domingo, 23 de febrero de 2020

Look de uñas: Get tanned! Más libros que comentar.




Hacía mucho que no hacía yo un degradado y lo he hecho en tonos muy nude, pero queda chulo y no te digo yo que para verano sea una opción muy ponible. El rosa es el Naughty de la This is me de Essence y el tono más tostado es de Wynie... que no tiene nombre, ni tono, ni referencia vital, ni nada.

 En persona se aprecia mejor, pero es una opción para las que no se atreven a hacerse cosas cantosas pero no quieren un tono uniforme.Además, casi todo el mundo tiene tonos así en casita.

 El post del Cortisol ha tenido muy buena acogida y os lo agradezco a todos. Espero que nos sirva a todos para tener más conciencia de cómo las emociones afectan realmente a nuestro cuerpo, el impacto que generan y como no es una invención de las nuevas terapias para hacer caja: hay ciencia detrás.

Por cierto, aprovechando el nepotismo que genera que este sea mi blog (y si no gusta, cómprese el suyo, señora), decir que como este año va a ser un pestiño de proporciones descomunales la Fórmula 1 ha vuelto Vicisitud y Sordidez a su liga sórdida y, para variar, intentaré estar al día del corazón y de los estilismo para otorgar mis puntacos de la vida.  Para evitar que se me acuse abiertamente de corrupción, no voy a hacerme equipo peeero, pero como la vida está muy dura, se aceptan sobornos en sobres barcénicos y pagos en especias (me vienen bien calcetines de yoga).

Así mismo, siempre es admisible que me manden publicaciones, fotos y demás a Twitter. Ojo, fotos relativas a la liga, que nos conocemos y luego me llegan cosas que hacen que mis corneas ardan muy fuerte (bastante dura es mi vida como para añadir más hostilidad, vayamos por la senda de la elegancia, por favor).

Bueno, os voy a comentar unos libritos que tenía en mi lista de pendientes y que me he ido leyendo. La mayoría sí me han gustado, pero hay un poco de todo.


-La gran Evasión- Tim Carroll. La Gran Evasión fue una gran película basada en hechos reales, está entre mi top 10 de películas favoritas ever y la primera de las películas de tipo bélico: oficiales del ejército del aire aliado eran recluidos en campos de concentración específicos, donde eran tratados con bastante consideración, dado que para los alemanes, los pilotos eran de una raza superior -estos alemanes y su manía de hacer razas de todo-. La cosa es que los pilotos, a pesar de que oían constantemente que "la guerra había acabado para ellos", seguían intentando ser útiles a sus ejércitos de la única manera que podían: estableciendo constantes escapadas de los campos de concentración para conseguir que se centrasen la mayor parte de soldados y medios posibles en los mismos y no en las trincheras y batallas.

Este libro es la historia real de todos esos oficiales, más detallada, porque viendo la película te das cuenta de que hicieron un megamix de las historias para contar los distintos finales de los que llegaron a escapar, aunque no se supo muy bien qué pasó con algunos capturados de nuevo, y este libro detalla todo aquello. Dado que hace poco hay mucha gente tener un conocimiento insultantemente limitado de la segunda Guerra Mundial , y que la gente no se da cuenta de lo peligroso que es cómo muchos medios están usando técnicas practicadas por los nazis para normalizar radicalismos, creo que no sólo es necesario, sino que es sano leer un libro de las grandes guerras para tomar perspectiva de la ideología nazi, detectarla y desactivarla, porque de ella sale uno de los grandes legados de la historia, que es la carta de Los Derechos Humanos (1948) y emocionalmente creo que es hasta útil tomar perspectiva de que es un conflicto armado y qué son problemas de verdad (que a veces nos flipamos con inconvenientes insignificantes). Este libro no sólo es interesante, sino que también es entretenido, porque las condiciones de un militar de alta graduación y del cuerpo de aire no son las mismas que las de un judío,  y aporta una parte de la historia muy interesante y poco vista. De hecho, termina con una parte de los testimonios de Göering (uno de las cabezas visibles más notables del partido nazi) sobre el tratamiento a los prisioneros de los campos de concentración -obviamente haciéndose el longui de la vida-.


-Como ser una mujer- Caitlin Moran. Tengo un montón de libros pendientes que tenía que haberme leído, por recomendación, porque vi la reseña y me gustó, porque me lo regalaron... y no les doy salida. Soy así. He decidido darles salida, aunque sea poco a poco. Este es uno y recuerdo que si no fue este, fue otro de la misma autora, que leí reseña en el blog de Gadi (que me corrija por favor, si me equivoco, que me da que no). Este libro es necesario. Por un lado porque es un compendio de reflexiones que nos hemos hecho todas las mujeres de preguntas que no siempre hemos podido formular ni a adultos, ni a amigas, ni a nadie y nos hemos quedado con el run run años y años (en serio, ¿qué p*to genio de la biología decidió que la depilación íntima integral era un sinónimo de higiene?). Por otro lado, porque está escrito en un estilo muy llevadero, que me recuerda a algo a medio camino entre el Afrodita de Isabel Allende (mi libro favorito de momento, un ensayo sobre la evolución del amor, el sexo, el romanticismo, los afrodisiacos y la comida) y los libros más personales de Marian Keyes.  No es un feminismo adoctrinante, es un feminismo de la mujer que se plantea cuestiones tales como ¿cómo hemos llegado a las mujeres a este punto? Porque la indignación por la constante sensación de que lo único aprobado socialmente, en muchos escenarios, es que la mujer salga perdiendo no es una sensación de Caitlin, es general, pero nadie lo dice. Y el hecho de que uno de los hechos más molestos del feminismo es que dejemos de renunciar ese espacio de segundonas, también es algo que muchas pensamos. Todo con mucho sentido del humor y la particular visión de Caitlin, con la que puede que no compartas todas las opiniones, pero te llevará al menos a reflexiones sobre hecho que puede que no te hayas hecho, o al menos bajo esa perspectiva y al menos, eso es siempre bueno. Muy recomendable.


-El mandarín- Jose María Eça de Queirós. Este no es un libro propiamente dicho, sino un relato de un escritor portugues, publicado en 1880. Adaldrida y mi prima, fíjate, aunque no se han encontrado, han ido a Oporto unos días y han coincidido en la ciudad y no recuerdo haber leído mucho de escritores portugueses, así que me he dado a este pequeño relato, muy colorido y pintoresco que nos hace una pregunta interesante: imagínate que tienes la posibilidad de ser inmensamente rico, pero rico millonario de una manera absurda. Sólo tienes que cargarte a un mandarín que no conoces. Un chino mandarín con su cometa. Un señor que no te ha hecho nada. Ni siquiera tienes que matarlo, ni clavarle un cuchillo, ni verle. Simplemente sabes que si tocas una pequeña campanilla, el mandarín dejaría de existir y sus inmensas riquezas, pasarían a ti. No le conoces, no sabes si es respetable o no, si es buena persona o no, es sólo un mandarín con su cometa. Sólo levantas la campanilla y haces tilín. ¿Qué harías? Esta historia es la historia de Teodoro, una historia llena de luz y color, un funcionario que lleva una vida sencilla y que, de repente, se encuentra en esa diatriba. No digo más, porque es un relato y lo mismo lo destripo, pero está interesante, es colorido y descriptivo en sus escenarios, pero no es pesado.


-Uno siempre cambia al amor de su vida, por otro amor o por otra vida.- Amalia Andrade. Otro libro peculiar. Un libro con actividades y pegatinas que podríamos considerar el Vacaciones Santillana de las rupturas sentimentales. Da igual quién haya roto, como si has nacido con el corazón roto, si la Britney de 2007 pudo superarlo, tú también. Que dicho así suena a libro frívolo y tóxico, rollo Mr Wonderful que minimiza todo lo que supone una ruptura. Y en parte sí se lo toma con humor, porque todo con humor está bien, pero en parte también da consejos como ir al psicólogo, darse tiempo, permitirse sentirse mal y te va llevando de la mano a una visualización de lo que es tu conflicto y las fases mas peliagudas de la relación. Una cosa que tiene muy buena es que te ayuda a visualizar con ejemplos qué cosas te estan ayudando. Una cosa regular que tiene es que te sugiere "pecaditos" para sobrellevar la ruptura y muchos pasan por la comida basura, que, de un tiempo a esta parte apoyo más bien poco el rollo esto de pagar las cosas emocionales con comida. Una cosa más que te dice es que puedes estar haciendo todo o casi todo bien y que te cueste sentirte mejor (por eso está bien pedir ayuda y darse tiempo). El libro no está mal, sobre todo porque te da la oportunidad de dar nombre a procesos. Parece de parvulitos, pero son técnicas psicológicas a pequeña escala: la proporcionalidad de las emociones (hay gente que ha pasado por una guerra mundial y ha sobrevivido, lo mismo tú también puedes y no es el fin del mundo), darte permiso para sentirte mal (que haya gente que haya sobrevivido una guerra mundial no significa que no tengas derecho a sentirte mal por lo que te pasa), valorar por una curva tu evolución y ponerle nombre a tus estados, darte permiso para gestionar distintas emociones sin sentirte mal, evitar el uso de redes sociales para el mal...


-Helen no puede dormir- Marian Keyes. Este libro me lo regalaron hace años. En la oficina en la que trabajaban nos regalaban libros por el día del libro, me regalaron uno distópico de José Saramagao y a mi compañera este -los libros iban envueltos, así que te tocaba el que te tocaba-. A mi compañera no le gustaba el suyo, y a mi sí me gusta la Keyes, así que le propuse cambiarlos, pero como tenía una mudanza en mente, me lo regaló, porque no quería trastos... Y ahí lo he tenido buscando un momento para dedicarle y ahora ha sido el momento. Creo que ha sido el libro de Keyes que menos me ha enganchado la trama pero con el que más he conectado emocionalmente, quizá por el momento en el que lo he leído. No tengo claro cuál es mi favorito, pero sí me parece un libro necesario, porque creo que rompe muchos estereotipos de lo que puede ser una depresión. La sintomatología sabemos que es aparentemente tristeza, dejadez, la famosísima anhedonia... pero y si la persona no para? Y si la persona hace cosas porque le da miedo entrar en depresión, pero ya está en depresión y no lo sabe? Todo este discurso viene por un acontecimiento que me ha pasado esta semana, he conocido un caso de depresión sonriente y del que abrí un minihilo rápido en twitter: una persona que aparentemente está bien y no tiene motivos (o creemos que no los tiene) para sentirse deprimida, que hace muchas cosas, cuida mucho su imagen, trata de hacer un montón de cosas que recomiendan para no deprimirse, pero por dentro está destruida, tiene pensamientos suicidas, baja autoestima, desmotivación o anhedonia incluso... pero simplemente no parece deprimida y por lo tanto, se niega a ese concepto, por lo que es complicado de diagnosticar. Sin embargo, son personas con altas tasas de suicidios, porque al no tener tratamiento, y ser invisible su dolor, no se les ve venir. Y el personaje de Helen no es depresión sonriente, pero es depresión.

Helen es investigadora privada, su vida tiende al caos, no consigue muchos clientes y no puede pagar las facturas, así que termina volviendo a vivir con sus padres, su ex es manager de una banda adolescente en los 90 que hacen una gira de vuelta y vuelve para proponerle un trabajito: el problema es que Wayne, uno de sus miembros, desaparece de la noche a la mañana en menos de una semana del primer concierto. Jay, el ex de Helen, la contrata para encontrarle mientras intenta seducirla para que vuelvan, pero Helen no quiere, tiene mucho en la cabeza y sólo quiere encontrar una medicación que le haga sentir menos miserable, mientras que conoce a Artie, un policía especializado en casos de fraude fiscal, divorciado y con 3 hijos. Helen intenta poner orden en su cabeza, en su caso y en su vida, donde se topa con una familia que no entiende la depresión, una medicación que no funciona y la incapacidad de llegar a fin de mes.

No ha sido el libro que más  me ha viciado respecto a la trama de los de la Keyes, pero me ha gustado mucho, porque demuestra varias cosas sobre la salud mental que son importantes como que apoyar a alguien enfermo no es decirle lo que esperas que haga, sino escuchar sin juzgar, que la medicación en una enfermedad es una parte importante en el tratamiento de la sintomatología, pero la terapia lo es igual o más, pero ambas son importantes de cara a manejo de crisis, que no aparente estar enfermo no implica que no tenga una enfermedad, si alguien te dice que tiene una enfermedad mental es porque confía en que lo entiendas, no porque espera que lo juzgues o le solventes el conflicto, si una persona no está preparada para hablar de algo, obligarle a hablar no es bueno... cosas que no habría que decir, pero sin embargo, hay que decir y no hay que callarse.

Alguna recomendación?

4 comentarios:

  1. Me ha encantado la selección literaria, no sabría con cuál empezar, pero me quedo con dos ideas fundamentales: la necesidad de conocer la verdad sobre la historia, sobre todo si hay nazis por medio, y las depresiones que no lo parecen. Nada esconde tanto como una sonrisa (en ocasiones)
    Besos!

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  2. Pues sí, el libro de Moran lo reseñé yo. Oye, con las ganas de leer el post que tenía y se me ha debido de pasar, ahora mismo me pongo las pilas.
    Un besito.

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