El gris 095 de Kiko con una capa del Milk it Shine de Catrice encima y unas pegatinas que tengo que de bigotes que, sinceramente, no recuerdo de donde salieron. El 095 está en las últimas y ya ni seca bien, por lo que se va a ir a la basura más pronto que tarde.
Aún así, este es de los últimos experimentos que podremos tener con él.
Primero la promo: Si queréis pasar un buen rato hoy a las 18h., hay un programa estupendo en el canal de Twitch de Secuencia 11 que se llama Valiente Pereza y que tendrá como conductores al bueno de Juan y a Leyre Valiente (a la cual podéis seguir en Instagram porque en stories comparte cosas muy interesantes, simplemente porque el placer de saber y eso siempre es bonito).
El otro día Daniel Retuerta compartió a través del Ivoox del Foxverso una reflexión interesante sobre porqué no se fía de famosos que sólo tiene amigos famosos, viniendo de un mundo donde ser famoso se suele solapar con el concepto de triunfo.
Si os soy sincera, no tengo nada preparado para el post de hoy. Tengo varias razones: La primera es que no me da la vida, en el trabajo estamos intentando desarrollar un tema que nos tiene un poco perdidas y hacemos lo que podemos y luego estoy estudiando y la academia ha tenido problemas con el planning de este mes, así que se me ha juntado todo a final de semana sin que pudiese ir haciendo nada al respecto para el trabajo de clase. Así mismo, en un rato tengo un podcast que llevamos intentando grabar hace semanas y esta semana mentalmente se me hace un poco bola.
Lo sé, debería gestionarme de manera más eficaz, decir que no y delegar y descansar, pero esta no es la semana y tengo la sensación que la siguiente, mentalmente voy a ir a remolque, que es una sensación que detesto profundamente.
Esta semana ha sido un poco más de traca, y las anteriores también han sido intensas, lo bueno es que el 24 me vacunan, por fin y el 25 me lo he pedido de por si la vacuna me da reacción, estar en casita, y si no me da reacción, mejor y descanso una mijilla o al menos, me tomo la semana más tranquilamente, que no viene mal.
Es un poco la situación de que hay cosas que se pueden controlar y cosas que no, aceptas las que no, y cuando tienes tu vida con varios frentes abiertos, y uno se coloca donde quiere, el resto no deja de ser un tetris un poco difícil de centrar. Lo aceptas, y llegas hasta donde llegas, simplemente sabes que antes o después las tareas siguen ahí y te las vas a encontrar y sacar adelante como puedas.
Vamos, que enero se me hace estomagante, las cosas como son y no tenía mucha idea sobre qué escribir, hasta que me ha escrito alguien (le voy a dejar en el secreto sumarial, por si acaso) que me ha dado la idea a ritmo de golpe de melenaza de Raffaela.
En varias ocasiones te encuentras con que tienes que lidiar con rumores que la gente suelta de tí y que, muchas veces, no tienes manera de controlar. Como comenté alguna vez, creo, las emociones con la que más fácil es manipularnos es la pena, la culpa y la vergüenza y los rumores sirven para removernos desde dentro apoyándose en dos situaciones básicas: una, el concepto que los demás tengan de nosotros y por ello, la vergüenza y, por otro lado, la parte de nosotros que está de acuerdo con parte de esos rumores. Cuando los rumores se desatan por alguien conocido, hacen más daño, puesto que por un lado tienes la lealtad rota y, por otra parte, precisamente creemos que una persona más cercana dará más verosimilitud al rumor, por aquello de que lo sabe de buena tinta.
Podría hablar de experiencias personales y de muchas cosas que he leído sobre este tema en libro de psicología e inteligencia emocional, y aun así no abarcaría ni la punta del iceberg del tema, sin embargo y sobretodo, quiero dejar claro que una fuente cercana no tiene porqué ser sincera, pero hay que tener varias cosas en claro:
1.- Primero respirar. No es bueno tomar decisiones en caliente, y lo primero, como si fuera un problema de la Casa Real, evaluar daños. Lo que dice es tan importante? Me hace verdaderamente daño el contenido o la actitud de la persona?
Hay que evaluar las emociones que esto nos produce y ponerles un nombre, no podemos gestionar las emociones si no sabemos qué sentimos. Podemos darnos una vuelta, meditar, hacer deporte, simplemente no evaluar en caliente, porque de estas crisis se sacan muchas enseñanzas.
2.- Hablar con la persona. Está claro que la persona, sea por lo sea, no ha manejado las cosas en base a nuestras expectativas. Fue un calentón? Se le fue la boca? Actuó desde la maldad o incluso desde la preocupación?
Es importante no entablar un mensaje acusativo, simplemente, ahora que reconocemos las emociones, ponerlas en valor " he oído que esto se ha difundido sobre mí y me han dicho que puedes haber sido tú quien lo dijo. Me gustaría saber qué está pasando porque me ha hecho sentir ira/ decepción/ tristeza... Verdaderamente piensas así?" y sobre todo comprender las causas, si es que realmente quieres arreglar algo.
3.- Intentar controlar el daño.
Es normal que todo esto nos produzca un daño y unas emociones, y es sano y legítimo refugiarnos en amigos y personas que nos ayuden a sentirnos arropados, queridos y si hay que desahogarse, se desahoga uno.
No es crear bandos, es sentirse respaldado en un momento en el que te sientas vulnerable, así que si hay amigos en común, quizá sea bueno consultar con amistades no relacionadas, para evitar bandos y recordar que no estamos solos.
4.- El rumor no es la verdad.
No recuerdo de quién era la frase de que hay tres verdades: la mía, la tuya y la verdadera. Suena a consulta psicológica pero cada persona describe el mundo en base a cómo lo concibe, así que cuando una persona suelta un rumor de tí, habla de su mundo, no de tu realidad.
Si tú tienes claro que lo que dice NO es verdad, estate fiel a tí mismo. A veces, la gente coge un pedazo de verdad y la retuerce para conseguir cosas, otras simplemente, buscan popularidad, expiar culpas, atención... Lo que dice Pedro de Juan, dice más de Pedro que de Juan.
5.- Piensa detenidamente en la conversación y en la amistad.
Ha sido un malentendido? Entonces las cosas se pueden hablar. Ha sido a mala fe por un cabreo? Pues entonces tienes que valorar si una persona que es capaz de gestionar así una situación es digna de tu amistad y de tu lealtad. Hay que ver si echa balones fuera o asume su responsabilidad, si se muestra pasivo agresivo o denota arrepentimiento, si culpa externamente o busca soluciones, si se ve conmovido por su reacción o simplemente espera que todo se solucione mágicamente para no sentirse mal por la culpa... Pueden pasar muchas cosas.
Una conversación de tranqui puede darte mucha información sobre la situación emocional en la que se encuentra la otra persona y si estáis en la misma sintonía, a veces la gente cambiamos y se nos olvida decírselo al otro, pero es importante que si no sentimos que esa no es la persona que reconocíamos y nos gustaba, sin mal rollo, acabemos con una amistad que nos haga daño.
La persona puede ir soltando lo que quiera, pero insisto, por propia experiencia, cuando tú abandonas una amistad sin rencor, simplemente con la claridad de que esa persona ya no es la que conociste, que te vas sin malestar y con la profunda esperanza de no saber más de esa persona, deseándola el bien y te llega mierda de ella y la gente ve que no respondes con la misma manera a esos comentarios, quienes buscan salseo sacan conclusiones y, normalmente, no suelen ser buenas de quién suelta mierda.
Un amigo de verdad sabe que las acciones que hace hacia sus amigos, afectan. La reciprocidad no se puede exigir y quedarte en una amistad por miedo a la reacción de alguien que actua desde el abuso, no lo hace una amistad verdadera, sino una relación tóxica y desigual. Si ya no sientes lo mismo, mejor ser honesto. Las cosas se pueden arreglar si las dos personas confían en crear procesos de crecimiento y ayuda mutua. Si no, es válido irse y estar dolido, aunque es mejor no guardar rencor a nivel emocional, pero eso es un viaje que se podría contar en otro capítulo. Lo importante es que nuestros actos denoten la coherencia de que esa persona ya no es un lugar de seguridad para nosotros.
No sé si esto le sirve a alguien, estáis de acuerdo o no, u os parece un post muy básico, pero creo que podría ayudar porque estoy viendo que, incluso teniendo una edad, estas cosas pasan. A lo tonto, ayuda a rellenar un post de domingo.
Pues para no tener nada pensado te ha quedado un post muy apañado (y sin haberlo planeado, etc.). Me gustan mucho tus reflexiones, me parecen muy útiles. Espero que lo que queda de mes te sea más leve 🤗.
ResponderEliminarNo siempre todo es cuestión de organizarse, hay momentos en los que por bien que te organices las circunstancias no te permiten llegar a todo y también - lo mismo que hay momentos de mucha inspiración - hay otros en los que la creatividad no ayuda.
ResponderEliminarCon respecto a manejar rumores, sigo una máxima muy sencilla y la trabajo con mi alumnado: "¿es el rumor suficientemente interesante para mí?" (entendiendo interesante no como morbo o cotilleo sino porque me implique emocionalmente). SI la respuesta es no, lo ignoro. Si la respuesta es sí, le pregunto directamente, con educación y prudencia a la persona implicada.
Un abrazo.
Lo primero, ánimo, y calma.
ResponderEliminarLo primero es cuidarte tú, y el resto va después.
Sobre el tema de los rumores, no creo que sea un post que sobre, al contrario. Aún queda mucho por hacer en cuanto a gestión de las emociones e inteigencia emocional y social.
Sobre los rumores, cada uno creerá lo que quiera creer, hagas tú lo que hagas, así que te sirve para hacer criba de gente. Asumiendo eso, elegir bien si te interesa o no aclarar ese rumor es fundamental. Elige bien tus batallas.
Bss.
Otra a la que enero se le estomaga, levanto la mano.
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