Estos días los periódicos y medios británicos(a los que me estoy
aficionando por recomendación de mi profesora de inglés) se han hecho eco de un
estudio que afirma que pensamos que las personas que huelen a pan, a bollería,
a dulce horneado… nos dan la impresión de ser más amables y por ende, somos más
amables con ellas.
El estudio se probó en situaciones en las que la
interactuación se podía ver comprometida por el hecho de que una persona fuese
amable: poniendo a gente con olor a panadería en lugares de atención al
cliente, o con mucha afluencia de público y a gente con otros olores, y después
preguntando a las personas atendidas qué opinión tenían sobre su interlocutor.
Tenemos una memoria olfativa, y en otros campos se
ha demostrado, que a las personas con caras de niños, normalmente se las suele
tratar con una mayor condescendencia por aquello de que se las ve como a niños,
así que las personas con cara de niños se comportan como niños porque el mundo
les trata así (y algunos porque le echan mucho morro). ¿Pero puede un olor
predisponernos a una conducta?
La cosa es que hasta qué punto pueden condicionarnos
las pequeñas cosas, el otro día en un programa de entretenimiento de la BBC,
hablaban de esta noticia y pensaban que si una persona puede ser manipulable
con el olor de una barra de pan, hasta qué punto somos manipulables, así que
propusieron a la gente ir a un sitio, pedir una cita a una persona y volver al
mismo sitio y pedirle una cita a otra persona, tan solo cambiando el color de
la camisa, o de algo que llevasen puesto, a ver si colaba.
Obviamente este experimento es un asco: para poder
contrastarlo tendrías que hacerlo con gemelos, y la misma persona, porque si
cambias de individuo no puedes echarle la culpa a que hay colores que
predisponen a las citas más que otros…
Pero hay una cosa que sí me ha llamado la atención.
Todos los días (unos más que otros) mastico mi idea de “ambientador en el
metro” y cada día más (sobre todo desde que el otro día me dieron un empujón
que casi me placan en el metro, me hicieron bastante daño en la clavícula)
pienso en la idea de “ambientador de bollería recién horneada”, para un
comportamiento más cívico en el metro. Y después, bañada en ese olor, me daría
una vuelta por Mac, a ver si las dependientas me tratan mejor…
Te sientes un poco como Julia Roberts de compras en Rodeo Drive
¿Puede la persona ser más amable sólo con un olor?
¿Es un olor tan poderoso que nos puede volver más cívicos?
No lo sé, pero propongo reflotar negocios en el
metro con una industria panadera potente sin masas congeladas (muerte a las
masas congeladas!!)
¿Y vosotr@s? ¿Hay olores que os ponen de mala leche?
¿Tratáis mejor las personas si tienen un olor determinado?(y no me refiero a cuando huelen mal).
Pues la verdad es que, estoy de acuerdo con la teoría en general pero nunca me he parado a pensar si sucede a mi alrededor. Eso sí, recuerdo que tenía una esencia vainilla cuando iba a la facultad, y la gente cuando la olía, decía "huele a dulce", "huele a natilla"...así que nada, voy a tener que hacerme con ella otra vez jajaja
ResponderEliminarPues yo veo lógico lo del pan. Cuando huelo pan caliente, o bollería, me pongo de buen humor. Hasta cuando tengo el día torcido.
ResponderEliminarCreo que deberías impulsar la idea de un ambientador de pan en el metro. Muy necesario.
Yo creo que el olor sí predispone en bastante grado a una conducta o a otra. De hecho, ¿por qué si no coincide muchas veces el tipo de preferencia en los perfumes con un perfil de personalidad muy siilar?
ResponderEliminarPor cierto, tampoco conozco a nadie que odie al panadero.
Besos!
Intento no discriminar a las personas por su aroma, pero el olor deaceituna concentrado de algunas paradas de Carrefours o supers me da mucha cosilla...ése vinagre tan fuette tan fuette...hododozo...Éste mes mi hermana me ha pasado una de las colonias "Impulso". Se la compró en verano,la guardó, la encontró ayer...la olió y me volví loca...me la regaló...Huele a coco, hay gente que el olor a coco en Invierno les cae mal, a Mí me gusta todo el año, me recuerda al verano.
ResponderEliminarBesotes!
Para mi el olor es bastante importante! besos
ResponderEliminarYo cuando me olvido de perfumarme, no lo puedo remediar, me siento un poco menos feliz.
ResponderEliminarY
Pues verás, yo es que prácticamente no tengo olfato, huelo pero apenas distingo olores, así que no creo que conmigo funcionase lo de la panadería. De todos modos apoyo tu moción del metro, la gente debería ser más cuidadosa y educada.
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