viernes, 12 de diciembre de 2014

Pruebas de la alergia... parte II

Ya os conté que este verano he tenido una alergia tonta, tonta al pescado y a todo lo que vive bajo del mar, sea en una piña o un adosado de caracola.

Y os conté que aunque me dió en agosto, las pruebas me las mandaron para octubre de urgencia. 

Pues los resultados, de urgencia también, me los han dado hoy.

Sí, este es otro festival del humor de las aventuras médicas de la Hellen (sentaos, coged palomitas, haceros un tecito... poneos cómodas en general).


Bueno, la cosa es esta: tenía cita pronto y doy mi nombre en la consulta de alergología, la mujer, con parsimonia monumental, busca una bolsa grande con mi historial (olé qué pareado) y lo busca en una cajonera tras de ella, en otra más lejana, en un altillo, en un armario... detrás mía se empieza a formar una cola importante que empieza a mirarme mal, yo más mosqueada que un pavo escuchando una pandereta...

-Pero ¿es la primera vez que vienes?

-No, vengo a por unos resultados, ya me hice las pruebitas del brazo y un análisis de sangre...

Yo la veía que iba a sacar a Rastreator del armario y dar una tercera batida montada a caballo, pero decidió mandarme sentar y atender a gente con historiales más fáciles de encontrar.

Y me senté empezando a pensar que el pequeño Nicolás podría haber robado mi historial de alergias, o que podían ser los iluminati, cuando se me sentó a mi lado una señora competidora.

La señora competidora de sala de espera médica es ese especimen humano al que le da igual qué te pase: ella sufre más. Tú estas en tu nube, y no te alegras de que ella esté mejor, pero indagará qué tienes para quedar por encima y sobresalir como la señora valiente que lucha contra la adversidad estoicamente... y que sufre más que tú. Por eso habla en voz alta, para constatar ese hecho: sufre mucho.

Pero con tanto sufrimiento ¿Cómo sobrevives, alma cántaro?

Todo el mundo sabe que hay dos leyes generales de mi vida: la primera, por lo general siempre tengo razón (suena prepotente, lo sé, pero a veces es una verdad universal y si no la tengo, sospechad que algo raro pasa en Matrix)... y la segunda es que si hay alguna persona friki y/o con alguna tara mental (entiéndase peor que las mías) a menos de 100 metros a la redonda, empezará a hablar conmigo por alguna extraña razón.

Así que ahí andaba yo, retocando mis foticos de Madrid nocturno (os haré vídeo si queréis, es mi nueva afición, hacer fotos de sitios históricos de Madrid por la noche) con filtros...

-Bueno, pues aquí, me siento, porque ¿quién es la última? ¿ eres tú la última?

-Pues, no lo sé, porque es la sala de varios médicos y van llamando.

-Ah, bueno, pues nada... es que tengo la alergia del anasakis fatal, ¿tú no tendrás anasakis?

Anisakis es una larva- parásito que habita en el pescado y que crea intolerancia al mismo en humanos. Anasakis debe ser una señora mitológica griega, medio mujer, medio medio merluza congelada, que produce urticaria, pitidos en los oídos y malestar general... o eso me dió a mi la impresión.

Hola marinero, soy una Anasakis...

-Pues, no lo sé, me lo tienen que decir, porque las pruebas dieron negativas, pero no puedo comer pescado...

-Yo tengo una alergia al anasakis malísima, pero claro, no voy a dejar a mi Julio sin pescado, así que lo compro congeladísimo, de ese que congelan recién pescado y me tengo que proteger para freírlo, porque los humos me crean granos en el cuello. Para freír pescado tengo que vestirme como un astoronauta

Un astronauta es una persona que realiza viajes al espacio exterior con el fin de realizar estudios que nos ayuden a comprender la formación del universo. Un astoronauta es un señor que viaja lejos para comprar productos de Margaret Astor en oferta o novedosos y se viste como Karl Lagerfeld, con cuello vuelto siempre... o eso me parecía a mí, por el contexto.


A todo esto, la sala aguantando la risa y yo ahí, incolumne como si fuese un concursante de No te rías, que es peor... Y va la señora y remata:

-  Te empieza a picar todo y no puedes parar. No me extraña que la chica del ébola se rascase, fijo que eso también pica como el anasakis...


- Bueno... ¿Y llevas mucho esperando?

-Pues... cerca de una hora.

- Es que tienen a la gente aquí esperando y esperando... como si no tuviesemos nada mejor que hacer. 

Total, que empezó a entrar gente y la mujer empezó a chequear si todos sufrían anasakis y sí tenían un anasakis más sintomáticamente intenso al suyo. Yo, como he estudiado sociología, dejé que hiciese su estudio de campo, que la mujer se sentía entregada a la investigación social.

- ¿Hellen de España y Torre del Oro?

Me levanto corriendo no sea que me obliguen a tomar notas de la investigación sobre el anasakis.

-Perdona, es que tu historial lo tiene directamente la doctora. Menos mal, pensaba que lo habíamos perdido...


¡Ah, qué bien!

La cosa es que da todo negativo en las búsquedas más comunes, pero no descartan:

- Proteínas menos frecuentes en el pescado, típicas de las gambas y algunos peces.

-Conservantes del pescado (en cuyo caso, el análisis tendría que pagarlo yo, ya que la seguridad social solo te cubre alergias comunes... ojo al dato, ser raro no te lo cubre la Seguridad Social).

Y la tercera idea de mi doctora es que le diga a la gente que me eche pescado en la comida sin decírmelo, no sea que me esté condicionando. Que yo digo que si me condicionase, no me hubiese quedado sin comer salmón/ sardinas/ atún y similares desde agosto, que ya me podría haber dado por la alergia a las espinacas, no a los calamares, hombre ya.

Pero como mi idea es demostrar que tengo razón y, gracias a Thor mi alergia sólo es molesta, no es de shock anafiláctico, lo probaré. Sólo por demostrar el punto uno de mis leyes vitales: tengo razón.

Y eso es todo: volver el mes que viene a hacerme más análisis. Os seguiré contando. Tened un gran fin de semana y pasadlo muy bien.


3 comentarios:

Noelia Cano dijo...

Quiero un astoronauta en mi vida para poder mandarlo a por maravillas de E.L.!!!
(Jajajaja).
Ánimo con tus peripecias médicas. Nos partimos de risa, eso es innegable, pero por el arte que tienes para contarlas :)

Beatriz MissPotingues dijo...

El astoronauta me ha matado, jajajajaj!

A ver si vas a ser sensible a metales pesados como el mercurio, todo es probar.

Besos!

José Viruete dijo...

Si haces una cata de pescado con 20 variedades, grábalo porfa.