domingo, 13 de marzo de 2016

Look de uñas: 70's in Dublin y Resiliencia




Quería hacer algo simple y muy retro con las nuevas tiras verdes que tengo, que por cierto, no sé si es que las uso mal o que son una caca de la vaca, porque recién puestas y con top coat, pegadas a razón de doblez, se despegaron TODAS, se enganchaban en la ropa... vamos, que la manicura recién hecha, como si la hubiese hecho hace 4 días, un asco.

El blanco es de debby y en el verde es de la Summer of Love de Essence. Las tiras de los chinos (nunca mais).



Os dije que me estaba leyendo un libro al mismo tiempo con Mr Darcy? No sé si lo dije ya o no, o yo que sé, la cosa es que como va bastante pillado de tiempo él también, para esperarle he decidido empezar a leer el de Dita Von Teese, Your Beauty Mark, que pensaba que como potinguera blogger no podría asombrarme. Y de momento me como mis palabras. No lo he terminado, pero hay cosas que sí me estan sirviendo y que las detallaré cuando lo termine. Es especialmente útil para conseguir información para pieles sensibles y poco relacionado con hacer cosas que "les gusten a los chicos", es totalmente hacer cosas que mejoren tu imagen para estar a gusto con lo que eres. Ahí lo dejo.

La semana que terminamos ha sido horrible en mi grupo de amigos, o rompen con la pareja, o pelean con ella o se pierden a alguien. No sé si esta semana también se ha cebado con vuestros seres queridos, pero os voy a hablar de algo que tendríamos que aprender todos, relacionado con el post anterior: resiliencia.

Resiliencia es la capacidad del ser humano de sobreponerse a la situaciones adversas y al dolor, adaptándose a la nueva situación, como dice la RAE (sí, la RAE contiene este palabro). Esta capacidad hace que el estrés y el sufrimiento hagan menos daño en nuestro fuero interno y podamos sobrellevarlo con flexibilidad emocional. Y sí, se aprende, porque realmente consiste en variar conductas y estructuras de recursos psicológicos, desarrollando herramientas para amortiguar el golpe y digievolucionar a la adaptación.


Eso no significa que a la persona resiliente no le duelan las pérdidas o que no sienta el dolor, ojo, significa que puede lidiar con él y así desarrollar una capacidad de desarrollo interno para el cual no hay momentos malos, sino situaciones duras, que verbalmente parece lo mismo, pero son dos maneras muy diferentes de concebir la vida.

Aunque hay una genética que predispone a ser una persona de mejor o peor carácter la resiliencia no viene determinada por la genética, sino que es una capacidad que se aprende (lo que hablábamos en el post anterior de que la gente que para golpes a otros, o los que huyen de la dificultad no aprenden a lidiar con la crisis- por cierto gracias Miss Potingues por la corrección, no corregí el texto, mea culpa-) .


Dos cosas que podéis desarrollar gracias a post que os comenté de Gadi sobre mindfulness es esta capacidad, porque el mindfulness está relacionado con el no control de todas las situaciones y el manejo de los propios sentimientos. Así que si estáis a tope con el Mindfulness para esto os viene chachi pistachi.

Una de las cosas que más nos cuesta es manejar el cambio. Decía Heráclito que lo único que permanece es el cambio, pero por mucha razón que tenga el humano se opone a él, porque le supone salir de su zona de confort al desconocido mundo del mañana y de lo incierto. Y una de las cosas que más recomiendan y es un briconsejo que siempre recomiendo a todo el mundo es "ser el mejor amigo de uno mismo". Muchas veces a los demás les pedimos que sean más pacientes, que lo lleven con calma, pero a nosotros no nos soltamos esos discursitos: porque primero no funcionan y lo sabemos, porque segundo, lo soltamos por liberar angustia más que por ayudar y tercero, porque no detallamos en tareas concretas.


La tarea de retomar la vida de cero cuando has tenido un golpe duro implica una reflexión desde el desconcierto, porque uno no sabe cómo empezar a construir. Pero está claro que la vida no se acaba y no sabemos si lo mejor está por llegar, esa idea nunca hay que descartarla. Pero sobre todo hay una idea del budismo que me gusta abrazar de un tiempo a esta parte: lo que ha pasado era lo único que podía pasar.  Es un enfoque muy determinista sobre el pasado, pero ¿qué bien nos hace pensar que si hubiesemos hecho las cosas distintas hubiese sido todo diferente a mejor? ninguno. Y ¿si hubiesemos sabido que las cosas hubiesen sido mejor, no hubiese sido mejor hacerlas de otra manera? Pues claro. Entonces, si lo hiciste de una manera determinada es porque las circunstancias, tu experiencia y la realidad no te daban más opciones. Así que el pensamiento "debí hacer otra cosa", queda invalidado, porque no controlas todo, no tienes toda la información del futuro que cambiase tu opción y esa por tanto era la única válida. Eso quita mucho estrés si se examina bien, porque volvemos a la idea de que no podemos, ni debemos, controlarlo todo.

Además, como dije en otro post, debemos ser nuestro mejor amigo y pensar en nuestras gracias o pros personales: hemos pasado por cosas más duras, ¿qué nos hace creer que no vamos a poder superar esto? No tiene que ser ahora, no tenemos que sentirnos felices YA, pero con el tiempo, esto nos puede enseñar mucho y sobre todo, podemos incluso llegar a creer que lo que pasa ahora, hubiese ahorrado mucho mal a la larga. Nuestras capacidades deben estar enfocadas a que si a un amigo no le exigimos que sea feliz en un golpe de la vida, no podemos exigírnoslo a nosotros. Y desde luego, no podemos fijarnos en lo malo, tenemos muchos puntos fuertes, debemos mirarnos con ojos compasivos externos y tratar de ver más el cajón de lo bueno, que el de lo malo. O por lo menos, intentar verlo como más valioso.


Hay muchas publicaciones, blogs y expertos que potencian esta capacidad humana. Y creo que ahora era un buen momento para hablar de esta habilidad y ponerla a prueba. ¿Conocíais este palabro? ¿Habéis tenido buena semana?

3 comentarios:

Adaldrida dijo...

Qué importante. Yo nunca he roto o me han roto, pero he visto rupturas de amigos y he visto lo mal que se pasa.

Beatriz MissPotingues dijo...

Me parece muy buen post. Por cierto, te agradezco que te tomes tan bien las correcciones. Sabes que las hago con la mejor intención, y desde el respeto.

Con respecto a la resiliencia, te voy a dar dos ideas, quizá drásticas, pero que te ayudan a entender que, o te ayudas a tí mismo, y aprendes a conversar con ese, tu mejor amigo, que vive dentro de tu cuerpo, o no esperes ver la luz por mucho que te la enseñen:
Nadie va a hacer por ti lo que tú puedes hacer por ti, aunque no sepas que eres capaz de ello hasta que lo intentas.
Sólo tienes lo que puedes llevar contigo tras un naufragio.

Nos creemos eternos, y nos agarramos a los objetos y las personas, pero sólo están, y estamos, aquí un momento. Caerse está peritido, levantarse es obligatorio. Tardes más, o tardes menos, pero procura que sea por tu propio pie para fortalecerte, aunque tengas a tus allegados cerca. Una cosa es que te ayuden con la carga, y otra que sean responsables de tu peso.

Por cierto, mejor semana que la anterior sí, pero con un pico de WTF! que ya te comenté en el post anterior.

Besos!

Angie dijo...

No la conocía, dónde venden en cantidades industriales a bajo precio???Besotes!