El otro día cotilleando por tiendas frikis americanas por
internet (que sigo sin comprar por internet, porque aunque una trabaje, hasta
fin de mes no llegan los dineros… y cuando lleguen, hay cosas más importantes),
por aquello de buscar ideas para regalos entré en una tienda muy original donde
vi una de esas latitas tan monas donde puedes meter tus paquetes de tabaco.
Una hace tiempo que dejó de fumar, bastante, a veces pienso que demasiado (sigo
acordándome de ese fantasma que vivía en el metro en la peli Ghost que decía
eso de “lo que daría yo por una caladita!”), pero la caja en cuestión no era
una caja de cigarros, o por lo menos, no la vendían para eso, la vendían como
caja de tiritas.
Tan simple como eso, metes tus tiritas ahí y santas pascuas.
Y yo me he comprado una, porque me parecía un inventaco (sobre todo que mis
zapatos, en los días más inesperados me hacen fosfatina los pies) en otro
sitio, porque hasta ahora las tenía en una cajita de cartón, la que te viene
cuando te las venden y en el bolso se aplastan, por aquello de que llevas mil
cosas y al final cuando vas a usarlas las tienes deformadas. Luego si las pones
en una bolsita de tela con los cosméticos y tal, cuando sacas todo, también se
deforman, o incluso, se te pegan a otras cosas. Así que las he metido en esta
cajita con las típicas pastillitas que llevas en el bolso: una aspirina, un par
de paracetamoles por si te resfrías, un par de ibuprofenos… esas cosas… ahí van
bien protegidas y no se deforman en absoluto. Y como no da el sol, pues las
medicinas van también muy bien protegidas.
La caja escogida es la portada de una peli clásica, Sabrina,
que me encanta porque tiene a mis dos actores favoritos, Miss Audrey Hepburn y
Mr Humphrey Bogart, con un fantástico William Holden, aunque en el dibujo han
pintado de tal manera a Audrey que parece Sofía Loren, que hubiese sido
interesante verla en este papel, pero la verdad es que no pega, porque Sofía
tiene cara de tener mucho carácter y hubiese puesto firme al papel de Holden en
un periquete. Por si aún no lo habéis visto, Sabrina es la hija de un chofer de
una familia rica, ella está enamorada del hijo menor de los señores, David, pero él es
un ligón empedernido y no hace más que romperla el corazón. Un día Sabrina
tiene la oportunidad de conocer Paris, gracias a los estudios que su padre, el chofer,
pero un hombre cultivado, le ha costeado y el mundo de la cultura y la vida
misma se abre frente a ella. Y entonces
es cuando vuelve y el hijo de los jefes, que no la reconoce, se enamora
de ella, aunque se va a casar con otra. Como la futura esposa es una hija de
una familia rica con la que ambas familias pretenden establecer negocios, el
hijo mayor de la familia, Linus (Bogart) se mete para interceder para que la
relación con Sabrina no prospere… el problema es que Linus, hombre de negocios,
ve que no es una de las cabezas locas que impresionan a su hermano…
Estas cajitas se pueden encontrar en algunos bazares y en
tiendas de venta de monederos, bolsos y marroquinería en general (por raro que
parezca), pero yo la he comprado en una tienda de decoración cercana a mi casa
y me parece un gran invento, además que viste mucho sacar tu cajita de película
estupenda. En la tienda donde lo adquirí había 2 modelos, este y el modelo “la
tentación vive arriba”, pero aunque este año sea aniversario de Marilyn y
siempre me haya parecido una mujer muy inteligente en un mundo que la tenía
encorsetada para bastante menos de lo que valía, prefiero a Audrey. Al fin y al
cabo su vida no fue fácil, pero intentó ser feliz… supongo que le salió mejor
que a Marilyn, además es lo que te ahorras, porque si metes tiritas al bolso y
luego las tienes que tirar porque están arrugadas, el papel protector de la
parte pegajosa se cae y se pega con cualquier cosa es un asco. Y la cajita es
supermona y no muy cara, no superó los 3 euris. Pero seguro que muchas tenéis
de estas en casa, y aunque no os molen las podéis decorar con esmaltes que
nunca uséis, con purpurina, o con lo que se os ocurra… todo es reciclar. Lo
ideal sería pasarles una lija suave para eliminar la pintura, o un decapante
fino y luego una pintura que permita adherir otras encima, lo básico, pero
sino, os saltáis este paso y atacáis con el esmalte.
¿Qué os parece la idea?
Pues son una monada, y la idea de hacer las tuyas también me ha encantado, puede ser amena y quedar muy chula. BESOS!
ResponderEliminarMe parece una cucada.
ResponderEliminarA ver si tengo algunacaja por ahí y la tuneo.
Besos!
Con esmalte de uñas queda más chachi.
ResponderEliminarTengo un par que compré por monas y al final son mas útiles de lo que uno se imagina: para las viajes sirven de minibotiquin, joyero, para llevar algodón y que no se aplaste...
ResponderEliminarUn besazo!
Me parece muy mona! Besos
ResponderEliminaranda, si llego a saberlo, tengo un montón de cajas metálicas que daban con el lucky, te doy una y así tienes "quita y pon". el sábado nos vemos!
ResponderEliminarTiene un toque retro maravilloso...
ResponderEliminarLa caja es una monada, y tienes razón con lo de las tiritas, al final acaban todas espachurradas e inservibles. Buen invento y buena idea.
ResponderEliminarHe intentado comentarte este post toda la semana por el móvil y no le daba la gana.....
ResponderEliminarPues eso, te decía que la cajita es una monería y q tengo que ver la peli, que seguro me gusta!
Besitos!
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