Cremas y votaciones

Una cosa que me ha sorprendido sobre manera en esto días es la noticia de que la crema Q10 de día de Lidl es la mejor valorada por la OCU, una crema de la que no he visto ni una sola review en los blog de potingueras que sigo. Porque las potingueras, no sé si sabéis que somos consumidoras ( como veréis, hago una clara distinción entre productos adquiridos y productos regalados, algunas bloggeras si reciben más regalos. No creo que esté relacionado con el número de lectoras, porque Subflava tiene un montón y abrió su sección “soy bloggera dame argo, payo” por alguna razón).

El ser consumidora a veces es una ventaja, porque cuando es una caca de la vaca tienes la libertad de decirlo sin paliativos. Si te dan algo y no te gusta tienes que hacer un alarde de despliegue lingüístico para decir que la caca es caldo de cultivo y enriquecimiento para frutos y flores de la madre Natura, que aunque es más bucólico, sigue siendo caca.

Siempre hay algún defensor de los casos imposibles...

La cosa es que si un montón de chicas que hacen vídeos y reviews y ninguna comenta esta crema… de donde se sacan los datos?! Es que ninguna potinguera (que yo lea) compra en el Lidl? Es que la OCU no pregunta a ninguna bloggera? Y si lo hace… díganos a quién! (cotilleando por internet las únicas reviews son en forofemenino – que me perdonen, pero es el foro coches de las tías: está lleno de trolles e ideas peregrinas y de gente bienintencionada… sólo que en una proporción más sanamente pasiva, porque si tienes que atender a todas las ideas peregrinas del personal, te da de todo y la primera de una bloggera española es de ladanena, el resto, la mayoría son de otros países comunitarios… todas positivas eso sí).

La segunda crema mejor valorada es la Eucerin Hialuron Filler, de uno 30 euris de precio, de la cual sí he leído crítica en su mayor parte positivas.

  Nos pasa a muchas, las cremas no son más que químicos y marketing

Esto me recuerda a un documental que pillé a mi madre viendo por la noche sobre cremas y que trato de localizar desesperadamente (si alguien sabe el nombre o lo ha visto, por favor, me lo deje en comentarios). La parte que vi (porque era realmente tarde) era un experimento con babosas luminiscentes: dichas babosas relumbraban cual gusiluces nocturnos ante la exposición de radicales libres, los verdaderos culpables de las arrugas. Así que cogieron a varias babosas: las primeras fueron untadas por una crema que no existe ya, pero que aseguro que funciona, que era un concentrado de vitamina c de Nivea que no superaba los 8 euros. La segunda tanda de babosillas fueron untadas en una crema de precio medio de unos 20 euros (el bote salía sin marca, parecía algo tipo vichy o biotherm) y la tercera era una de precio alto que parecía de Dior- Chanel… y varias babosas fueron untadas con dichos ungüentos.

Tras el untamiento previo, se pasó a inyectar a las pobres babosas con un concentrado de radicales libres: si la crema funcionaba, las babosas no se iluminarían, si las babosas brillaban es que no estaba funcionando la crema en absoluto.

 Parece que funciona el experimento este...

Bueno, pues las babosas más refulgentes fueron… efectivamente! Las de las cremas precio caro! Y las menos las de la Nivea. La explicación es que las cremas de alta gama prometían muchas cosas: reducción de ojeras, reducción de arrugas, mejor tono de la piel, protección solar, menos manchas, unas vacaciones en Roma, una vida sin juanetes… y claro, sus propios ingredientes se impedían actuar los unos a los otros. Es decir, cuando una crema te promete que puede hacer 7 cosas, al final no hace nada, porque sobre la misma piel, un ingrediente puede impedir actuar a otro.

La crema de Nivea sólo tenía vitamina C, así que la vitamina C se explayaba tan ricamente y trabajaba a destajo. 

Sí, fastidia cuando te gastas un pastón en algo que no funciona...

Mi madre tenía esa crema y yo la usaba cuando tenía exámenes porque te daba la vida que las horas de sueño estudiando te habían quitado: era cosa de 5 minutos y estupendísima (eso sí, sacaba siempre alguna espinilla, porque era un poco grasa, pero elegías entre espinilla o zombificación… y ese día la zombificación no era una opción –máxime cuando en un examen me levanté tarde y salí de casa sin maquillar, recién duchada, con el pelo mojado y todo, con lo primero que vi por casa me vestí, que viene a ser unos vaqueros negros y una camiseta de Led Zeppelin y me dijeron que tenía cierto morbo de yonki de los 90 de la atormentada generación x… nunca más, antes muerta que ir de Kate Moss por la vida-).

Lo bueno de las bloggeras es que experimentamos con todo: natural, químico, caro, barato… somos unas catacaldos amigas del famoso slogan ochentero de Colón (“busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”), la pregunta que me hago y quiero que alguien me conteste (yo era un infeliz… nooooo!, vale, no metamos a Les Luthiers en esto) es, si ahora su fama y valoración son tan positivas: ¿la vais a probar? ¿ os pica la curiosidad? ¿la van a subir de precio?...

Veremos qué pasa.