domingo, 27 de diciembre de 2020

Look de uñas: Ashes to the sea. Repaso de los propósitos del 2020.

 




 En un momento de debilidad compré esta laca de Wynie, el tono nunca lo sabremos porque no los marca, que viene a ser purpurina azul muy bonita y que se ve más clara u oscura dependiendo de la luz y le puse un poco de purpurina gris grafito en la punta de un kit de Essence de hace ochopocientos años que pensé que no usaría nunca y para looks festivos es una maravilla que espero que no acabe nunca. Sé que queda sobrio-festivo por los tonos, pero me gusta porque en un año como este, el concepto de echar cenizas al mar para despedirse y empezar una nueva vida no me parece ni tan terrible, dado el año tan cruel que hemos vivido.

 De hecho llega ese punto del año en el que hago una reflexión sobre los propósitos que estaban predestinados a cumplirse este año y que tenía pendiente. Sé que este año hemos tenido todos dificultades añadidas, así que como muchas cosas no han salido, voy a hacer una reflexión sobre cosas que sí he conseguido, porque como cantaban los Stones, no siempre puedes conseguir lo que quieres pero si lo intentas de vez en cuando encontrarás que conseguirás lo que necesitas y a veces no consigues lo que quieres, pero desarrollas otras cosas que te son útiles.


En realidad si pienso en una análisis pormenorizado creo que no le importará mucho a nadie, primero porque si consigo o no unos objetivos personales, no creo que sea realmente inspirador y sólo una mala persona puede alegrarse de que otra no consiga sus propósitos, con lo que no ayuda a nadie este punto. A su vez, cada persona tiene sus objetivos, dificultades y herramientas. Lo que a mí me pueda resultar fácil, a otras personas puede que no y viceversa (tu piel morenaaaa sobre la arenaaaaa... acabo de repetir un podcast eurovisivo con mucho cachondeo de más de 3 horas, no me pidáis seriedad). Por otro lado, antes pensaba que a lo mejor, que alguien pudiese ver que hay quien todavía lo intenta, podría ayudar a verse menos solipandi en la lucha, o mejor dicho, en el fluir vital, pero ahora veo que puede ser hasta pretencioso.

Al final, he terminado entendiendo que la persona que realmente necesita de tí, te busca y no deja que el orgullo joda las cosas. Y si lo que busca es que la busques, entonces no ha entendido nada. 

Pero sí que he desarrollado algo a raíz de un texto que leí este año: la compasión. Pero no como una manera de albergar pena, sino de empatía en acción. La empatía es una de "siento lo que puedes estar sintiendo, pero yo en mi persona y tú en la tuya". Sin embargo la compasión es más "veo lo que estas sintiendo y si necesitas apoyo para generar otro comportamiento, creeme que lo tienes y te ayudaré en lo que pueda". O al contrario "quiero que te compadezcas, que me entiendas y me apoyes porque no quiero permanecer en esta situación". La compasión es algo tangible, es un hecho que te pone en contacto directo con las dificultades humanas a otro nivel, pero la compasión es un hecho que no se dispara sin la acción de quien sufre: si sólo quieres ser oído, tienes mi empatía. Si quieres una solución y la quieres llevar a cabo, la compasión hará que te pueda o me puedas acompañar en el proceso.


Quizá por eso este año todos hemos sufrido, porque no digo que haya gente que no haya empatizado con el dolor ajeno, pero desde luego todos conocemos ejemplos de gente que no se ha solidarizado con el dolor ajeno y ha hecho esa labor de acompañamiento. A veces, porque hay gente que carece de las herramientas para poder manejar el dolor y decide cerrarse a él. Otras, desgraciadamente, porque el dolor da una posición de víctima y las víctimas son protegidas por el grupo y hay personas que han sacado rédito a esto (es horrible decirlo, pero es la verdad). Otras porque los juicios de valor a veces resultan más fáciles de emitir que el pararse a comprender la realidad del otro. Y todo eso, lejos de resolver los conflictos, genera más dolor. 

A través de entender la compasión he podido aprender mucho sobre el dolor, el ajeno y el mío propio. Las lecciones que he aprendido han sido muy valiosas y me han ayudado con otras esferas en las que necesitaba crecer. Y lejos de llenarme de rencor sobre ciertas cosas, me han ayudado a entender más, crecer y vivir la vida con menos sufrimiento, porque he aprendido a aceptar muchas cosas, en vez de luchar contra ellas. Eso no implica que ahora sea todo perfecto y maravilloso, a ver, que estamos en pandemia, pero al final, todo esto empodera y reduce el sufrimiento.

Admito eso sí, que debería beber más agua y reducir el azúcar bastante más, aunque en la época con confinamiento me quedé sin dulces y admito con vergüenza que lo pasé bastante mal -tuve que recurrir a colacaos para paliar la ansiedad por chocolate... mierdiproblemas del primer mundo- tengo que reducir el azúcar... 

Así que voy a hablaros de los propósitos tróspidos, que dan más igual.

Tróspidos:


- Fotos con famosos que no den vergüenza. Este año Liv Kristine me ha contestado varios comentarios en redes mandando amor. Me vale de largo, es maravillosa.

-Seguir probando comida de otros países. Creo que a parte de alguna receta nueva china o hindú a principio de año y hace un par de semanas, no he probado mucha cocina nueva...

-Intentar aprender algo nuevo todos los meses. Todos los meses no, pero he hecho varios cursos este año y trato de retomar siempre que puedo el noruego, pero no hay manera de retomarlo de una manera más formal. Eso sí, gracias a los podcast, estoy aprendiendo bastante buscando información. No sé si eso cuenta, pero es información.

-Conseguir hacer el rey cobra. Sigue sin salirme, pero algo he mejorado gracias a las tera bands... y el cuervo consigo hacerlo cosa así de dos segundos.

-Diversificar instagram. De momento estoy haciendo maquillajes con algo más de fantasía y las stories tienen cosas de humor e inteligencia emocional. Es un paso, al menos no es cero.

-Sacar tiempo a la semana para hacer cosas que me hacen feliz. Este año me ha permitido hacer algo importante: valorar más a la gente que quiere estar ahí para mí, conocer más a gente que tenía justo en frente (uno de estos casos es tremendamente literal) y no conocía, quedar con gente que hacía mucho que no veía, aunque fuese en vídeollamada y volver a jugar partidas rol (YAAAAAS!). Y la verdad, es que esto me ha hecho valorar que había personas que no estaban en el puesto adecuado en mi vida, para bien y para mal. He decidido centrarme en las pequeñas alegrías de la vida, porque como decía Helena Bonham Carter en The Crown, "si no vamos a conseguir ser felices, intentemos estar al menos alegres y contentos". Si empiezas a considerar que en un mundo del sálvese quien pueda, no existe la obligación de facilitar nada a nadie, cualquier cosa que se decide compartir es un regalo: bien una conversación, o un mensaje, o una frase de apoyo y escucha... y te das cuenta de que la gente que decide estar ahí es un tesoro. Y este año, he intentado disfrutar de mis tesoros, pero lo que más agradezco al 2020 es que este año gracias a varias personas, he tenido varios momentos en los que literalmente he llorado de la risa. Hacía mucho que no me pasaba y lo agradezco infinitamente.

Contadme qué tal han ido vuestro propósitos del 2020, si se han desviado mucho o si habéis podido aprender cosas en su lugar también necesarias e interesantes.

3 comentarios:

Adaldrida dijo...

No hace falta que digas que has aprendido a utilizar la compasión, anota en cada uno de tus comentarios. Eres maravillosa y tu manicura azul noche estrellada también

Beatriz MissPotingues dijo...

Todo cuenta.
A mí me parece que aceptar lo que sucede y sacar lo mejor de cada situación, por simplista que se vea, es lo que más te enseña. Los propósitos iniciales no cuentan porque nos cambiaron el año en marzo, así que, con conservar la salud mental y el humor, ya hacemos bastante.
Besos!

Noelia Cano dijo...

Pues mira, a mi me encantan tus propósitos, A veces hay que ir a lo práctico, a lo sencillo y al ahora. Mejor eso que quedarse divagando y frustrarnos porque no "conseguimos ser tan perfectos" como las redes nos venden.
Un abrazo!!