongado), la vitamina C (a tope con los cítricos, señora!), dormir más de 6 horas al día (en esto estoy mejorando), reducir los azúcares (o al menos, los azúcares refinados), los orgasmos (por lo visto producen hormonas de la felicidad que relajan el cuerpo y neutralizan el cortisol... estoy segura de que la venta masiva en San Valentín de Satisfyers en Vigo se debió a un plan anticortisol -lo siento, pero el Satisfyer me parece un tema para hacer miles de chistes al que me cuesta renunciar-), el ginseng indio (parece ser muy eficaz), los cereales integrales, las verduras de hoja, huevos, lácteos... todo lo rico en fenilamina, que también la neutraliza. 

Cosas que le facilitan la vida al cortisol y no sospecháis: algunos perfumes masculinos (sí, algunos contienen una hormona llamada androstadienona, que hace que quién lo huele se sienta relajado, pero la realidad, es que te genera cortisol, te meten estas hormonas para hacerte más sexy, porque son hormonas sexuales y mira la que se monta, de hecho varios estudios demuestran que esta casuística se da ), la cafeína, no comer algo después de hacer ejercicio intenso aeróbico prolongado (aunque sea un plátano), la anorexia nerviosa...

Es por ello que he pasado mucho tiempo con el cortisol bajo control y todas estas cosas tan revolucionarias en mi vida, me lo han subido a lo bestia y me cuesta un poco tenerlo bajo. Pero estoy haciendo muchas cosas buenas por mi, como leer, como escuchar música, como ver series, pintar, hacer deporte y vida más allá de las redes, estar con gente que me aporta y me suma, no que me resta, mejorar mi alimentación y sueño... y ver fotos de casitas muy monas y bien decoradas, tengo planes mentales...

Podéis compartir aquí las cosas que os dan paz, por si a alguien más le funcionan

4 comentarios:

MásQueRopa dijo...

Pues yo necesito un pcoo de eso para acabar la Semana, jajaja

Feliz dia

Beatriz MissPotingues dijo...

Súper interesanrte el post. Voy a tener que reducir el tema cafetil, lamentándolo mucho, y eso que es tomarlo y quedarme sopa, pero el cortisol es mala persona.
A mí observar a mis gatos y estar con ellos me relaja cosa fina. Si puedes estar en contacto con animales, te lo recomiendo. Besos!

Adaldrida dijo...

Toma post interesante, currado... Gracias porque para ayudar a una persona de mi entorno me va a ayudar mucho

Noelia Cano dijo...

Lo has explicado muy bien, solo un apunte: a la hora de hacerle la vida imposible al cortisol, sobre todo, "cambiar el chip". Al final, las emociones que sienes dependen de cómo interpretas las cosas más que de cómo son en realidad así que trabajar esos enfoques ayuda muchísimo también.
Un abrazo y a por esos planes mentales.