Primeramente os recuerdo que voy a sacar looks de maquillaje en el instagram como lo hacía antes, pero no sé si como antes los subiré el sábado o cuando, será un poco sorpresa de la vida. Tengo unos cuantos hechos y ahí los dejaré, para dar ideas, como me las dan los últimos looks que estoy viendo en blogs de Miss Potingues (MUY recomendables los últimos que está haciendo, lo digo de corazón) y los de Gadi, que siempre son un acierto (los delineados que está sacando tienen mucha luz y me están gustando mucho). La mayoría de los que voy a poner, llevan hechos varios días... o semanas, porque no he tenido la cara para muchos sones. Lo cual me da tiempo para descansar la piel y recuperarme cuando quiera sacar más.
Todos ganamos con un poco de organización.
A raíz de un comentario de Miss Potingues había pensado en hacer un repaso de lo que suelo usar para pintar y un poco los acabados que tienen. Que lo mismo este post no interesa mucho, pero creo que pintar, a parte de muy creativo, puede ser muy terapéutico y generar mucha satisfacción interna. De hecho, tengo a varias personas en el instagram que, como yo, enseñan lo que pintan para disfrute de todos y hay verdaderas preciosidades, por simple que parezca. Pero claro, es que ver cosas bonitas, siempre es un disfrute.
Ya hice una introducción al tema en este post, sobre el libro que coloreo, el Escape to Wonderland y algunas cosillas que hacía y sigo haciendo, pero quería enseñaros más pormenorizadamente, todo el material.
Para empezar diré que yo trabajo lápices, pero tambien tengo pasteles, aunque rara vez los uso. El lápiz creo que está muy bien porque es modulable en intensidad y permite trabajar los colores, mezclarlos y generar degradados, cosa que con los rotuladores, a menos que los compres muy caros, rara vez pasa. Me encantaría usar acuarelas, creo que es genial como técnica y queda precioso, pero rara vez encuentras papel que te aguante bien este sistema. No descarto algún día entrar en esta técnica, por eso de momento me he abierto a los acuarelables.
Pero empecemos desde el principio:
Para empezar es mejor comprar unos lápices sin mucha parafernalia, como cuando empiezas a conducir, a un novato no se le compra un Maserati, le compras algo más chusco porque está aprendiendo y puede pegársela. Estos son de Staedtler, como podéis ver. No son la quinta esencia de los lápices, de hecho, si encontráis los de Faber Castell de la caja roja, que es la más básica, os recomiendo esos, porque en esta marca trabajan mucho el hecho de que los colores puedan degradar bien y son algo más intensos que estos. Lo que sí os recomiendo es que os compréis, es una caja de muchos colores. No invertir tanto en la calidad como en la variedad. Es mucho más fácil volverse valiente con colores que inviten a ello, que con 12 colores básicos de mayor calidad. Al menos esta es mi visión. Os voy a enseñar algo pintado con estos lápices.
Como veis la variedad es buena con 24 colores, no os recomiendo una caja más pequeña, pero la pigmentación parchea, porque la mina es un poco dura y no funde bien al deslizar. Se pueden hacer degradados (si veís el pelo de Alicia, intenté algunos, y en las flores) bastante básicos y sin mucha fantasía, pero creo que, en general, es una buena caja para empezar y que nos puede servir para sombreados y degradados, porque luego veremos lápices con tendencia a pigmentar mucho, así que con la combinación de ambos, podemos maximizar resultados.
Si miráis las críticas de internet sobre lápices acuarelables, Caran D'aché quizá estén entre los Mercedes de los lápices. Y son caros. Por eso cuando vi ésta caja que solía rondar los 12-15 euros por unos 8-9, creo recordar, en una papelería del barrio, no me lo pensé y decidí aprovechar la oportunidad para hacerme con unos. Los lápices acuarelables, son suaves y pigmentan más que los Staedtler, pero tienen una mina que resulta "blandita", no tanto como una cera, pero entre cera y lápiz, razón por la que si quieres más intensidad en un color que haga parches, puedes retocar con estos y agua. Obviamente, si encanto reside en que con un pincel húmedo, puedes difuminar el color y trabajar intesidades. Revisad siempre el papel en el que los vais a usar: no tiene sentido colorear con estos lápices si no puedes emplear su lado acuarelable y no todos los papeles aguantan el agua. De hecho el libro que estoy usando, tiene un papel malísimo para esta técnica. Solución: bastoncillos de los oídos, ligeramente humedecidos. Con ellos, puedes conseguir, no grandes efectos, pero sí, cositas como estas:
Las crestas de las olas están hechas con acuarelables y la técnica de los bastoncillos humedecidos (el resto va casi todo a polychromos). A ver, no llego a impresionista francés, pero ni tan mal (ahora entrará alguien experto y me maldecirá en 40 idiomas, entre ellos, caldeo coloquial, pero al menos yo me siento satisfecha con el resultado, que al final, es de lo que se trata).
Este está pintado con los Staedtler y los acuarelables, para trabajar colores y eliminar parches, queda bastante más colorido y uniforme de esta manera. Creo que este dibujo, si algo pedía, era color.
Los polychromos de Faber Castell son otra liga, es una nueva dimensión de disfrute del coloreado. Son más caros, sí, pero en serio, hacen la experiencia de pintar algo mucho más satisfactorio si cabe. Los colores no sólo se deslizan por el papel alegremente, pigmentando con contundencia o sutileza, como les pidas, además se mezclan con otros tonos de manera maravillosa. Es una fantasía. Son caros, pero en algunas páginas de internet de compras de todo (para que os hagáis una idea de a cual me refiero) puedes encontrarlos más baratitos.
Estos son buenos ejemplos de lo que son los polychromos: puedes trabajar la consistencia del color, haciéndola más transparente o más sólida, según te pida el cuerpo y mezclar colores sin notar cortes y haciendo transiciones más armoniosas. Si queréis gastar un poco más de dinero en unos lápices buenos, más allá de lo que podáis comprar de material básico de papelería, estos son muy buena recomendación porque os van a dar muchas alegrías.
Estos son los famosos lápices que me regaló mi amiga Palmi y que se supone que pintan metalizado...
Si veis la parte interna de cangrejo, esa parte entre gris y dorada, se supone que es el color Oro puro... y veis que es un gris, sin embargo, hay varios sombreados hechos con estos lápices (también polychromos y acuarelables). Funden muy bien con el resto de lápices y también su acabado es modulable, aunque tienden a la buena pigmentación, como veis, y no pintan tan clarito como los Staedtler. En general son muy curiosos, aunque su mina no es exactamente como la de los polychromos, en algunos tonos, se asemeja bastante en textura.
Y bueno, esencialmente esto es todo lo que estoy utilizando ahora mismo, no sé si os gustará pero al menos, yo ando bastante satisfecha, que es de lo que se trata y estoy disfrutando mucho el libro. Contadme qué soléis usar a la hora de pintar y si tenéis truquillos a compartir, siempre se agradecen.
6 comentarios:
Los de Faber Castell dan una intensidad espectacular y el truco del bastoncillo para los acuareleables me ha gustado mucho. Deseando ver esos looks por Instagram, muchísimas gracias por tu mención ♥
Un besito.
Ay q maravilla y lo q relaja ❤️
Lo primero de todo, mil gracias por la mención y por la recomendación. Y lo segundo, mil gracias otra vez por este post, ya sabes que me gusta pintar (aunque confieso que últimamente lo hago a menos ratos que antes) y me gusta descubrir materiales nuevos.
Yo tengo algún rotulador que no va mal del todo, lápices normalitos (unos van mejor que otros) ceras, y algunos tonos de ceras neón muy aparentes. Todo ello, comprado en el bazar de mi barrio que es bastante apañdo, pero una vez salgo de ahí, me pierdo un poco, así que este post como orientación me viene genial.
Preciosos tus dibujos, me gusta mucho tu estilo.
Besos, guapa!
Me encantará ver esos looks...
(segundo intento)
Este post es genial. Me ha encantado tu destreza al colorear dibujos.
¡¡larga vida al rey arcoiris!!
¡Ahora buscar pasteles debes! Besotes!
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