Un día más en la alegre campiña...

Mi ordenador puntero no lee mis mp3, me permite conectar para recargar batería y es inmune al control+ alt+ sup y al apagar dándole al on a lo bestia... Tremendo.

Hay una miniyo que me quiere, me pone bracitos, lleva dos dias poniéndome bracitos y se me cae la baba porque es un sol. Y lo peor de todo es que me da la sensación de que nota a quien le importa de verdad y por eso no demuestra mucho cariño a sus maxiyos a pesar de su corta edad.

Aumento mi autocontrol, hay un caso que me ha llegado al alma, no puedo contar nada de nada, pero es un ejemplo de que tener pelas no implica ser educado ni tener respeto a la propia sangre, sino tener a veces carta blanca para comprar la justicia. Y a que precio...

Lo que más me mola es el bedel de la tarde, tiene los santos cojones de dar malas contestaciones y ser el doctor House del centro:

-"No me des excusas, si no vienes a ver a tu miniyo una vez en semana es porque no te da la gana"

Y mi favorita

- "Parece que en vez de parir lo has cagado, porque para ti vale una mierda".

Decir eso es ser muy chungo, decir eso a una mujer gitana (sabiendo como se las gastan algunas) es ser el fucked amo. Mientras no haga chistes sobre las tetas de  Tormenta (la directora, Psilocke es la psicologa, porque si alguien no lo pilló ayer), todo va bien. Este es Bestia, es entrañable, peludo y... bueno, bestia.

Hoy los miniyos se han asomado a mi despacho cuando lo han visto abierto, he aprendido que los técnicos tenemos nuestras bandejas de comida propias (no lo sabia), que todo el mundo sabe a que teléfonos llamo, que no compran post it y que son utílisimos para hacer cuadrantes (los post it) y que por mucho que guarde las tijeras de mi mesa, antes de una entrevista (que hay gente muy enferma), siempre aparecen nuevas tijeras... ya llevo 3. Cuando me vaya, tendré más tijeras que un afilador toledano.

Ah, una recomendación: Por mucho que os mole un cantante (sobre todo si es de heavy) no dividais su nombre y llaméis a vuestros hijos, uno con el nombre y otro con el apellido, que luego llegan las trabajadoras sociales frikis, les entra le risa floja y nadie pilla la gracia! Y si luego tenéis tres hijos, luego además la tercera criatura (Bibiana Aido, pero cómo pierdes el tiempo, guapa!) queda descabalada. Nos dejáis mal, hombre!