domingo, 18 de octubre de 2020

Look de uñas: Very October. Más libros leídos.



Un degradado otoñal, no todo va a ser creepy, un amarillo mostaza de Kiko (279), un color calabaza nuevo de los Shine and go de Essence (53 Honey Honey, sí como la canción de ABBA), un caldera rosado de Wynnie  de los Gel effect (creo que es el 089, pero ya sabéis lo mal que marcan los tonos estas marcas) y un marrón oscuro metalizado de Kiko (347).  La calabaza es de un kit de pegatinas de Halloween del Hay de Todo.

Hoy no está siendo un día productivo, la semana pasada no subí look porque intento hacer looks de Halloween, pero no me gustó el resultado, estaba poco definido y no quedó bien, pero es que hoy la base no deja de parchearme y tras tres intentos de intentar arreglarlo, ponerla y quitarla, he decidido dejarlo para esta tarde antes de tirar todo el maquillaje por la ventana. A veces es mejor desconectar un rato y volver después a la tarea, que atrancarse en algo que no sale. Es importante volver a ella con la emoción correcta.

Os comento, ayer, de manera un poco improvisada, estuvimos en Twitter haciendo un #Hellenvision porque el canal de Eurovision rescata antiguos certámenes para que no echemos de menos el hecho de que este año no hemos tenido. Como todos los Hellenvision no va a tener datos a mansalva y a menos que sea algo que si no te fijas, te lo pierdes, no habrá spoilers. Es para ver, reirnos y disfrutar. El próximo, intentaré avisaros para que os paséis un ratito agradable y esperemos que Cava Baja pueda estar esta vez también comentando. De todos modos, os recuerdo que tenéis dos podcast de Cava Baja, donde juntas hablamos de nuestros ganadores morales y del certamen del 2019. Prometemos sorpresas pronto, pero no digo más.

Por cierto, un poco de nepotismo del bueno: Cava Baja ha empezado la nueva temporada del podcast fuerte, con un especial de casi 4 horas (que se hacen cortísimas, de verdad) sobre Tolkien: su figura personal, su obra, cómo se ha llevado a la pantalla grande y a la pequeña, otras series y novelas de épica fantástica de otros autores... y una jota de la Tierra Media. De verdad, merece la pena.ç

Oye, que hace mucho que no os hablo de libros que he estado leyendo y hay unos cuantos interesantes. Vamos a echarles un vistazo:

 -Ikigai esencial- Ken Mogi. Quizá sea el libro que me ha parecido más útil para las personas en plena crisis existencial. Ikigai se podría traducir como "razón de ser", la razón de vivir. Quizá ahora sea, a veces, lo que nos falta, razones para sentirnos motivados, pero este libro, está lleno de sabiduría y nos invita a buscar el Ikigai de cada uno, soportado por 5 pilares fundamentales: 1.- Buscar la humildad 2.- Renunciar al ego. 3.- Buscar la armonía y la sostenibilidad 4.- Encontrar el placer de los detalles 5.- Ser consciente del momento presente, del aquí y el ahora. Si te das cuenta, el Ikigai es un hilo conductor que han tratado distintas religiones como el cristianismo en el Eclesiastés, el Budismo, el Sintoísmo… es una idea que nos ronda a todos y que a veces es complicada y que lo que nos lleva finalmente no solamente es a encontrar esas razones, sino a mejorar la calidad de vida y la aceptación de uno mismo partiendo de cosas tan simples como hacer las cosas “a la japonesa”: nos han vendido que da igual lo que hagas, siempre habrá un oriental que lo haga mejor que tú y la diferencia no es que ellos decidan ser mejores, sino que aprenden a disfrutar de lo que hacen y ver el lado bello del acto cotidiano (lo cotidiano deslumbra, que diría Adaldrida). 

Cuando la curva del aprendizaje de una tarea llega a su punto máximo en una persona, esta no puede mejorar su resultado, sin embargo, el japonés no deja de realizar esa tarea, porque ha aprendido a apreciarla a tal nivel que lo frustrante sería dejar de hacerla, dado que ha encontrado la belleza de cada acto, le ha encontrado su punto filosófico, su encanto artístico. De ahí nace con todo una relación de humildad, en la que no se pueda apreciar todo lo que uno hace y revalorizar cada tarea que pensamos que es inútil o no tiene valor: todo tiene un valor y una belleza y puede generar su satisfacción y por tanto no hay tarea inútil o pequeña, hay tarea que no se disfruta. 

 

 Si uno no tiene claro su motivo de vivir, recomiendan hacer tareas y volcarse en aquellas que generan un disfrute y probar cosas nuevas para probar ese nuevo nivel de conciencia de la belleza de las pequeñas cosas, lo cual tiene su cierta perspectiva epicúrea. Me hace gracia este sentido porque aunque pone ejemplos muy bellos y sencillos, me ha recordado mi relación con las setas: nunca he sido muy fan de las setas, me generaban cierta desidia, pero poco a poco he aprendido muchos platos con ellas y he encontrado un placer raro, que es que me gusta limpiar setas. No entiendo porqué, pero me genera cierta satisfacción preparar y limpiar setas. Y desde que he encontrado este placer, las como más y las preparo bastante más, sobre todo al horno. Este libro es tremendamente corto, infinitamente leve, nada denso, sin embargo tiene muchas cosas que me han supuesto una total revelación, sobre todo al final. Porque uno puede leer mucho de psicología, filosofía y darle mucho a la cabeza, pero al final, todo tiene un punto simple que se nos escapa y que nos facilita las cosas enormemente. Sin duda MUY recomendable este libro.

-Marianne Power- Help me (sí, en castellano también se llama así).Cómo definir este libro? Es un libro de chick lit? Un poco. Es un libro de autoayuda? Un poco. Es un drama? Un poco. Es una comedia? Un poco también. Es autobiográfico? Eso parece.

Marianne Power se confiesa adicta a los libros de autoayuda y se propone un reto para cambiar su vida de manera radical: va a leer una selección de 12 libros de autoayuda aclamados de manera mundial y cada mes va a aplicar uno distinto. Algunos son mundialmente conocidos, incluso avalados por famosos y por expertos. Otros… bueno, otros parecen una chufla. El planteamiento de Marianne es cambiar su vida: crecer como persona, controlar sus gastos, conocer a alguien interesante, ser más segura y más asertiva… todas esas cosas que todos, llegados a  un determinado momento nos proponemos. El viaje resulta fascinante porque algo que tiene muy buena intención como es el autoconocimiento, puede ser bastante más peliagudo de lo que parece sin ayuda externa y Marianne se va dando cuenta de ello poco a poco.


Este libro me ha encantado, primero porque como sabéis he leído algunos libros que sí (os acabo de recomendar el de Ikigai), con un poco de cuidado y cabeza, te dan tips para mejorar tu vida, por otro lado, porque he vivido momentos que describe, porque la vulnerabilidad humana genera pensamientos y sentimientos muy universales, aunque pensemos que sólo nos pasa a nosotros y por agregar un tercer perfil, porque da una perspectiva muy importante: el humano necesita a los demás y en la introspección, no sólo se necesita a la gente que te rodea, a veces también a un profesional y tomar distancia de uno mismo.

Cuando uno busca un cambio radical en su vida, está claro que algo no va bien, y este libro habla de ello: los milagros en la literatura de autoayuda no suelen ser tales, no sólo es querer cambiar, sino entender que ningún libro de este tipo puede ser una biblia emocional, porque cada persona tiene unas motivaciones y una historia y no hay recetas de resolución, pero sobre todo, aunque compartamos muchas inseguridad y miedos como raza humana, cada persona necesita empezar por un punto distinto, por lo que este libro, al tratar de eso, da una visión muy simple y sana, que en cierto modo, engloba de alguna manera todos los planteamientos que estos libros proponen.

- Mitología Nórdica- Imanol Eiza (libro gratuito aquí). En internet encontramos muchas páginas con libros de descarga gratuita, algunos no muy legales y otros sí. Uno de los que sí son legales, con textos muy nutridos a nivel académico es Infolibros.

Hay muchos textos y uno de ellos que me interesó bastante es Mitología Nórdica de Imanol Eizaguirre. Es tremendamente complicado encontrar un texto en castellano que haga una buena recopilación de las Edas antiguas y las modernas, o lo que es lo mismo, las versadas y las prosaicas. MUY difícil. Si bien la traducción del texto es un poco floja en algunos aspectos, y el texto un tanto repetitivo en ciertas partes( parece un corta-pega de varios textos, la verdad), es quizá la mejor recopilación de textos explicativos sobre la cosmogonía vikinga que se pueda encontrar en la red en castellano, dentro de lo poco que he leído y sin interpretaciones, presentando un texto prácticamente puro.

Una cosa interesante es que hacen un análisis de cada dios vikingo y su historia lo más completa posible, y al final explican aspectos como el significado de las runas, dichos populares vikingos y cómo fabricar tu propia hidromiel (preparad espacio para la receta, porque las cantidades parten de 100 litros de agua). Esta última parte y la grafía cambiante de algunos nombres es, sin duda, lo más molesto del texto. Cuando sabes a quién se refiere, todo va bien, pero cuando a un lector que se acerca al texto sin tener ni idea, le puede resultar confuso: hubiese sido mejor mantener las grafías originales, meter un poco de orden en los textos y un poco de coherencia en las traducciones.

Por lo demás, si os gusta la cosmogonía vikinga, es un texto rico, completo y muy interesante. 

 

 

- I am Ozzy: Confieso que he bebido -Chris Ayres y Ozzy Osbourne. Ozzy Osbourne es lo que parece, un tipo descerebrado, ex drogadicto, ex alcohólico y muy sonado. Esta es una de esas biografías en las que lees lo que quieres leer: la historia de una figura de rock como Thor manda. El gran problema de las autobiografías es que muchas veces hay incorrecciones más por arrepentimiento o autocensura que, como en ese caso, porque tu cerebro por excesos se queda hecho mermelada. La historia de Ozzy es la de un muchacho de una familia de nivel medio bajo inglesa, con un hijo que, por falta de detección temprana típica de aquellas educaciones anquilosadas de los 60's no sabe que tiene déficit atencional y dislexia y que siempre siente que no encaja, incluso cuando intenta hacer bien las cosas. El absentismo escolar le lleva a pisar la cárcel por robo y pasa unos meses que le dan mucha perspectiva. Finalmente, llegan los Beatles y Ozzy decide encarrilar su vida a la música.

Ozzy no es satánico como se le ha hecho creer (de hecho es tremendamente espiritual), simplemente tiene una facilidad tremenda que él mismo se reconoce (la anécdota en la que sacaba la cabeza por la ventanilla con otro miembro de Black Sabbath para accionar con cuerdas el limpiaparabrisas de la furgoneta destartalada del grupo y que no petase la batería, reconozco que me tuvo riendo un buen rato) para hacer el payaso y ser inadecuado cuando las cosas no le gusten. No censura lo mucho que ha bebido, los medicamentos que se ha tomado (y lo fácil que es que te los receten cuando eres estrella de rock), las drogas que ha consumido, los estragos que ha causado en su vida a sus seres queridos y las pérdidas humanas que ha tenido cerca. Lo impresionante de Ozzy es que dentro de esa fachada que los medios han hecho de persona ridícula y satánica, sólo hay un hombre inseguro y que, aunque a veces no lo ha conseguido, siempre ha intentado no hacer daño a nadie (aunque lo de las bromas que se gastaban entre los chicos de Black Sabath es de otra liga). Habla con muchísimo respeto de James Dio, con devoción de Elton John y de Paul McCartney, con amor puro de sus amigos fallecidos y de sus hijos y con verdadera complicidad de Sharon. Tanto que dicen que ella puede haber metido mano a la biografía, pero la realidad es que cuando lees cómo valora Ozzy su relación con sus padres, la relación con Sharon, que es la única que no le busca por su dinero, se explica sola.

 

Sin embargo, mi anécdota favorita de este libro la protagoniza Lemmy, cantante de Motorhead, del que Ozzy cuenta que su pasión por la lectura era tal como para salir de gira con una maleta llena de libros, un neceser y lo puesto. De hecho, la anécdota es que Ozzy asegura que Lemmy es la única persona que ha ido a la famosa mansión Play Boy, invitado por Hugh Hefner, y quedarse todo el tiempo leyendo en la biblioteca: en una ocasión hicieron Sharon y Ozzy una fiesta en casa del padre de Sharon y Lemmy estaba leyendo en la biblioteca mientras la gente desfasaba. El padre preguntó quién era el bicho raro que estaba en su biblioteca, y Sharon dijo que era Lemmy y que era inofensivo: salió de la biblioteca con los ojos demasiado rojos de tanto leer y le preguntaron si estaba bien y Lemmy dijo a Ozzy “si me veo la mitad de mal que tú ahora mismo, me voy directo a la cama”. Ozzy siempre apostó porque Lemmy le sobreviviría. Nunca sabes.

Ozzy es un tipo agradecido, un tío con valores y un hombre que si sigue sacando discos es porque no deja de luchar por cumplir su sueño de grabar un disco que sea número 1 en listas, pero ya no es la estrella desfasada, ya sólo le importa su familia, sus 17 perros y vivir tranquilo y eso, de una persona que ha vivido tanto, es decir mucho.

Pronto haré un nuevo post de más libros que me he terminado. Qué os parecen estos? Los conocíais?

4 comentarios:

lucy nolan dijo...

Y si publicas algo del tal Lemmy de Black Sabbath por favor,, comparto esa misma pasion por Los libros y la buena lecture,,,gracias

Noelia Cano dijo...

Help me es uno de los libros más divertidos y a la vez críticos que he leído, me encantó. Me anoto Okigai esencial que por lo que cuentas, me gustará mucho.
Un besito.

Beatriz MissPotingues dijo...

Me llama el de Ozzy. Creo que destila humanidad como tal, con virtudes y miserias, y nos hace falta más realismoy más admitir que no somos perfectos. Es más, que la cag...liamos constantemente con la mejor de las intenciones y que salimos como podemos y que está bien.
Besos!

Adaldrida dijo...

Me ha intrigado Help me y la figura de Ozzy que no conocía. Y me tienta muchísimo el Honey honey, la manicura es muy chula.