lunes, 20 de marzo de 2023

Look de uñas: Pink Ostara. Tips para sanar de daños emocionales

 


Vuelve el Pink Rock de Mavala, y unas flores impresas con una plantilla de Essence que ya está descatalogada. El blanco es de Wynnie. Básicamente estaba viendo un vídeo de Selena+ Chef (una serie de Selena Gómez cocinando con grandes Chefs que le explican la receta via videollamada porque se grabó en el confinamiento) y vi que tenía un esmalte favorito y dije, anda, pues voy a sacar el mío.

De todos modos, el otro día me enseñaron un nuevo perfume y me preguntaron "a dónde me transportaba" (ya os hablaré de ese ejercicio más adelante) y empecé a pensar en muchas cosas, sobre todo en las mujeres de mi familia y en mi herencia histórica personal. Es posible que no siempre seas feliz o te entiendas con tu familia, pero es importante saber que sus heridas pueden o no ser las tuyas, que todas han hecho lo que podían con lo que tenían en su momento, que hay momentos en los que conectas con esa parte de quién eres y necesitas honrarla e incluirla de alguna manera en tu historia. Y de pequeña me gustaba mucho lo rosa, pero luego me enfadé con el rosa, porque era un color de chicas, y precisamente, como hablaba con Leyre esta mañana, en las películas de los 80 había muchos malos modelos de mujeres, porque las circunscribían a damas a rescatar. Y Leia no era eso, ni Ellen Ripley, pero claro esas eran "marimachos". Los malos ejemplos deben existir en las películas para que los detectemos en la vida real, pero también para ver los modelos sociales y como afecta la presión a distintas personas. Son ficción, la ficción es libre y nos puede enseñar de la vida, no tiene que ser real.


Al final te reconcilias con el rosa, te reconcilias con las mujeres que hicieron lo que pudieron y hacen lo que pueden y terminas reconciliándote con partes rotas de ti misma que han hecho lo que podían con lo que tenían. La primavera sirve también para sanar. Y eso implica también sanar por el color. Uno sana por donde puede y como puede, aunque suene raro.

Podría decir que también estoy poniendo mucho más iluminador en el maquillaje, pero no sé si eso es sanar o simplemente, el hecho de buscar un resultado más luminoso, pero anyway, todo lo que no sea dañino y te haga sentir bien de alguna manera, está bien. Y no por el imperativo de estar bien siempre y negar que estamos mal, sino porque es importante sanar y seguir adelante.

Y la reconciliación no parte del buen trato o la disculpa del otro, sino de nuestra desvinculación del dolor. Y nos cuesta desvincularnos, porque la desvinculación parte de muchas cosas: De sanar en un entorno que no siempre es el propicio, de sanar en una circunstancias que no son perfectas, o hacerlo sin las herramientas adecuadas. No hay nunca el momento perfecto de hacer las cosas y hay que aceptar eso también. Los momentos perfectos raramente aparecen y cuando aparecen, es difícil determinar si lo son.


Nuestras heridas se van acumulando en la infancia y poco a poco, en la adultez, van saliendo como champiñones y recibimos muchas veces mensajes muy tóxicos del entorno. Muchos vienen en forma de "bueno, a mí me hicieron esto y no tengo traumas...". Como siempre os invito a acercaros a un especialista, porque es necesario tener ayuda y, sino podéis, hablad con un entorno que os pueda apoyar.

¿Cómo sé que es un trauma? Cuando tienes pensamiento rumiativos sobre un tema, comportamientos evitativos o te cuesta llevar el día a día en ciertos temas y sientes miedo y angustía, tú puedes sentirlo como algo normal, pero es trauma.

Bueno, hay pautas para la sanación que, como esto es un post, voy a hacer un acercamiento básico:

 1.- Observar la herida. No puedes sanar lo que no has visto, lo que no sabes qué forma tiene, lo que ha pasado. Cuando nos pegamos un golpe, lo primero que vamos a ver es si hay herida para limpiarla, emocionalmente, hacemos que no ha pasado nada. Las heridas emocionales tienen que ser aceptadas como las físicas: Se observa, vemos si merece puntos o sólo desinfección y tirita. Y nunca soplamos al desinfectar (es increíble tener que explicar que soplar implica rociar con bacterias del aliento una herida limpia, NUNCA SE SOPLA UNA HERIDA!)


2.- Lo que evitamos aceptar nos lo hacemos a nosotros y a los demás. Algo está pasando, algo que te ha pasado y en tu cabeza se revive. Y no sólo te pasa varias veces, le pasa a la gente que está a tu alcance. Los bordes de tu herida cortan a los demás y te siguen cortando. Por eso hay que aceptar las cosas como son, lo que pasó, sin decir "tenía que haber hecho..." porque eso lo sabes ahora que eres una persona más sabia. Justicia implica pensar que los nervios no nos dejan pensar, que las herramientas posteriores son posteriores y que no querías ser así de herido. La aceptación es indispensable, sino es un arrastre durante mucho tiempo de algo que nos daña.

3.- Toda emoción disruptiva que sientas sobre quienes sacaron partida de tu dolor, es válida. Quien hace leña del árbol caído se expone a ser odiado, rechazado, resultar decepcionante y querer ser mantenido lo más lejos posible. Y está bien. Las emociones disruptivas son para eso, para avisar de que algo no te hace bien y tiene que permanecer lejos. Y como he dicho, desvincularse no por perdonar a lo loco, sino por aceptar que las cosas fueron lo que fueron, que no tienen poder sobre nosotros y que seguiremos adelante sin el dolor.

4.- Entender nuestro apego al dolor. A veces las heridas nos llevan a roles: Al rol de la persona que necesita de los demás, o de la persona hiperdependiente, del eterno cuidador, de la persona hiperorganizada, de la que huye de las relaciones serias o se vincula a gente que le hace mal. Nuestras heridas dicen mucho de lo que hacemos y lo hacemos dice mucho de nuestras heridas. La aceptación de nuestras heridas y situaciones nos lleva a la aceptación del rol que hemos asumido, consciente o inconscientemente y sobre todo, el daño que nos ha generado y cómo es importante que desmontemos ese apego al dolor sufrido y al rol adquirido.


5.-Patrones de pensamiento. Al igual que la adquisición de roles, se adquieren patrones de pensamiento. El patrón de pensamiento siempre lo explico de una manera muy visual: Imagínate que tienes un campo con hierba alta por el que tienes que pasar. Un día pasas y al día siguiente pasas por el mismo camino, porque la hierba está más aplastada por ahí y es fácil pasar, al final haces surco si pasas todos los días y terminas haciendo un caminito. Pero que pases por ahí no significa que sea la mejor opción. Quizá todos los días estas pasando cerca de un nido de víboras y un día se pueden sentir atacadas y morderte. Por eso es importante saber que se pueden generar otros caminos, aunque la hierba esté alta. La primera vez, costará más tiempo y esfuerzo, pero poco a poco, será más sano y detectar el camino bueno será más fácil. Con el cerebro pasa lo mismo, el primer día cuesta detectar lo que hacemos mal porque "siempre se hizo así", muchas veces sin plantearnos si la manera en que hacíamos lo que hacíamos era buena o era la mejor opción de hacerla. Los psicólogos dicen que para crear un nuevo hábito se necesitan 21 días y 27 para convertirlo en costumbre. Merece la pena darse 21 días. 

6.- Sólo el presente es operativo. Vivimos en una sociedad que se pasa el día mirando al mañana y no hay hoy. Y por eso vivimos en la ansiedad. Sin embargo no podemos trabajar con el mañana, sólo dejarnos algunas cosas preparadas, que no tienen ni porqué ser de ayuda. Ahora mismo sólo podemos trabajar con el hoy, con el ahora, con lo que nos ocurre. Y por eso a veces, lo más asumible es trabajar es día a día, hora a hora, o en el próximo minuto. Un buen ejemplo de esto (y mira que se meten con la serie, pero tiene sus momentos de oro) es cuando, en Friends, a Chandler le entra pánico por casarse y Ross le ayuda partiendo todo en tareas asumibles: No tienes que pensar en casarte, de momento, te vas a duchar, de momento te vas a vestir, ahora te vas a peinar, ahora vas a bajar al vestíbulo, ahora vas a saludar a los invitados... Y sólo centrarte en hacer esas tareas bien y hacerlo lo más placentero posible. Al final llegarás a una tarea que costará más (en este caso casarte),  pero ya habrás hecho las anteriores que también costaban y lo lograrás.

Y si no lo logras, lo has intentado. La historia está llena de personas que desafiaron sus miedos y lo intentaron y empujaron a otras personas a intentar un paso más. Es fácil escuchar lo de "buah, eso lo hace cualquiera", pero estamos hablando de personas heridas, así que no es cualquiera, es una persona con una herida abierta y eso tiene más dificultad. No hay nunca que olvidarse de reconocernos el mérito, no siempre el entorno lo hará por tí, pero tú lucha es sólo tuya.


Quiero mandar un abrazo a las personas que tratan de sanar en momentos de dificultad.

Antes de terminar, quería deciros que lo nuevo de Cava Baja se acaba de estrenar, marujeos reales muy emocionantes están recién servidos, así que tenedlos en cuenta porque os vais a divertir. En esta ocasión mis compañeros os contarán cosas maravillosas de mujeres que tuvieron que lidiar con muchos saraos (yo, sintiendolo mucho no me he podido apuntar, pero espero estar en siguientes).

Y recordaros también que este fin de semana va a ser la Cthulhuton, con películas y charlas sobre el mundo Lovecraftiano muy divertidas. Os dejo la información del evento aquí. Aún hay abonos generales, yo no me lo voy a perder y espero veros por ahí!!

4 comentarios:

  1. Me ha gustado muchísimo este post. Por herencias culturales, todas las personas en mayor o menor medida tenemos que lidiar con este tipo de vivencias.
    Un abrazo, querida Hellen (y viva ese iluminador, sea por lo que sea).

    ResponderEliminar
  2. Un post precioso y muy necesario. Me ha encanatdo cómo lo has explicado todo, y no es fácil, porque cuando hablas de estos temas estás hurgando en tu propio proceso de sanación y sus heridas, y hay puntos gatillo que saltan cuando menos lo esperas.
    Sea por lo que sea, yo también creo que usar más iluminador puede ser algo sanador (elcolor y el autocuidado en genral), quizá buscas más la luz del sol en vez de intentar pasar desapercibida, es una forma de tomar tu sitio en el mundo, de dejarte ver, y de disfrutar. Al menos, es una interpretación que se me ocurre en este momento, que puede o no ser lo que esté sucediendo, pero todo lo que estimule un buen diálogo y la creatividad, bien está.
    Disfruta del proceso, aunque no siemrpe sea fácil. Son tiempos convulsos, ypara sembrar y recoger, primero hay que preparar la tierra, y para eso, hay que removerla.
    Un abrazo muy fuerte!

    ResponderEliminar