Volvemos a los colores sacados de mezcla de varios tonos: Este es una mezcla entre el rosa Barbie del 7 días efecto Gel de Easy Paris (116), el 07 de la misma gama, que es un blanco y con el Mirror Effect en dorado rosa de Easy Paris también. Encima de todo he puesto una capa del blanco perlado Milk it Shine de Catrice. Las pegatinas son de un juego de pegatinas de estrellitas.
Cuando se me acaben las pegatinas de estrellitas para las uñas no sé qué voy a hacer, porque mira que me gustan.
Últimamente Gadi (a la cual os invito que visitéis) está haciendo muchos post sobre temas feministas muy importantes e interesantes. Y quería hablar de uno que tiene que ver con cosas que están pasando a mi alrededor y comentarlo desde el respeto porque creo que puede ayudar a muchas personas o al menos, a entender muchas cosas que pasan en el mundo.
Sí, tiene que ver con salud mental, pero también con más temitas.
Últimamente varias personas muy queridas por mí están intentando quedarse embarazadas, o están embarazadas, o ya son madres y van a tener más niños. Y creo que hay que hablar de la comunidad de mujeres y de lo que se vive en la maternidad y lo que nos supone a las mujeres. Porque hay muchas charlas sobre esto, pero hay aspectos emocionales que me parece que no están recibiendo la atención que merecen a nivel social.
El tema de la maternidad siempre me ha parecido fascinante, a nivel biológico, pero también en el desafío y aprendizaje emocional que supone la maternidad, a nivel personal, corporal y social y sobre todo, como algo que es tan profunda e intrinsecamente personal se ha vuelto tan, a veces y en contra del deseo de las mujeres, en algo tan social.
Y digo en contra porque algo que he observado de la maternidad es que todo el mundo tiene consejos no solicitados para darte y críticas poco consideradas sobre tu proceso maternal. Todo el mundo quiere dar una charla TED a una embarazada o mamá, que casualmente, ella no pidió. También te digo que, de un tiempo a esta parte, me he hecho muy amiga de la frase "confiemos en el proceso". Al menos, en ciertos campos me va bien.
Y quería dejar aquí un par de puntos que, lejos de querer ser polémica, quiero compartir desde el respeto y la reflexión, con todo el respeto a la circunstancia de toda mujer que pueda leer esto. De hecho, desde el respeto, creo que estaría bien ver vuestras opiniones y experiencias sobre este hecho y si habéis vivido algo de esto, cómo os habéis sentido y qué os ha ayudado, para enriquecer de opiniones una serie de debates que hay que poner sobre la mesa.
- Ser madre tiene que ver mucho con una cuestión social: Ultimamente se me ha preguntado sobre la ley del aborto y lo que pienso de las nuevas medidas que han propuesto señores que está claro que no tienen claro lo que es la gestación. En serio, señores políticos que no saben de gestar hablando de cosas que no saben en vez de regular soluciones... Creo que no hay nada más injusto que el hecho de una maternidad no planificada que no se puede gestionar porque no tienes un contrato fijo, o trabajas en una empresa que no apoya la conciliación familiar - o te haga un despido improcedente por embarazo-, o no tienes apoyo familiar y económico, ni las administraciones apoyan la maternidad en riesgo social... Y creo que en vez de mirar y cuestionar tanto a las mujeres, hay que devolver la mirada a la sociedad. Hace relativamente poco tuve cerca el caso de una mujer que era madre soltera, sin apoyo del padre, que tuvo que vivir a casa de su madre, con la que no tenía una relación especialmente buena porque, a veces, que no siempre, le cuidaba el niño mientras trabajaba. Tenía un contrato de 6 meses en una administración pública y por tener un sueldo público temporal que ya os digo yo que no daba para pagar alquiler en Madrid, pagar comida, agua, luz y gastos cotidianos, no le daba puntos suficientes para optar a una guardería pública. Una mujer soltera no tiene casi con un sueldo solo para vivir, no tiene un apoyo social para la crianza... Pero si se queda embarazada sin programarlo y aborta, para algunas personas es una situación análoga al asesinato y no estamos empatizando con una responsabilidad social garante en la constitución: el sueldo laboral tiene que dar para sostenerte a tí y a tu familia. Y no da. Y estamos con una sociedad y un estado que empuja a las mujeres a hacer cosas que, en otra clase de circunstancias a lo mejor no lo haría. Porque también estamos en una sociedad que, una vez nacido el bebé, se nos olvida que las ayudas y prestaciones son insuficientes para apoyar a mujeres solteras sin apoyos y que muchos sólo se contemplan hasta los 3'5 años. Y hemos dejado que pase silenciando este hecho. Así que, antes de hablar de asesinatos, hay que entender que si una mujer sola no puede sostener a un menor cuando vive en una situación de riesgo social, y que, detrás del aborto, hay muchísimas mujeres que sí quieren ser madres pero no tienen apoyo económico o familiar, pero no pueden por esta razón, el silenciar este hecho, resulta hipócrita.
Entiendo que hay muchas más razones más para abortar, pero cuando una de las mayoritarias es esa, creo que estamos de acuerdo en que esto hay que hablarlo y lo que me parece más importante: Empezar a pensar que el aborto es un proceso personal que merece más comprensión de sentimientos que hacen a una mujer sentirse obligada al aborto que un juicio vacío y estereotipado de sus razones de aborto. Y les puedes poner los latidos del corazón o el primer disco de Locomía: si no ayudas económica y socialmente, con medidas concretas y realistas, peros sobretodo, reales, a una mujer embarazada en riesgo social, aprobar medidas como la famosa de escuchar el latido es un tipo de tortura del sistema a una mujer en riesgo y defender esas prácticas es de rozar lo sociopático, dado que no se busca el nacimiento y bienestar de un menor, sólo torturar a una mujer embarazada por una decisión sobre su vida. Y de ahí que haya una clara distinción entre ser provida y ser antiaborto.
-Ser madre tiene que ser un hecho más humano médicamente: No puede consentirse el hecho de que llegues al ginecólogo y lo primero que muchas mujeres oyen con más de 35 e incluso 40 años es "vienes tarde a ser madre" o "tenías que haber congelado óvulos", que son frases de privilegio que van a generar desconexión en la relación médico- paciente. Es una falta de humanidad tremenda que ningunea la experiencia vital y las decisiones y vivencias de las personas: ¿Es que acaso todos hemos vivido y hemos hecho lo que queríamos cuando queríamos? ¿Porqué entonces hay un sector médico que ha normalizado echar esto en cara a las mujeres? ¿Porqué cuando una mujer se informa sobre modalidades de parto en hospital más humana hay profesionales que las cuestionan o las tratan como niñas? ¿Porqué cuando te pones de parto muchas mujeres relatan que las "empezaron a hablar como a niñas pequeñas"? Y una cosa que me da una grima importante ¿porqué hay mujeres que consideran que una cesárea no es "parir de verdad" cuando tiene más complicaciones, riesgos y más molestas post operatorio que un parto natural? ¿A qué narices viene esta competición?
Sé que ahora la comunidad médica pública tiene pocos empleados, pocos medios, mucho lío y huelgas por el malestar de la crisis sanitaria que vivimos, lo cual no justifica que ese pague con la paciente y mucho la violencia obstétrica. Veo las unidades de humanización médicas MUY relajadas con este hecho, lo cual me preocupa dado que la ONU y la OMS han determinado que la maternidad, puerperio y postparto son situaciones de mayor riesgo social y sanitario y que precisan de una protección social y médica especial para evitar las muchas complicaciones y efectos no deseado que pueden tener asociados.
Es importante que la comunidad médica deje de ver el embarazo como algo que a la mujer le pasa, que viene perdida y que no sabe nada: Las mujeres cada vez más, se informan, piden sus cursos de preparto, leen, ven vídeos, es decir, se preparan para una maternidad activa y responsable, con lo que no se puede seguir manteniendo el mismo discurso pasivo y paternalista desde la comunidad médica de "espera que te lo hacemos todo, cariño". Ni cariño, ni cariña: Una mujer ha decidido llevar adelante un embarazo y formarse y disfrutarlo, el modelo de atención no puede ser el mismo que con un menisco roto porque son procesos distintos y, desgraciadamente, hay mucho profesional que quiere seguir al mando sin tener en cuenta los deseos de la madre. Y no hablo de parir en casa, digo de cosas tan básicas como respetar hasta donde sea posible el parto no inducido, ni la cesárea y el uso elegido de la epidural, cosas tan básicas como mentir u ocultar información importante a la paciente (cosa prohibida por la ley de derechos del paciente), cosas como respetar las decisiones en cuestiones de vida o muerte de la paciente. Y sino, observad como, rara vez, nacen niños en sábados y domingos de un tiempo a esta parte.
Se habla poco de esto (y de Tesalónica ni te cuento).
- El viaje en la maternidad debe ser un viaje en el que todas deberíamos apoyarnos. A mí me hubiese gustado ser matrona, pero me quedé a 0,04 de la nota. Sí, mira qué ridiculez. Pero creo que mi destino estaba en el trabajo social porque no sé si hubiese sido mejor persona en ese campo, dado que ahora sé cosas gracias a esta disciplina que me hacen estar contenta con quien soy ahora. El mismo viaje personal que hace que no haya podido tener hijos y me temo, que es difícil que los pueda tener. No obstante, eso me hace escuchar y apoyar a otras mujeres en su proceso de maternidad y en su viaje también por la infertilidad y los problemas de concepción, siempre intento apoyar hasta donde me dejen. Y por este viaje he aprendido un par de cosas que ayudan en todos los problemas emocionales del mundo: Importa más escuchar que hablar y acompañar que aleccionar.
Cuando una amiga te dice que, tras la última tanda de hormonas que la ha vuelto medio majara (porque el viaje emocional de las hormonas es un TEMA con mayúsculas a tratar) y no lo ha conseguido, muchas me comentan que lo más común es sufrir una minimización e invalidación externa de sentimientos con grandes éxitos de la buena intención como "no te desanimes, lo vas a conseguir" o "lo mismo estás exagerando, no le des tanta importancia" y el famoso "esto te pasa porque le das muchas vueltas". Cuando hablamos con alguien que trata de conseguir algo y está plantando cara a una realidad frustrante o incómoda hay que dar espacio abierto a la incomodidad, porque va a salir y si queremos ayudar, tenemos que aceptarla como una emoción más. Y sino, no somos la persona que debería estar ahí. No sabemos si esa persona lo va a conseguir, no sabemos si es por pensarlo mucho o no, pero cuando algo te importa es imposible no darle vueltas, así que hay que dejar de decir estupideces. Hay otros clásicos, más bonicos como "siento mucho lo que estás viviendo", "no puedo imaginarme lo que estás viviendo, demuestras mucha fortaleza en tus palabras al comentarme esto", "gracias por compartir esto conmigo, sé que no debe ser fácil" y el archifamoso "no sé qué decirte, pero me tienes para lo que necesites", porque al final del día, eso demuestra un apoyo REAL.
Al mismo tiempo, si una mujer no quiere ser madre, una mujer es algo más que un útero con patas, no tendría que ser cuestionada y mucho menos, ser atacada con otro de nuestros Greatest Hits de la feminidad de "ya te arrepentirás". En esta evolución hacia una sociedad más humana hay que dejar de pensar en los descendientes como personas que nos van a cuidar en la vejez: A veces no pasa porque el niño crece y nota que se le ha cosificado y no deseado. Nadie debería quedarse con padres que le han hecho sentir que su deber (y el fin de su concepción) es el cuidado de sus mayores, porque el menor no pidió venir y hay que aceptar eso. Y que el cuidado nace del amor, no de la obligación moral, porque tener hijos para tu autocuidado dice mucho de las bajas responsabilidades emocionales que se tendrán con esos menores y el desapego que podrían generar aquellos en la adultez hacia sus mayores.
Volviendo al tema, a un hombre no se le cuestiona la no paternidad, de hecho, ni se le cuestiona el ser padre y no hacerse cargo, de manera presente o ausente. Y hemos normalizado que a una mujer sí. Y las mujeres pueden ser muy felices sin ser madres. O siendo madres. Lo importante es que decidan sobre sus necesidades y metas vitales con libertad. Y aquí tenemos que ir todas a una, porque una maternidad elegida efectiva, también es un derecho: Más información, más respeto al proceso individual de cada mujer, sus decisiones y su modo de vida y más facilidades en el acceso a todos los derechos relativos a la maternidad y crianza, tanto sanitarios y de salud mental, económicos, sociales y jurídicos.
-Mommies going to mom. Las mujeres embarazadas van a hablar de maxicosies, de esterilizantes de biberones, se preguntarán si es mejor tener más bodies o mejor tener muselinas, qué jabones son mejores para su bebé o si deben comprar la chichonera para la cuna o no. Te van a hablar de la consistencia de las caquitas, de cólicos de la lactación (lactación de Atocha, lactación de Delicias... Sí, este chiste tenía que caer), de lo poco que duermen, de las mastitis, van a pedir perdón por tener hecho un desastre... Así que eso de decir "oye, que ya no quedo porque sólo vives para el bebé" es de no entender la maternidad: Qué esperabas que pasase? Que dedicase su vida a la canción y se hiciese un tema para representar a San Marino en Eurovisión después de tener un bebé? (Gente que espera que las recién paridas hagan lo que Croacia en el próximo certamen de Eurovisión)
Guía de visita a padres primerizos: Vas a un sitio muy caótico, no esperes ser servido, no vayas si crees que tienes algún tipo de infección por pequeña que sea, no toques al bebé si no te lo ofrecen y mucho menos sin lavarte las manitas primero, lleva comida en tuppers, da igual si es un bizcocho, o un pollo asado o una olla de potaje de garbanzos, SIEMPRE lleva comida. Y sino, les subes algo de compra, que seguro que les viene bien un poco de fruta, verdura y detergente. Eso se gasta en todas las casas. No te quedes más allá de lo que puedas molestar y si puedes ayudar a recoger o limpiar, mejor. Céntrate que es una visita para APOYAR, mientras puedes preguntarle una pregunta que pocas veces se le hace a la mamá: "pero tú cómo estas? En serio, cómo estas viviendo esto?". Las madres se dan cuenta de que, una vez sale el bebé de ellas, ellas se vuelven invisibles excepto para recibir críticas y eso, con un cambio fuerte hormonal, es un caldo de cultivo para la depresión posparto. Hay que preguntar y hacer espacio para las emociones, para un momento de evaluación. La maternidad puede ser muy momento muy solitario para algunas mujeres y se pueden sentir poco comprendidas, así que HAY que preguntar.
Es increíble la de gente que espera que los padres primerizos les sirvan con una madre con una cicatriz de cesárea en una casa impoluta, con el bebé recién sacado de una sesión de fotos del hola y le ofrezcan una bandeja con todos los sandwiches obligatorios en una típica ceremonia del té británica hechos a mano. No, o les invitas fuera, o les aportas algo, eso hacen los amigos.
- Yerma fue una mujer real. Hay mujeres que no pueden tener hijos cuando sí quieren, porque no tienen estabilidad económica para afrontarlo, porque biológicamente no pueden, porque se les "pasó el arroz"... Y también sufren. A veces lo sabemos, otras lo intuímos y otras no. Y cuando alguien se embaraza es un disparador sobre su frustración. La vida es un viaje complejo que no debería centrarse en nuestras carencias y es bueno recordar que si manejar la frustración y la ausencia de lo que anhelamos, necesitamos ayuda y no es negociable.
Los sentimientos son duros, porque también hay que elaborar un duelo, no deja de ser una pérdida, aunque sea de una ilusión. Es bueno que esa persona haga su propio duelo cuando crea conveniente. Hay muchos psicólogos que recomiendan que si hay que dar una noticia de un embarazo a una persona en esta situación, lo mejor es hacer un anuncio por escrito para que la persona pueda tener un espacio y un tiempo de gestión emocional y, aunque parezca más frío, una de las razones de que pueda ser la mejor manera de comunicarlo es esa: Al ser menos emocional, la persona que recibe la noticia puede amortiguar el impacto de un posible disparador emocional con más serenidad. También hay que pensar en las mamás sin bebé.
Y aquí abro un espacio por las mujeres que han sufrido abortos espontáneos y mamás que han perdido a sus bebés con poco tiempo de vida. También necesitan y merecen su duelo y su acompañamiento. Hay asociaciones de mamás con bebés perdidos y hay que hablar de ello también, de su dolor y del acompañamiento en el proceso. Son procesos de vida muy dolorosos, porque siempre hay una gran sensación de injusticia cuando un bebé fallece o un bebé no llega a término de un embarazo y es necesario dar espacio al dolor en una sociedad que parece querer no plantar cara al sufrimiento. Dar tiempo e ir día a día, suelen ser las mejores recetas.
Espero no haberla liado mucho, la intención no es para nada atacar a nadie, sino más bien, sacar un par de reflexiones que estos meses me he ido callando porque no quería que nadie las tomase como un ataque, sino como hechos que veo que hay que tratar y que no sé si la sociedad está iluminando para, precisamente, facilitar las cosas o más bien, está en plan retro, intentando salvar un modelo de maternidad incompatible con la situación histórico social que nos está rodeando ahora mismo. Ya no podemos manejar las cosas como hace 40 años, la realidad ha cambiado y emocionalmente tenemos que ser responsables para aceptarlo y traer estos temas a la mesa para hablarlos con templanza y, sobre todo, no tanto opinar, como encontrar soluciones reales que realmente mejoren la sociedad y solventen problemas.
Como siempre, os leo en comentarios.
Ole, ole y ole. Sólo puedo aplaudirte por lo bien que has resumido los problemas a los que nos enfrentamos las mujeres con respecto a la maternidad, seamos madres o no. Como madre de dos churumbeles podría comentar muchas cosas, pero no quiero soltaros un tostonazo. Sí quiero comentar algo particular: he tenido mucha suerte de haber tenido dos hijos a una edad madura sin problemas, pero era consciente de que por esa circunstancia corría más riesgo de que mis posibles hijos pudieran venir con problemas serios de salud. Cuando ya tenía a mi hijo mayor y su padre y yo ya habíamos decidido ir a por el segundo coincidió con el momento en que Gallardón era ministro y quiso volver a una ley del aborto aún más restrictiva que la del 85, eliminando el supuesto de aborto por enfermedad grave e incurable del feto. Y yo me cabreé muchísimo porque en ese momento, con el apoyo monetario y moral de mi pareja entonces, el único motivo que podía tener para querer abortar era que el feto sufriera una enfermedad o una malformación realmente graves. Tuve suerte al final, mis hijos nacieron muy sanos, la ley no se derogó sino que hace poco se ha reformado aún más favorablemente para nosotras. Pero mientras pasé unos meses agobiada, y el recuerdo de ese disgusto no me lo quita nadie, ni el odio eterno al meapilas de Gallardón.
ResponderEliminar¡Hola, preciosa! Ante todo, gracias por la mención. Y ahora, al lío: me ha encantado el post porque es muy, muy necesario sacar estos temas a cualquier red o foro, todavía existen muchos prejuicios, ideas romantizadas y cuñados opinando como dices, sobre un tema complejísimo porque como bien expones tiene su vertiente biológica, social, emocional...
ResponderEliminarQuiero seguir sacando posts de este tipos en la cuenta, a ver si me siento a darles forma.
Besitos.
Un post completísimo y muy bien elaborado, no te has dejado nada en el tintero.
ResponderEliminarCoincido en la idea de que ahora mismo es como si estuviéramos viviendo una vuelta al pasado más rancio de nuestra historia, sobre todo en cuanto a lo que toca a la mujer, y asusta, porque parece que esos personajes que manejan los hilos se reproducen y cada vez hay más, o hacen más ruido (y más daño)
Personalmente, he sufrido el juicio, acoso, presión, llámalo X, de la mujer que tiene claro desde el principio que no quiere gestar ni parir, y que lo de adoptar humanos tampoco se lo plantea, y todos los comentarios de corte machista ymicromachista que te imaines.
¿Por qué una mujer que no quiere tener hijos tiene que justificarlo y convencer a los demás de que su argumento es válido y que una mujer quiera ser madre no se cuestione?¿No se ve la extrañeza?Ni una ni otra tienen por qué calmar o cumplir con las expectativas del otro.
Aún a día de hoy me siguen preguntando, porque ya no es por qué no tienes hijos, sino que cuando vas llegando a ciertas edades (tengo 47, y aún caen de los dos lados), ya no sólo es por qué no quieres tener hijos, sino por qué no los has tenido y el "te vas a arrepentir"
Y tienes que seguir siendo educada con esta gente...
Besos!
Uy tema complicado, ya sabes lo que opino del aborto así que prefiero guardarme la opinión aquí en público no sea que me acusen de no empática... en mi blog y en mi IG, que son mi casa, he hablado sobre esto y he dado mi opinión y créeme que a las mujeres se nos cuestiona desde izquierda a derecha y centro, porque a una mujer antiabortista como yo se la cuestiona, y mucho, y se reparten carnets de ferminismo, por supuesto...
ResponderEliminarpor lo demás te felicito por el post: muy trabajado y muy empático, como tú misma eres...
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