domingo, 18 de junio de 2023

Look de uñas: Pink wave. Hoy toca una de libros nepotistas!

 



 El rosa 007 de Kiko con una ola gigante de Only Bluuuue de Bourjois y la plantilla de la ola gigante de Kads Travel 006. Supersencillo y veraniego, que ya tocaba. Me planteé pintar el interior de blanco y esta vez no... A lo mejor la siguiente sí me atrevo.

Hace mucho que no hablo de libros, porque hace mucho que no me da para leer, pero intento leer aunque sea los libros más ligeros que me han pasado y por eso hoy voy a hablar dos, desde el nepotismo más salvaje, porque me los han regalado, pero no sus autores a los que sí conozco. (Es un buen truco para promocionar a los amigos, hacer wishlist con obras de amigos que sabes que así puedes promocionar para gente que le pueda llamar la atención).

También os digo, si los hubiese leído y me hubiesen causado vergüenza ajena, me hubiese callado discretamente mi opinión pero no los hubiese publicado, porque a los amigos hay que apoyarlos, pero de manera honesta a lo que uno defiende.


El primero es un comic maravilloso que me regaló Tortuguencio llamado Doña Concha La rosa y la Espina, un cómic de la siempre divina Carla Berrocal sobre la vida de Concha Piquer.

El libro se ha elaborado con extractos de entrevistas de la propia Concha y la reflexión de otras personas expertas en la copla, la historia y la divulgación con su reflexión sobre cosas tan interesantes como ¿Es la copla machista o feminista? Y la reflexión final, al menos del libro, la dejo en el aire porque tenéis que ir a leerlo.

El dibujo de Carla es en blanco y negro pero la narrativa está llena de colores y canciones del repertorio de doña Concha donde se desgranan aspectos de su fuerte personalidad y cuestiones más curiosas como qué secretos contenía el famoso "baúl de la Piquer" o qué hacía con el dinero de las multas a quienes trabajaban en su compañía y era impuntuales o no iban de punta en blanco. Recomiendo muy fuerte leerlo con las canciones que entona en algunos episodios, porque es importante entender el tono y la coloratura de la voz de doña Concha cuando canta cada canción.

Perfeccionista, apasionada, transparente, Concha Piquer es una heroína musical que se ganó el respeto y la admiración de las artistas que convivieron con ella o la sucedieron y del mundo entero, que para eso triunfó tanto en USA. Este es el cómic que puedes leer con tu mayores, es más, a mi abuelo, amante de la copla, le hubiese encantando y lo leí con su recuerdo muy presente. De hecho, en un tweet, Carla compartió que este comic lo pudo leer Concha Márquez Piquer, hija de doña Concha y también artista de la copla, antes de fallecer y sus hijas pudieron transmitirle a Carla lo mucho que le gustó y lo que le alegró que su madre fuese recordada por sus obras y por su carrera en las nuevas generaciones, sin tener que romantizar nada.

Que un cómic pueda unir a generaciones en reflexiones sobre la vida actual a partir de un repaso por una artista lo vuelve una obra transversal de interesante lectura. 

 


Llega el verano y me da por leer algo de poesía, ¿porqué? Y yo digo, ¿Y porqué no? En este caso un libro del siempre sabio y acertado Ángel Codón , el cual, da igual lo que haga o anécdotas anteriores, siempre estará en mi memoria muerto de la risa al saber la anécdota del corcho de los croatas eurovisivos. En serio, da mucho gusto hacer reír a Ángel porque, cuando le hace algo gracia, se ríe con una de las risas más profundas y sinceras que te puedas imaginar.

Este libro me lo regaló Lemu, ser de luz sin par, y la verdad es que es un libro al que tenía ganas desde que Ángel sacó algunos poemas en sus Crónicas del Hombre Muerto, que son pequeños podcast donde leía poesía, reflexionaba de cosas y acompañaba con buena música. Sólo hay una manera de definir  este libro que sería "Anemoia estadounidense en un verano de Madrid". La anemoia es la nostalgia por algo que ya no existe o que nunca existió, pero del que tienes una imagen quizá por la cultura popular, porque tu mente te ha llevado ahí o porque sí existe un recuerdo, sólo que ya no es lo que fue. 

Este libro sabe a I'm on fire de Bruce Sprinsteen, pero también a Baker Street de Gerry Rafferty y al Summertime de Janis Joplin (aunque Ángel odie su voz, basicamente porque la conoces y al mismo tiempo te es áspera), a tarde de calor pegajoso en el centro de Madrid, a vivencias del pasado que no se han tenido pero que imaginas en un pueblo perdido de la America Profunda, de crecer, de dejar cosas atrás como te dejas el culo de un whisky en la copa porque estás muy cansado y está acuado por los hielos, a la desilusión de planes que no salen como querías pero que tampoco intentaste al 100%, a vivir medio en serio rimando en broma (con culo). A celebrar tus triunfos cuando ya dejaron de llegar - o al menos, dejas de creer en ellos-, a brindar por los fracasos cuando empiezan a acumularse. A hacer lista de agravios contra uno mismo. A cerrar etapas y seguir adelante un poco a remolque, un poco porque no tienes mejor plan, un poco porque no sabes qué hacer con tu vida, un poco porque estás cansado de todo pero no quieres nada nuevo porque agradeces la manta confortable de la conocida costumbre.

Porque este libro es de las zonas comunes, de las zonas comunes que vivimos y nos son familiares pero no alegres, de lo familiar de la desilusión, del desencanto, del cansancio vital, de lo sintético, de lo artificial que resulta natural en una gran ciudad, del vacío en el gentío... De darle al mismo tiempo la espalda a todo e inventarse algo para dejarlo atrás y empezar otro capítulo sin tener un argumento. Un salto de fe, que dirían en La última cruzada.

No es un libro diseñado para ser bonito, tampoco incómodo, es seco, pero a la vez, extrañamente familiar en lo incómodo.

Un poemario pequeño con portada de Hopper, uno de los autores favoritos de Ángel, y que aún tengo sin firmar (porque se me olvidó llevarlo al TDC con un boli, que me haría ilusión tener una firmita en él). Os lo recomiendo encarecidamente si os gusta este tipo de literatura. 

Muchas gracias a Lemu y Tortuguencio por los regalos, son detallazos.

¿Alguna recomendación de libros para el verano?

4 comentarios:

  1. Esquivamos demasiado la mirada a lo feo y a lo incómodo, y quizá sólo es un niño triste y refunfuñón que necesita algo de atención para que descubramos que tiene cosas bonitas, aunque hay que aprender a verlas.
    Es algo con lo que he estado trabajando la primera parte de este año, y la ganancia es brutal.
    Besos!

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  2. A mi me encanta leer libros "diferentes" y, ¿sabes qué? que el club de lectura me viene genial para eso, porque claro, yo, sea comprando o yendo a la biblioteca, suelo ir a lo seguro. Iniciativas del tipo que te digo me han sacado de esto y así he descubierto lecturas y autores maravillosos. Así que chapó por estas lecturas.
    Besitos.

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  3. Preciosa manicura y muy interesantes los libros.

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