Gastados de Octubre

 Este mes, no sé si es que se me ha olvidado apuntar cosas o qué, pero no me ha cundido mucho...

Poquito, pero es lo que hay, muchas cosas a punto de finiquitar, pero pocas terminadas, así que la potidieta al carajo, más compras que gastos:

-Crema de manos de Mythos. Pues sí, me encanta esta marca, porque además siempre te da un plus que no te esperas: el champú antigrasa me da un volumen capilar de flipar y la crema de manos, que como crema es bastante normalita, desamarillea (no creo que este verbo exista, pero si la RAE dice amigovio yo puedo decir desamarillear tranquilamente) las uñas. La cosa es que entre semana normalmente las dejo sin pintar, pero estan algo amarillentas y es usarla por la noche y su uso continuado me ha hecho observar que si me las desmaquillo el domingo noche, el miércoles estan mucho mejor (milagros no, pero una diferencia sí). Yo la recomiendo porque es la única crema que me ha funcionado en este sentido, sin parabenos, sin siliconas, todo natural y en su versión olivas + manteca de karité. El olor es un poco tosco, pero no es desagradable ni pestucio, es natural. Contenta con el invento. Estoy por seguir cotilleando en esta marca, todo son alegrías.

-Diluyente para esmalte de uñas de Mercadona. Otro invento. Tengo el Raspberry fields forever de catrice un poco pastosillo (y un poco en las últimas, no descarto repetir con este color) y me he dado cuenta de que este inventaco (que huele fatal, no os lo acerquéis a la nariz o sabréis como mandar un whatsapp a un soggoth) es mejor que todas las cosas que había probado antes: la nevera, poner los esmaltes al baño maría, echarles alcohol o disolvente... conserva mucho mejor el esmalte, no lo degrada ni lo estropea y solo con un par de gotitas, notas mucha diferencia.

-Máscara Lashes Go Wild de Essence. Tras dos triunfos, un sonor fracaso. Ahora sí que sí, no me vuelvo a comprar una máscara de ojos de essence ni jarta de horchata (chufi).  Pegotón en la pestaña, no me aguanta nada el volumen y se hacen pequeñas particulitas todo el rato que se caen en el ojo y en el lagrimal y que te atacan vilmente. La brocha no descarto guardarla, pero lo que viene siendo el producto es una ful (Estambul). Y eso que he usado un truco que leí que usaba Joan Collins (eres Joaaaaan, eres Colliiiiins, eres la Joan Colliiiiins) y que me ha funcionado con las máscaras de Catrice: tras echar la máscara, dar un poco a la pestaña con un secador (temperatura fría, que tampoco es dejarse el ojo como un polvorón aplastado de seco), dura el volumen más tiempo, se te queda la pestaña, como decía un señor amigo de la familia: "como el sombrero de un picador"... pues ni con esas esta máscara funciona. A partir de ahora, Catrice, que me tiene enamorada en este sentido.

-Toallitas del mercadona. Clásico de todos los meses, siempre cae paquete o paquete y medio.

-Un sobrecito de la muestra de la  cremita de Bonpoint: llevo estos sobres como crema de emergencia en el bolso, para manos, para codos, para todo, te hacen el apaño. Una delicia, es que lo sigo diciendo, es una crema 10. En este caso, me ha servido para cuando se me olvidaba el aquaphor en casa, que va muy bien para las dermatitis que se ponen rabiosas y casi derivan a psoriasis. No te quita el ansia viva de rascarte, pero te alivia un poco.

 

Y ya está... sí, así de triste... más en Noviembre