domingo, 27 de octubre de 2019

Look de uñas: Bad reputation. Curseando por el mundo




Algo simple pero muy versátil: El negro de Michela Valenti, la pegatina del bazar de la esquina y el top coat Glow in the dark de Essence, para que tenga brilli en la oscuridad. Te vale para Halloween, te vale para un concierto de rock-punk-cualquier tema con más cuerdas que una gira de la tuna... para casi todo! Y sí, me estoy dejando las uñas de punta, cortitas, pero de punta y me están gustando mucho así (cortas y stiletto, es posible, bueno, un stiletto muy light, pero se puede).

 Desde la puerta del centro se ve el Palacio de El Escorial... primera línea de playa, oiga

Estos días he estado fuera de curso, precisamente en un curso que este año me venía que ni al pelo a nivel personal y profesional que que va de Resiliencia, flexibilidad y cambio. Porque el yoga puede volverme un junco hueco, pero la mente es otra cosa.

Rescato un comentario de Gadi al post de la anhedonia, sobre que debería saber donde se genera la anhedonia para poder combatirla, si no es que lo tenía ya localizada: Objetivo localizado, me vais a permitir que las conclusiones me las guarde para mi, puede que un día pueda hablar de ellas, pero hoy no es ese día, pero tiene que ver con cosas de las que voy a hablar aquí.

El curso, sobre Resiliencia, flexibilidad y cambio,  en todos los sentidos ha sido una caza de dragones absoluta - y muy fructífera-: primero porque es una oportunidad para viajar, y encima sola (a ver, estás con más gente, pero no son de tu círculo de confianza y eso es bueno para mi, porque no hay amortiguador), lo cual, me genera más estrés, pero lo veo mucho más saludable para mi (estoy en una época en la que, aunque esté un poco choff, me veo que la única manera de liberarme de todo esto es salir a la zona de exploración, fuera de la zona de confort y estoy haciendo mi zona de confort más amplia) y la impresión es que lo he manejado mucho mejor de lo que pensaba. De hecho estoy muy contenta, porque pensé que literalmente no dormiría nada (me cuesta mucho dormir lejos de mi camita), pero oye, conseguí dormir unas 4-5 horas! (es más, si no hubiese tenido tantísimo calor, hubiese dormido más, estoy convencida, con deciros que me quedé frita a medio capítulo de Rupaul Drag Race Uk!). Así que estoy contenta, todo progreso tiene que servir para la retroalimentación positiva emocional.

El curso ha sido muy catártico y muy interesante - y sinceramente no creo que pudiese venirme en mejor momento-. Primero porque te das cuenta de cómo hemos normalizado estar enfermos de estrés: que te duela la cabeza, no dormir bien, tener problemas de estómago, bruxismo, dolores musculares... y no es normal, ni bueno. Básicamente nuestras mentes apuntan a que vemos problemas donde no los hay, lo cual requiere un trabajo interno importante para desmontar todo eso  y algunas herramientas para parar los pensamientos que hemos normalizado que nos llevan a ese estado. Incluso, la creación de un propio mantra (que lo tengo y de momento, me está ayudando mogollón, mi intención es romper los esquemas al profesor -que decía que el 80% de los que asistían al curso, abandonaban- y realmente aplicar esto a mi vida, que estaba muy centrado en las estadísticas y que no tenía claro si estaría entre los elegidos que conseguirían... este no sabe en qué momento existencial me ha pillado).

 Qué bonito es El Escorial, vaya!

El trabajo, como os cuento, implica un grandísimo trabajo de desmonte mental de estados negativos de la mente, tanto en la manera que te comunicas a ti mismo las cosas, las cosas que te dices, las cosas malas que te dicen, el permiso que das a los demás en tu emocionalidad, o  lo que te puedan decir pero interiorizas a ti misma... y como manejar el pensamiento reverberante (que yo llamaba pensamiento en espiral, aquí cada uno con su denominación) de una manera sana (ese ejercicio fue especialmente demoledor y abrumador, pero creo que merece la pena). Los ejercicios enseñan mucho sobre uno mismo (yo he aprendido mogollón de mi misma, cosas que no sabía que tenía y son buenas y no les doy el valor adecuado y cosas que no quiero tener y me salen y nadie me dijo, pero que están en la lista de reciclaje).

Llevo tres días después del curso y estoy siguiendo varias pautas de lo que dijo y la verdad, de momento he notado mucha más calma a varios niveles. Es cierto, que ya había creado algunas rutinas yo sola, pero con ayuda, acortas tiempos y espero establecer estas rutinas. De momento intento sobretodo potenciar mi autoestima poniendo atención en las muchísimas cosas que hago bien (y me está viniendo muy bien para venirme arriba) y las técnicas para parar pensamientos posiblemente sospechosos de reverberación.

Entiendo lo increíble que resulta decir esto cuando en twitter y Fb he hecho sendas reflexiones desde la indignación de lo mal que me sienta el hecho de que se tome la amabilidad como síntoma de ligoteo (sobre todo, pero esto no lo he dicho, cuando invaden mi espacio personal cuando NO hay motivo) y luego, cuando eres borde, "te haces la difícil", pero tiene que ver mucho con esto: hemos normalizado el comportamiento tóxico y lo normal nos es extraño si no viene asociado con un fin determinado.

La habitación en la última planta me recordó un poco a la película Austenland. Pudieron ser del servicio en su momento, pero no dejaba de tener su encanto histórico por ello.


Por cierto, si queréis saber más sobre la persona que me dió el curso, os dejo un vídeo de una charla Tedx que ha dado. Ah, por cierto, Jose Miguel no conocía la frase de "Fake it until you make it", pero sí el pensamiento y estuvo de acuerdo conmigo con que es un pensamiento valiosísimo para generar nuevas rutinas y cambios y se va a quedar la expresión por lo que me contó -he aportado algo al curso, bien!-. Por cierto, en persona es infinitamente más divertido y menos serio.

Por las damas votarás, pero siempre al compás!
El curso fue en un edificio de El Escorial, algunas habréis visto fotos en las redes sobre las vistas de tejados de pizarra desde mi ventana, que era un tanto Mary Poppins, con un fondo de montañas. Muy contenta en mi pequeña habitación, era justo lo que necesitaba, no una gran estancia, sino algo recogidito, donde pudiese estar con mis cositas y que diese una sensación agradable de acogimiento (aunque 10 cm más de ducha para no hacer de la ducha una labor de contorsionismo cuando te frotas las piernas sin escurrirte como una babosa hubiese hecho las cosas francamente más fáciles).

Eso sí, no hice un especial "qué llevo en mi neceser" por dos razones esenciales:

-Llevé por practicidad botes de productos corporales de otros viajes y de farmacia, sin que fuesen mis productos favoritos (y fue un terrible error a nivel dermatológico, porque terminé con la piel hiperseca, y el olor, era tremendamente químico. NUNCA MAIS). Mala decisión, así que paso de dedicar tiempo a algo que no deberíais tener, en serio si recomiendo cosas en comprados y gastados, hacedme caso.

-Estoy terminando con el contorno- broncer que uso desde hace años, decidí meter todos los productos en polvo -paleta de ojos, de cejas, bronceador e iluminador y colorete- en una lata plana que le regalaron a mi hermano con bombones- su empresa es genial, te dan de vacaciones el día de tu cumpleaños y te dan cositas y el año pasado le dieron la latita con bombones-, que reciclé antes de tirarla y es la mejor decisión del viaje, porque el broncer- contorno- iluminador se desmigó y salió bastante polvillo, pero todo quedó en la lata, así que el caos quedó bajo control. Si queréis enseño la lata, pero la voy a tunear para que no se vea la empresa, que queda feote.

Pero se puede hacer post del tema si os interesa sobre lo que llevé, pero será post -viaje.

Por cierto, fue bonito volver a la oficina y ver que la gente te ha echado de menos. Te hace sentir valorada y querida.

¿Os gustan estos cursos? ¿Los llegáis a aplicar?

4 comentarios:

Noelia Cano dijo...

Me habría encantado ese curso, pero que mucho (y las charlas ted, de hecho tengo preparado un vídeo sobre algunas que recomiendo). Me alegro mucho que te esté siendo tan útil.
Un besazo y p'alante.

Beatriz MissPotingues dijo...

Me encanta leerte más optimista y relisa al mismo tiempo. Darse cuenta de dónde viene la anhedonia es algo duro y muy personal. Me parece muy interesante este curso y estaría bien si pudieras compartir algunos tips o recomendaciones interesantes. Hace mucho que no hago ninguno de estos in situ, pero me suelen gustar, aunque hay mucho "gurú" suelto y a veces te dan ganas de gritarles ¡NO FLIPES!

Veré el vídeo, por supuesto, y si sacas esos neceseres post viaje, también.
Un besazo, y a seguir trabajándote :)

Rebeca Sánchez Fernández dijo...

¡Molan mucho esos cursos! A mí me gustan mucho y creo que son necesarios para parar, pensar y reflexionar y reanudar la marcha.
Me encanta lo de Mary Poppins...
Uñas de Jalogüin, terrorificamente bonitas.
Un besazo, preciosa.

Angie dijo...

¡Campo! ¡Qué suerte! ¡¡¡¡Besotes!!!