jueves, 21 de noviembre de 2019

Temazos de estos meses

Sé que os debo varios post musicales, pero tras darles mil vueltas he decidido no publicarlos.

Creo que es de los post más complicados, como el de vuelta al blog, que me va a costar gestionar, pero es que quiero hablar de música y recuperar la sección y soy consciente de que este post se va a leer con expectación. Y la razón supongo, es por lo mucho que me gusta la música como expresión emocional, y se podría entender como una vía -bastante triste y burda, también que hay que decirlo- para mandar pullas no sé a tema de qué, porque si algo no he sentido durante todo este tiempo es odio o ira. Así que lo diré claro: la siguiente selección de temas tiene que ver conmigo. Con mi recuperación de paz espiritual y orden mental. Todos los relacionados con eventos críticos del verano se quedan como en Las Vegas, en el verano.

Hay canciones de amor, obviamente. Y de desengaños, obviamente de nuevo. Pero si algo ha traído el verano es una reconsideración vital de mi situación y muchas veces una canción de amor o de desengaño no la vivimos así, sino que la aplicamos a otras situaciones y para nosotros tiene sentido. Es el poder de la música. Y por eso esta selección. Quien quiera ver maldad en el listado, de verdad, que mire dentro de sí y porqué tiene esa necesidad de encontrar maldad. Va a sonar muy zen pero yo estoy muy centrada en buscar la paz de mi espíritu (si añado "atormentado" ya queda victoriano, pero zen victoriano es una mezcla conceptualmente raruna), que realmente es lo que necesito hoy por hoy.

Así que allá vamos. Traed palomitas, porque va para largo, que ha sido mucho escuchado.


-Praise you. Hannah Grace. Versión de Camille Yarbrough, que sirvió en su primera estrofa para el Praise you de Fatboy Slim. Si podéis, os invito a escuchar la versión de Camille que es soul sensual del bueno, del que deja a Beyoncé como una aficionada, porque Camille desarrolla en el The Iron Pot Cocker (el disco que incluye el tema original) es un disco entre recitativo y cantado, pero aquí se pone a tope de sexy. Sin embargo esta versión de Hannah es más gospel y con más ritmillo. A pesar de que es una canción creada para un joven que a Camille le encantaba, pero del que se separó -eso la canción no lo dice, pero ya te lo casco yo- es una canción que se supone sobre una mujer que está encantada de su pareja y le tiene que alabar y agradecer su historia conjunta. Pero también puede ser un himno a nuestras múltiples caras, nuestro lado masculino y femenino y así lo acepto yo. Actualmente hay un gesto que hago para llenarme de coraje cuando algo tiende a sentarme mal o me supera y ese gesto (que lo dejo para mi) es una reafirmación de que tenerse a una misma de nuestra parte, lejos de ser poco, es ser mucho  y cuando hago eso, la verdad es que me siento más fuerte. Conclusión: hay que celebrarse más.


-Take what you want de Post Malone feat Ozzy Osbourne. Otra canción que tiene que ver con una relación donde das mucho y al final sales trasquilado. Hecho que como entenderéis voy a ignorar muy fuerte: Esta canción desde el primer momento me llamó mucho la atención por otra razón. Esta canción no es sólo un feat de Ozzy Osbourne, es compositor de la letra, aunque su aporte no sea mucho más allá del estribillo, pero su estilo oscuro y melancólico es patente. Si has oído trabajos de Ozzy en solitario o en Black Sabbath suena mucho a ciertas canciones suyas melodicamente hablando. Sí es cierto que Post Malone llega para poner su toque trap y tal -porque el tema es suyo, pero no es lo que más me guste del tema, sinceramente-, pero en seguida hay una guitarra que reconduce al momento Ozzy, que nos trae a la cabeza su voz sin adornos ni florituras, contundente. Es una canción que sigo pensando que Ozzy debería hacer su versión propia entera, porque su desarrollo, lejos del trap sería interesante de un tema como ya han hecho otras veces - se me viene a la mente colaboraciones de Eminem que iban para un estribillo y que desarrollaron las canciones en vista del éxito-. Ese sonido de guitarras al principio de la canción es muy Black Sabbath y me encanta.


-The Season of the Witch. Donovan. En el 65, cuando todo el mundo ponía los ojos en los Beatles, otros cantantes talentosos salían al mercado del rock psicodélico o folk psicodélico, más allá del señor Dylan y los Stones. Uno de ellos fue Donovan, un escocés que nos regaló temazos como Sunshine Superman y este Season of the Witch, que esta en mi top 10 de canciones favoritas de Halloween, es más, diría que hasta mi top 5, pero este año se me ha pegado de manera importante desde mitad de Octubre en adelante. No sé si es por la melosidad musical a lo Disraeli Gears de Cream, no sé si es por el subtono funk de la voz (que recuerda, no sé si os pasa, un poco a la de Ed Sheeran). Curiosidad, Donovan se hizo muy amigo de Paul McCartney y se dice que el verso de "skies of blue and sea of green" de la canción Yellow Submarine, es en realidad de Donovan. Paul se lo devolvió cantando su tema Mellow Yellow.


- Turn off the light (Todo el disco, no sólo la canción)- Kim Petras. Me enteré de que esta artista existía por Dustin, que insistió mucho en que escuchase este disco. Como cuando la gente insiste tanto, tiendo a prestar atención -yo también insisto cuando algo mola mucho y la gente termina dándome la razón-, porque puede que ese hype esté motivado por algo realmente bueno, lo escuché. Es un poco megamix de muchas cosas: los principios de Lady Gaga al principio de su carrera con ese punto creepy pero con la candidez conceptual de Britney Spears en una película de miedo tomando el desparpajo de RuPaul que pasaba por ahí, feat las amazonas de Futurama (a ver, un tema que se llama Death By Sex te tiene que recordar al muerte por kiki de Futurama a poco friki que seas). Resumiendo, suena a sesión de dance club  de producción elegante y depurada, muy limpia y sencilla pero bien conceptuada,  con elementos gothicos y una colaboración con Elvira, mucho glamour y mucho bailoteo, pero algo básica en el tema que todo se resume a conceptos de Viernes 13 y picadoras y poco al terror clásico. Muy indicado para fiestas Halloweeneras, momentos que requieran de bailoteo y petardeo a partes iguales y darle caña en el gym porque es absolutamente bailable de principio a fin.


-Na zare- Alliance. Navegando por sitios oscuros de internet me ha llegado este vídeo que es de lo más ecléctico que te puedas encontrar en los 80 en Rusia. La canción que va de un atardecer y de pensamientos melancólicos, es lo más bucólico-marchoso que nos ha regalado la URSS (sin contar el canal de Twitter de soldados soviéticos bailando, que son vídeos de soldados soviéticos con temazos del pop mundial)y no suena mal para nada (si te gusta en synth pop ochentero), pero es que el vídeo tiene miga: desde el cantante que lo vive todo muy intensamente hasta el pianista de la camisa que va a tope con el ritmillo. Porque la vida es eso: momentos de intensidad synth pop con dejes góthicos y momentos de camisas de estampado ochentero y pachanga conceptual. Pero lo más interesante y la pregunta que nunca obtendrá respuesta es de donde sacaron esos pianos de marca en plenos tiempos de la URSS. No sé, me hace gracia, porque aunque todo sea ochentero y destartalado, la canción está bien hecha.


-Paracetamolo- Calcutta.  Otra canción bien hecha pero de vídeo y temática ligeramente hortera que compara el amor casi con la medicina. Que sí, que va de amor, pero lo que me gusta es la letra dramática y retro-hortera, entre Fangoria (en serio, escuchad las letras de Fangoria, que son muy de argumento de culebrón) y nuestro desaparecido Camilo Sesto (otro que tal...). El estribillo, como bien han cogido la idea y la han llevado al sumum, es digno de karaoke y el vídeo, el vídeo es la quintaesencia de lo kitsch. Cantar en la ducha "Io sento il cuore a mile (tanananáaa... tananananaaa...)" a voz en grito, no sé porqué pero tiene una especie de efecto balsámico en el espíritu y la guitarra le da el toque ligeramente macarrilla que redefine lo cursi que es todo. Tiene su gracia.


-Loreley- Lord of the Lost. Una canción sobre el luto y el peso emocional y lo que cuesta superarlo. Encima góthica. Y bien cañera. Ideal para abrazar a tu emo interno, ya lo hemos hablado: censurar el dolor es mal, pero a partir de un momento no es desahogo, es rebozado emocional.  Este grupo me ha sorprendido para bien, porque hacen un góthico puro sin entrar en doom o ambiental (no puedo describir con palabras lo que me aburre el ambiental, de verdad, sólo puedo apoyarme con gestos de ojos que se dan la vuelta y elevación involuntaria de ceja). Interesante tema. Hacía mucho que no escuchaba cosas de este tipo entre el gothico, pop rock e industrial. De vez en cuando, uno de estos hace bien. Es como la versión de la canción Cassandra de Theatre of Tragedy por el grupo The Lust, parecen muy similares, pero es un lavado de cara muy elegante.


-Fields of Verdun- Sabaton. Sabaton ha sacado nuevo disco, muy continuista del anterior y obviamente, todos los temas tienen que ver con batallas. Esta batalla os tiene que sonar, fue de las más importantes, sino la más, pero tendría que mirarlo, de la Primera Guerra Mundial, una guerra de trincheras desgastante a todos los niveles, sobre todo mental, pero lo de esta batalla fue una carnicería, no hay ninguna crónica que no relate la matanza entre el ejército alemán y francés y sobre lo cruento que fue en casi un año de contienda (303 días cuenta la canción). El tema está genial pensado, porque no sólo te cuenta qué pasó de una manera bastante neutral (teniendo en cuenta que Sabaton son alemanes), sino que además tiene un ritmo pegadizo, y el punteo de guitarra tiene un deje que recuerda a la 5ª de Beethoven... todo muy bien conceptuado y comentando la crudeza y el valor para resistir allí sin abandonar la contienda.  Si queréis saber más sobre la batalla, como siempre, os invito a mirar en internet, hay varias crónicas que comentan lo recogido en diarios que cuentan cómo se vivío y varios medios rescatan declaraciones de los protagonistas que relataron como su impresión del infierno no debía ser tan dura como lo que allí vivieron. Parece que hacer un tema de esto sería trivializarlo, pero me alegro que lo hayan hecho, porque en los tiempos que corren, recordar que la crueldad de una guerra es lo que menos necesitamos, no viene nada mal y no creo que muchos recuerden qué se vivió en Verdun. Por mal que lo estés pasando, siempre hay alguien que sufre más que tú, no es un consuelo, pero sirve para dar perspectiva a que a lo mejor, lo que vemos como dramas no lo son tanto, que es la base de la resiliencia.


 -Good as hell- Lizzo. Esta canción, quizá más que el resto,  por la letra va a levantar ampollas, pero nada más lejos de la realidad, esta canción viene por el curso de resiliencia- nunca dos días de curso intensivo han valido para empoderar tanto, oiga-. En el curso de resiliencia nos explicaron la importancia de tener nuestros mantras personales y que no fueran frases de Mr. Wonderful -alguno tengo, no os creáis- y predisponernos a tener un buen día o a parar emociones que nos dominan. Vi un documental de la BBC hace tiempo que dice que la gente que escucha canciones tristes tienen más predisposición a la depresión, así que a la pregunta de Rob, el protagonista de Alta Fidelidad sobre si estamos tristes porque escuchamos pop o escuchamos pop porque estamos tristes, la ciencia podría contestarle que una cosa retroalimenta la otra. Una canción cuyo estribillo es "tengo mi pelo arreglado, compruebo mis uñas, ¿nena, cómo te sientes? me siento que te cagas" es algo que me anima mientras ando en la ducha por las mañanas y con lo que me es fácil identificarme, y eso, ESO, es lo que necesito -es lo que tiene ser una persona con metas, que si no te levantas a conquistar el mundo, el mundo te usa de kit-kats a media mañana-. El tema va de una ruptura y esa parte ni me interesa, me interesa todo el discurso de empoderamiento, la cosa de seguir adelante cuando estas bajo, el empuje sororo de una chica a otra, de volver a recuperar tu vida tras la tristeza y sobretodo el proponerse metas (mira, de eso voy sobrada). Esto me lleva a que debería hacerme mi propio listado de canciones para la ducha, en serio, es un momento que me carga las pilas muchísimo.


- Deus ex Machina- Liv Kristine. Cuando Theatre of Tragedy mandó un mail para decir a Liv Kristine que no contaba con ella para el nuevo disco, la decepción se apoderó de los fans. Supongo que también un poco de Liv, pero lejos de venirse abajo ella hizo un disco del que se dice que no está del todo satisfecha.  Un disco muy enfocado al New Age, atmosférico (sí, me doy cuenta de lo que he dicho antes de este tipo de discos), con toques de pop y doom. ¿Es bueno porque lo canta Liv? No voy a caer en esa pregunta trampa para fans, pero reconozco que aunque Liv se niega a cantar temas de este disco en directo, me muero mucho si un día se marca el Deus ex Machina en vivo (bueno, también dije que si la oía cantar Venus en directo ya me podía morir y, la verdad, no tengo intención de momento). A pesar de que la primera vez que lo oí pensé que era un disco muy desacertado en muchas cosas -sobretodo a nivel producción, me gustaría un sonido más puro y cristalino, no tan "nebuloso" conceptualmente- , luego vi que es un disco que requiere mucho del oyente: no sólo es que te guste el estilo, sino que conectes emocionalmente con el disco, de los discos más demandantes que he escuchado. Con algunas canciones sigo sin conectar, así os lo digo también, pero es que no se pueden forzar las cosas. Deus ex Machina es una canción que es casi como un canto épico, Homérico que diría Mikelin en El Hombre Tranquilo, un canto a los nuevos comienzos, al pasado destructor, a que un día, sin saber porqué todo empieza a tener sentido y después del invierno más duro, de los veranos más crueles, cuando no queda nada, y la esperanza permanece en un letargo olvidado, un día, sin saber cómo, las cosas empiezan a funcionar. Después de que viviese una de las rupturas musicales más sonoras, esta era toda una declaración de intenciones, porque si los elementos no podían parar a Liv, efectivamente, nada lo haría, porque ella se adaptaría como el junco. Y esa es la lección a sacar, aceptar, luchar y seguir.

Bueno, espero que os hayan gustado esta selección. Ya me contaréis vuestros favoritos.


2 comentarios:

Beatriz MissPotingues dijo...

Me ha encantado esta selección, y esa purga emocional que se trasluce. Hacer limpieza es engorroso,peor qué gusto da tener ese espacio limpito después ;)
Me quedo con Ozzy y con la de Fileds Of Verdum (estoy con el día, debe ser)

Respecto a mantras personales, creo que sería interesante compartir alguno. De hecho, solemos adoptarlos de otras personas o situaciones, aunque en principio los hubiéramos oído en algún lugar que poco o nada tiene que ver con lo que lo aplicas tú.
Por ejemplo, cuando un día se enreda sólo y parece que tienes que apagar todos los fuegos, "one day, one room". Elige uno, enfócate en una cosa, y el resto,..."ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él" (y te cuelo el segundo)

Si te animas a compartir propios, o recopliar ajenos, creo que puede quedar algo curioso. Ahí te lo dejo.
Besos!

Noelia Cano dijo...

Es verdad que hay canciones que, aunque sean de amor, desamor o lo que sea, a veces te tocan y las aplicas a otros aspectos en bucle. Yo ando, estos días, con "Dance Monkey" de Tones and I, que te recomiendo.
Besitos.