No me da la vida para contar cosas, pero entre ellas os diré que los lunes pos-carrera de F1, suelo estar en el Yate de Flavio, programa de Cadena Motor, siempre de manera caótica verdadera. Bueno, estamos yo y mis toscos cascos/ portatil o lo que se tercie, porque empecé la temporada que parece que me patrocinaba Honda. Vamos que no sé con todos los problemas técnicos que sufrí con mis micrófonos y cascos, no me hizo follow Alonso (exijo un follow en twitter de Alonso sólo por mi sufrimiento desmedido! Bueno, no fue tanto, yo creo que Jordi lo pasó peor, pero alguien tiene que poner un poco de psicodrama a la temporada).
Si os habéis perdido los capítulos de la Hellen haciendo en canelo con un montón de mashos (todos buenorros, porque este programa sólo lo escucha gente guapa), que sepáis que os podéis bajar los podcast donde me martirizan con sendos remixes de Mercadona... y yo ahorro puntos de karma para que cuando me vayan a dar un portazo de órdago en toda la cara, lo pueda evitar (2 veces esta semana y la segunda ha sido apoteósica, cuenta como efecto especial de Matrix).
Qué pasa? Que nos liamos a hablar de la vida misma y no me da tiempo a comentar temas importantes a destacar en la liga sórdida, porque tampoco es plan de monopolizar la conversación (está feo, que una puede ser asertiva, pero no mandona) así que voy a retomar la sección con un resumen de las jornadas del corazoneo y el marujeo. Y lo voy a llamar Vermú con Flavio, porque me parece una bebida muy a tomar para charleta en un yate. Y no, Martini no me patrocina el espacio (pero podría).
Vamos a empezar por el último programa, donde estuvimos en Baku y otorgué los puntos a Richichi, porque me dijeron que diese los puntos aleatorios de la jornada y no los de estilo en un ejercicio de sorpresa e igualdad de género, pero da igual, mis puntos iban a ser para Checo Pérez por esto.
Checo ha oficializado su relación con este bellezón llamado Carola. Sólo sabemos que, como él, es mexicana. La cosa es que desde que la Jessi y la Nicolasa se fueron, nuestro corazón se ha quedado vacío de psicodrama y glamour. Quizá Carola devuelva un poco de glamour en este aspecto y como apostamos por las relaciones y el amor y los coches rosas, pues mis puntos íban a ser para Checo, que se está llevando bromitas machistas por el cochecito rosa pero mira, a la chita callando, el muy macho se ha llevado a una tía estupenda y ha descubierto qué es el amor.
Y mira que Kvyat y Kelly Piquet (sí, hija de Nelson), están poniendo de su parte para que sean nuestros nuevos sweethearts de la F1. Aquí empiezan las diatribas sobre si Kelly tiene cara de mala de culebrón o no, esto lo dejo a gusto del consumidor, eso sí, eso de que el amor cambia a las personas es una realidad, no había manera de que Kvyat saliese bien en una foto y en esta no está ni mal... milagro!
En otro orden de disfuncionalidad: Lewis Hamilton se hizo una foto con la divísima Mariah Carey en una demostración empírica de que Thor los cría y ellos se visten de blanco. Mariah será una gran cantante pero que se ha chonificado con los años (Odín me libre de mentar a Shakira en estos momentos como persona a la que también le ha pasado... pero no la perdamos como referencia, big ejem) es una realidad que todos tenemos que afrontar. Recordemos las sabias palabras de Mario Vaquerizo "Mariah Carey nunca ha sido fina, es una ordinaria". Disiento, Mariah tuvo su época Dreamlover, que era más mona y recatada, luego la época Tommy Mottola y bueno, la post crisis de Luis Miguel digamos que nos ha llevado a un empoderamiento choni que nos sitúa en esta realidad. Siempre tiendo a recordar a los que tienen a Lewis en el equipo que Hamilton puntúa en estilismo cuando rebasa la escala Mierda de horterada máxima (algún día me pondré seria y haré esa escala formalmente), lo digo porque siempre estoy abierta a que se me manden fotos para puntuar al twitter (y sobres barcénicos y pagos varios...), pero el otro día me mandaron una de Lewis Hamilton con chanclas piscineras y calcetines. Eso para Lewis es hasta básico, así que no es puntuable. Para que Lewis puntúe tiene que superarse a sí mismo, yo lo recuerdo para evitar malos rollos.
Y luego está Jolyon Palmer (a partir de ahora, Jolín Palmer) que siempre sale mono en las fotos y con la misma sonrisa standard patentada en todas las fotos. Yo sigo esperando que la líe porque tiene la típica carilla del colega que te llevas en el grupo a beber cervezas, que es divertido pero no el que más, ni el más guapo, pero tiene su público... pero un día la lia de manera apoteósica y eso queda ya en el imaginario popular forever. Mantenemos la fé en tí, Jolín!
Hace un tiempo que Fernando Alonso sacó una marca de ropa llamada Kimoa, que la verdad, ha pasado bastante desapercibida. La ropa es muy casual, rollo skate- surfero con colores básicos estampados tímidos y precios un poco altos (por cierto Alonso, si lees esto, procura que en la página detallen las calidades de las prendas, es decir, detalles como las telas en las que se fabrican, para las personas de piel sensible que preferimos los tejidos naturales, es algo que SÍ tiene mucha importancia, just saying). La cosa es que como es una marca que pasa desapercibida, porque o sigues a Alonso o no te enteras (muy mal gestionada la promo de la marca, todo hay que decirlo) se ha unido a la familia el tito Flavio que de esto sabe un rato. Flavio siempre es un sí y esta foto de "somos más intensos que Pedro Piqueras leyendo a Neruda" nos habla de que el empujón que podemos esperar de la marca va a ser de una dimensiones sorprendentes. Otra cosa a comentar es el arreglazo de Flavio, al principio se hizo raro, quizá por la hinchazón facial, que nos pareció que había mucho cambio, o vaya usted a saber, pero la verdad es que se ha quedado estupendo. Que sí, que le ha bajado la cirugía y se ha quedado bastante natural, olé por ti Flavio! Por cierto, que últimamente, entrevista que le hacen a Elisabetta, entrevista que suelta que tiene ganas de otro bebé... tendremos sorpresa?
Y por último Max Verstappen se ha dado cuenta del efecto "niño ultramono". Hay gente que cuando es niño la cámara lo adora, lo quiere, lo ama con las fuerza de los mares y el ímpetu del viento, pero cuando crece la cámara lo olvida. Tengo un vecino al que podría entrevistar sobre este tema, pero como me mira mal desde que me vió con una camiseta de Led Zeppelin por casa, tampoco le voy a agobiar con un hecho al que acaba de llegar Max, que sube últimamente un montón de fotos de su niñez. Bien porque era una época en la que ganaba carreras, bien porque se ha dado cuenta de que los favores de la cámara se han acabado para con él, Max se ha vuelto un sentimental del pasado. No te quejes Max, que tienes una familia y una novia que te quieren!
Este post está dedicado a Roberto Pose.