Hace unas semanas fui a comprar una laca de uñas para una amiga, un rojo precioso de Catrice, y vi una laca que no sabía si coger o no y al final, en una tarde taciturna y tristona, me fui a por ella (a por la laca, no a por la amiga... que mejor me hubiese ido, pero en ese momento estaba la amiga en León y me pillaba un poco regulinchi). La laca es la 01 Milk it shine de los More than Nude de Catrice, una laca blanquecina, semitransparente e irisada en rosa y azul, muy bonita y delicada. Con una placa de Essence sin numerar y el 079 de Kiko (un azul tormenta oscuro) hice las estrellitas de nieve.
Y sí, he vuelto a la forma redondeada de las uñas porque esta semana me he destrozado dos sacando archivadores de un armario... No, yo tampoco lo entiendo cómo lo hago.
El viernes hubo otro especial de Tiempo de Culto. Fue curioso que la gente estuviese al principio menos motivada a ver este peliculón y al final, terminamos siendo muchos más de los que esperábamos, así que estuvo fenomenal.
Por cierto, que si no estuvistéis, os perdistéis verle la carilla a Tipo de la Brocha, al que podéis leer en este su espacio. Siempre que voy, aparece alguno de los personajes anónimos del Foxverso, es por ello que hay que ir a estos eventos: por el salseo! (También estuvo Isa, que nos trajo además de su maravillosa presencia, bizcocho de chocolate y no puedo describir el nivel de diosa hiperespacial que tomó ante mis ojos. Porque hay dias en que el chocolate es necesario y lo sabéis).
La cosa es que, y estoy segura de que ni Ángel, ni Paco, ni Juan seguramente lo premeditaron, me pareció una gran película para poner en el mes de la salud masculina y en la semana del día del hombre (el día 19) y el día contra la violencia de género (el día 25) porque Rocky, aunque tiene momentos de machismo, como hija de su tiempo que es esta película (y esas cosas deberían tenerse siempre en cuenta), tiene muchos momentos de ruptura con las dinámicas de género.
Ángel Codón defiende que esta película va sobre la vida y el valor de la oportunidad. Cuando dijo eso y nadie dijo lo contrario, he de decir que me sentí un poco contrariada porque para mí la importancia de Rocky está en otros puntos, entre ellos en como Sylvester Stallone hace un guión (porque el guión está escrito por él mismo) se caga en los roles de género de hombres que no pueden hablar de lo que sienten porque TESTOSTERONA. Y tienen uno de los momentos menos valorados pero más feministas del mundo entre sus escenas y poco estamos hablando de esto.
Obviamente que Rocky, sin su oportunidad de entrar en el combate contra Apollo, no tendría el giro de trama de todo, pero realmente la vida de Rocky cambia unas escenas antes.
Primero que quien diga que Rocky va a de un boxeador y machirulos pegándose como bestias no se ha enterado de qué va la película, esa es sólo una excusa para venderte otra trama bien distinta: Rocky es un tipo que hace boxeo, pero es inconstante, le dedica poco tiempo... tiene talento, pero no lo desarrolla y la realidad es que todo el mundo le repite lo vago que es y lo poco que vale y se siente una decepción para todos, incluso tiene un momento al principio, con una foto de sus padres, en los que vemos a un personaje atormentado con bajísima autoestima. Es un poco el ejemplo de la profecía autocumplida: si a alguien se le manda desde su entorno el mensaje de que es vago, pocas veces desafiará el pensamiento, al final lo aceptará e integrará, puesto que es lo que se espera de él. Así que Rocky malvive siendo un matón de una suerte de mafioso de poca monta y con lo único que parece alegrarse es con Adrian, una chica tremendamente tímida, hermana de su mejor amigo, que trabaja en la tienda de animales.
Adrian tiene una importancia enorme en la trama de Rocky por dos razones singulares: primero, porque a Adrian no es que no le guste Rocky, es que Adrian ha recibido el mismo mensaje en la vida que Rocky de que no valía para nada (Rocky explica que como, según su padre, tenía buen físico y no era muy listo, tenía que aprender a usar su cuerpo y Adrian le contestó que su madre creía que ella no era muy guapa, así que más le valía ser lista), y es por ello que decide no salir de su zona de confort y Rocky supone una salida para la que Adrian no está nada preparada. La cosa es que Rocky es tremendamente callado, pero con ella es superhonesto y sincero y no para de hablar. Y lo bonito es que parecen ser invisibles para todo el mundo, pero ellos se ven el uno al otro y cuando alguien emocionalmente te ve, y no me refiero a que se fije en tí, sino que ve tu yo de verdad, no se hace una composición de quién eres, sino que ve tu yo completo, con tus cosas buenas y malas, tu mundo cambia totalmente: ya no estás solo, ya no eres lo que pueden conseguir de tí, en cierto modo, existes de otra manera.
A su vez, se ven a ellos mismos en el otro. Son lo que les hubiese gustado encontrarse para ellos mismos, pero en una persona distinta. Y eso les salva de todo lo que viven a su manera y les da una motivación fuerte.
Así que tenemos momentos de verdadero cambio en ambos personajes. Adrian tiene una escena hiperfeminista en la que su hermano la grita y la echa en cara que le debe muchas renuncias personales, le debe el techo bajo el que vive y lo que ha hecho por ella. Rocky podría haber dicho algo y defenderla, sin embargo Rocky no se mete, asiste callado como espectador y Adrian responde firme a su hermano que ella ha cuidado de la casa de sus padres, que también es suya, ha limpiado la casa, la ropa de su hermano, le ha cocinado y le ha cuidado y por ende, no le debe absolutamente nada. Y Rocky sigue callado. Adrian es la que pone en valor algo que todavía hay que recordar que es que el trabajo de casa también es un trabajo, que el trabajo de cuidadora, es un trabajo y que Adrian trabaja dentro y fuera de casa y no tiene que comerse las tareas caseras por ser mujer y que nadie debería vivir con el constante menosprecio de alguien que dice quererte y te trata como basura. Así que cuando Adrian se va a su cuarto, esperamos verla llorando afectada, pero no, está resuelta a irse y le dice a Rocky si puede irse con él. Y ahí y no antes, es cuando Rocky le brinda el apoyo. Rocky no la salva de nadie, la apoya, porque es ella quien tiene que salvarse. Y este mensaje en el caso del maltrato, es importantísimo que se entienda: no se puede cortar el maltrato si la víctima no dice basta. Pero cuando la víctima dice basta, hay que apoyarla hasta el final.
Por otro lado, Rocky tiene un momento muy de confrontación con los roles de género también, porque un hombre tan hipermasculinizado no puede hablar de lo que siente y Adrian, de nuevo, es el catalizador: desde todo lo que habla con ella, hasta cuando el hermano de ella, Paulie, le pregunta a Rocky que ve en su novia y él dice "ella me llena vacíos". Paulie le corta un filete meneando la cabeza, síntoma inequívoco de que no entiende nada, Rocky mira al suelo nervioso y dice "no lo sé, supongo que me llena vacíos, ella tiene vacíos, yo tengo vacíos... no sé". Esto, que es una frase muy profunda, tiene mucho sentido ya que es una conversación que no se espera entre dos hombres, así que Paulie, le dice que si se "está tirando a su hermana" y Rocky, que podría haber sido sincero o incluso grosero le responde con contundencia un "ves? por eso no te meto en el trabajo de matón, porque tienes la boca muy grande, no deberías hablar así de tu hermana".
Y eso es lo rompedor: que Rocky no contesta, que nunca sabes si Rocky tiene sexo o sólo "se da el lote" con Adrian. Y la realidad es que no importa en absoluto en la trama, porque Rocky tiene algo de Adrian que nadie más tiene, su atención y su respeto. La relación que tienen es tal, que respeta la intimidad que tienen y no la hace pública, porque cuando hablas de tus relaciones, hablas también de lo que compartes con otra persona, no es un objeto y esto parece haberse olvidado. Rocky y Adrian tienen una relación sana de apoyo y confianza que se acaba de cagar en Crepúsculo, las ochopocientas sombras de Grey, el tropecientos metros sobre el cielo y otras tantas películas y sagas de amor hipercomerciales en poco más de dos horas tóxicas. Ahora vas y lo cascas.
Así que la escena final, cuando el combate de Apollo termina, Rocky podía haber abrazado a su cuñado, o a su entrenador... pero no, sólo piensa en Adrian, la única que le ha visto siempre, que ha sido incondicional y tiene un momentazo enooorme y superfeminista, porque retomando un discurso del principio nadie, después de una paliza como la que tienen los dos contrincantes en el ring, tendría ganas de llamar a gritos a su chica a lo Pedro Picapiedra y decir te quiero, porque le dolería hasta la vida y aunque Adrian le dice por primera vez que le quiere delante de todo el mundo, Rocky, puede no lo haya dicho antes, técnicamente, no está sorprendido, y a su manera lo ha dicho siempre que ha salido en la tele, porque le ha dedicado su atención en público a la única persona que le ha visto.
Rocky, ahí le tienes, una película que parece el epítome de la masculinidad es... PLOT TWIST! UNA PELÍCULA DE SUPERACIÓN Y AMOR NO TÓXICO! (vale que al principio Rocky se pone pelín cansino, pero es que el muchacho no tiene muchas herramientas sociales).
Y eso en una semana en la que hablar de esto es tan importante es un giro que creo que los chicos de TDC no buscaban, pero ey, a veces los mensajes más contundentes son los más inesperados. Si no pudisteis ir, pronto subirán el audio de la charla al Ivoox de Tiempo de Culto sobre todas las anécdotas de la grabación, que son muchas y muy buenas, porque el rodaje está lleno de momentos difíciles y sobre todo, de la superación de la que habla la película. Os recomiendo que veais la película en cualquier caso (y tengáis cerca los klinnex, por si acaso).
¿ La habíais visto?