Normalmente los viernes suelo ir al gimnasio, me doy una paliza estupenda, una duchita y me hago uñas, pero este viernes fui a hacerme las famosas pruebas de la alergia al pescado... sí, esa que me dió en agosto, sí, esas que eran de urgencia...
Esas. Ahora. Sí, estoy escribiendo esto con una sarcástica carita feliz dibujada en mi rostro.
Así que cambié turno con mi compañera de turno y no me compliqué mucho la vida con un rojo de Kiko el 238 y el punk royal de la colección rebels que oscurece el esmalte y pone unos graciosos puntitos en la uña. Me recordó no sé porque a Caro Emerald, quizá por su moreno de pelo y su afición al rojo de labios, no sé.
Por cierto, tras dos horas y media en el médico, un montón de preguntas sobre mi vida y mi historial médico, 20 pico pinchazos en un brazo y otros 20 pico en el otro, resulta que el pescado no me da alergia, puede ser el anisakis, pero no me da mucho y posible que lo que me tiene lejos del pescado sea otra cosa, así que me han sacado sangre y testearán para ver qué me produce que me pique la lengua y se me hinchen los labios como a Esther Cañadas (sí, puede parecer guay, pero no es nada agradable).
Cosas que no se van ni con agua bendita: la alergia...
Vamos, que no tenemos ni idea de qué me está formando el lío total. De momento, ya me está modificando la dieta, y parece ser que la cena de navidad de todos los años (tampoco es que nos rompamos la cabeza) también, porque no puedo chupar ni la triste cabeza de un langostino sin tener la horrible necesidad de frotarme los labios con un scotts brite del picor.
Chaaaaachi.
La semana que viene, como sabéis es el salón del Look, por motivos varios (viajes de la tía Maruja, compromisos del resto del equipo) cambiaré de equipo, pero espero que sea divertido y animado de cualquier manera. No sé muy bien qué nos toparemos, pero esperemos que sea productivo.
Hablando de potis, me he aficionado a una serie con dos capítulos que pensaba que iba a ser un asco, pero creo que tiene un fondo muy interesante, se llama Selfie. La típica niña fea en el colegio se vuelve un pibón de adulta, es superfamosa en twitter, pero en a vida real se da cuenta, tras un capítulo MUY humillante en un avión, de que realmente no conecta con la gente, por eso pide al genio de Marketing de la empresa, un tipo adicto al trabajo, que le eche una mano.
Selfie, usando una mezcla del encanto de My Fair Lady y el mito de Pigmalion (de hecho la protagonista se llama Eliza Doollie, en vez de Doolittle), nos para los pies con las redes sociales: algo va mal cuando tienes miles de followers y tienes un mal día y nadie está ahí para mandarte ni un mensaje de apoyo. Así que Elisa le pide a Henry, responsable de volver la fiabilidad a un inhalador que provocaba alucinaciones satánicas en un producto fiable para el consumidor (tras un cambio de fórmula) que haga lo mismo con ella: un producto fiable y que guste a todos para volver a su estatus anterior.
Sí, un asco...
Así mismo la serie hace una crítica feminista sobre como las redes sociales nos han trastocado la vida volviendo, sobre todo a la mujer, más florero de lo que era y ansiada por la atención ajena, muchas veces usando el sexo como arma para conseguir esa atención: Necesitamos atención para reforzar nuestro yo, cuando nuestro yo se debilita al no pensar y dedicar toda su atención a lo que los demás dicen de nosotros en vez de pensar en la opinión que tenemos de nosotros mismos y como mejorarla. Un ejemplo muy bueno está en el segundo capítulo cuando Eliza hace fav a un comentario hater diciendo que tiene que añadirle como favorito porque los haters te dan publicidad y es una manera de decirles que sus comentarios negativos no te afectan... aunque si lo hagan. Henry le dice que no tiene sentido decir que te gusta algo ofensivo de una persona que no te gusta, que no se debería admitir... pero es lo que hay, admitimos cosas que no queremos sólo para disimular que no nos afectan.
La verdad es que pensaba que sería una serie bastante sencillota que caería más en el humor vacío, pero es bastante crítica con el comportamiento social como grupo que tenemos en ocasiones y por eso me gustaría que, si os parece interesante, le echéis un vistacillo.
Pues tomo nota de esa serie, no tenía ni idea de ella. Mucha paciencia con el tema alergia, menudo plan hija
ResponderEliminarY la manicura...me encanta: ¡es roja!
(jajaja).
Un besazo!
Hola, guapa!
ResponderEliminarYa he vuelto! :D
Iré al Salón Look, pero no sé ni cómo ni cuándo, pendiente aún de que una persona venga (o no) de fuera... en fins. Si se puede te mando un wasap.
Qué raro lo que dices de la alergia que no es alergia al pescado. Está claro que te da alergia y sin embargo no te da! Ojalá se descubra pronto qué te pasa (pronto=PRONTO).
Curiosa la serie, me la apunto! Tan real como la vida misma...
Un beso, linda!
Hola guapa!!! A mi madre, hace muchos años, le dio un shock anafiláctico tras comer gambas. El problema no eran las gambas, era un conservante, no recuerdo el número, era un E-.... , a partir de ese momento tocó leer los envases de todo lo que se compraba. Quizá tu caso también sea alergia a algún aditivo. Espero que lo descubran pronto.
ResponderEliminarUn besito!!!
Espero que te digan pronto qué es lo que te provoca esa alergia. Tomo nota de la serie.
ResponderEliminarBesos!
¡Ya verás como te ríes en el Salon Look! Ya me contarás que ves de Masglo.Besotes!
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