Apertura de piscina y niños gritando como si Jason les persiguiese, manguitos en ristre. Nada como un look muy "piscinero" que diría Adaldrida (acompáñenlo de su tema veraniego digno de cualquier chill out playero, Supuro amor) con el azul tormenta 339 y el azul ayuntamiendo de Madrid 294 de Kiko ambos. Hacía siglos que no usaba este color azul azul y sigue siendo impresionante lo que pigmenta, es lo que tiene tener lacas a tutiplen, se te olvidan que tienes colores fabulosos que rara vez usas.
Hablando de colores, la decisión del supremo estadounidense de permitir los matrimonios homosexuales (donde la jurisprudencia o conjunto de sentencias dictadas por un tribunal) es fuente de derecho (aquí en España es fuente secundaria) ha sido algo fabuloso. Gente que quería formalizar su compromiso va a poder hacerlo, va a poder estar con su pareja cuando enferme y tomar decisiones sobre su salud si su pareja no puede tomarlas, van a poder tener derechos sobre la casa donde asienten su hogar en otros términos y podrán adoptar, heredar y legar, pero sobre todo, podrán celebrar su amor como hacen los homosexuales y que eso trascienda legalmente. No sé si fue Miterrand (sé que fue un político francés, pero ahora mismo no me sitúo bien) aquel que dijo que estaba en contra del matrimonio entre homosexuales pero que había que crear una situación "homologa" porque no se podían privar de derechos a la población. Parece que no, pero eso es muy importante, porque en el siglo XXI seguir negando derechos fundamentales a la población es horrible. Sí EE.UU. lo hace, no me cabe duda que muchas naciones irán detrás. (Felicidades a los que me lean en EE.UU. y se vean afectados positivamente por esta decisión! Os deseo lo mejor).
De hecho el otro día en el metro me quedé ojiplática. Una mujer extranjera embarazada de pie. Y a nadie se le movía el alma. Me cabree mucho, porque la mayoría eran mujeres las sentadas. Puedo entender que las mayores no se levanten, pero el resto, me parecía brutal, una dejó su sitio y le dije que si quería el asiento y me dijo que no, insistí y me dijo que de verdad, estaba mucho más cómoda de pie, que no podía sentarse con la tripota. Me afectó porque me pareció que a veces las mujeres nos quejamos de lo machista que es la sociedad, pero no podemos exigir un respeto que no damos. No sé si era porque a la gente no le daba por levantarse o por extranjería, pero me parecía horrible que nadie se levantase. Si yo estuviese en otro país me gustaría respeto. Uno tiene que ser, como dijo Gandhi, el cambio que quiera ver en el mundo.
Es que una no sabe ni donde fijarse, el otro día paseando con Mr Darcy (ya os hablaré de esto más intensamente en futuros post), íbamos por la calle y me acercó a un escaparate con bikinis y me dijo que me fijase en el maniquí porque siempre le daba por pensar lo sexista que era, siempre que lo veía. El maniquí en cuestión, a parte de llevar una 34-36, era bastante más alto que yo y en vez de cabeza tenía un espejo, supongo que para que te veas y te hagas una idea de cómo te quedaría el bikini. Lo que hace un poco indirectamente es cuestionar tu cuerpo... y desde luego hacer el imbécil, porque hay que ser necio para poner el espejo en un maniquí de 1'80, yo no llego a verme ni de coña. Las proporciones de mi cuerpo nada tenían que ver con las del maniquí y si fuese más bajito y yo más joven e inocente, el mensaje de dicho maniquí me alteraría un poco los nervios. Obviamente todas estas ideas las tienen expertos en marketing que deberían plantearse cobrar menos por vender menos tela, pero si yo trabajase en una tienda así, porque entiendo que una trabaja donde puede, que la crisis es muy dura y montase el maniquí... no sé, le pondría un bocadillo en la mano, una bolsa de patatas fritas, por solidaridad. No entiendo que se prohiban a modelos en pasarelas en este país pero estas técnicas de márketing se permitan. Oiga, pues veo a más maniquís que a modelos en lo que dura un año... y sobre todo, las españolas normalmente somos más bajitas, tenemos más curvas (sigo siendo un poco bicho palo, pero voy ganando)y desde luego, si algo nos gusta en este país es la buena comida. Pero muy cosificador e irrespetuoso (estoy con el tema del respeto on fire).
Jackie DeShannon decía eso que lo que necesita el mundo es amor, pero un poco de empatía, tampoco vendría mal. De momento os dejo con una receta de limonada casera para que estas cosas no os calienten la cabeza.