domingo, 21 de febrero de 2021

Look de uñas: Sopp. Un poco de nepotismo del bueno y la historia del Tarot de Mantegna.




 Hacía mucho que no usaba este amarillo de Kiko, el 279, con un esmalte de una marca poco feminista y un top coat mate de Wynie. La pegatina es de unas pegatinas folk que compré en un bazar con motivos étnicos. Por cierto: sopp es seta en noruego. No confundir con suppe, que es sopa. La gracia de los idiomas. Reconozco que ha quedado más otoñal de lo que pretendía, pero me gustan estos colores.

Hoy os traigo mogollón de contenido y mucho amor, ya voy avisando. Primero, un repasillo de temas de autobombo(porque salgo yo, pero también gente más maravillosa que yo):


-Ya ha salido un podcast maravilloso de Paseando por la Cava Baja con la historia de Chanel, nos lo curramos muchísimo, porque es un tema muy amplio y maravilloso y que os recomiendo revisar con tranquilidad: hay muchos documentales y libros sobre el tema, tanto de la propia Coco, como de la casa, la firma de perfumes, la de joyas... en serio, MUY interesante. De momento os dejo con el podcast, que dura 2 horas y cuarto casi, pero había material para hacer más, porque ya os digo, la simbología, los materiales, la conceptualización, la historia de todo...  Realmente fascinante.

-Por otro lado, como os comenté el lunes pasado se celebró esta maravillosa quedada para celebrar los 15 años de Vicisitud y Sordidez, con anécdotas y post divertidísimos. Es muy probable que, dado que me comprometí publicamente, un día cuente en su blog, porque lo merecen, el día que me pasé, literalmente 30 minutos en una App que era para hacer amistades y al final era mercado de la carne... sí, que soy muy cándida para la edad que calzo, pero bueno. También tengo en mente hacer otro, pero me tengo que leer un libro de "autoayuda" primero... ya os contaré.

La verdad es que, si os soy sincera, disfruto mucho de estas cosillas, más de los podcast. Tanto de escucharlos como de participar en ellos, porque estoy aprendiendo muchas cosas escuchando a la gente y buscando datos.  A parte, me siento muy afortunada, ya que estoy conociendo a gente fascinante, esta experiencia de los podcast está resultando un win win absoluto. Debe ser porque durante este tiempo me he centrado en formarme por libros y cursos interactivos y se me había olvidado lo genial que es aprender de gente que realmente sabe y que realmente (VITAL ESTO) explica algo desde el entusiasmo de disfrutar un tema. Esa gente me encanta aunque el tema no me guste, porque tienen una alegría contagiosa. Las personas entusiasmadas, sin duda, son mis favoritas. 

Por cierto, antes de que se me olvide, fuera de la sección de autobombo, pero dentro de la temática on line de gente que mola mil: quiero recomendar aquí también este post de Gadi sobre la resiliencia. Me parece una introducción al tema superbien planteada y MUY útil, así que dadle una oportunidad y si os ha gustado, difundid el contenido: que se entere Gadi que lo está haciendo fetén (que ya se lo debe oler, y sino, se lo dejamos claro por aquí). Dadle amor. 


Hablando de amor: el otro día subí a las stories un dato sobre que los palos de la baraja española realmente son una representación de los estamentos sociales del s. XVI, que es cuando empieza a editarse tal y como la conocemos hoy. Los oros sería la realeza, las copas la Iglesia, las espadas la burguesía y las clases pudientes y los bastos el pueblo. La cosa es que me encanta cuando me llegan comentarios como el que me mandó Rosa (un besazo Rosa y gracias por ser como eres) hablándome de que si ese dato me flipó, debería revisar una baraja de tarot que tiene mucha más historia y arte todavía. 

Y os voy a contar todo lo que he averiguado gracias a Rosa, que es la inspiradora de este post y a la que quiero agradecer mil por ser un sol de alegría y buena vibra. 

La baraja de las que os voy a hablar es el Tarot de Mantegna y creo que es muy interesante, no sólo por ser un tarot, que puede interesar más o menos, sino por todo el arte la historia que contiene y como hace bastante que no me hago un post cultural, no he podido evitar compartir esto que me ha creado mucho hype.


Vamos a comenzar como Sophia Petrillo: Italia, siglo XV, la gente se pone en plan Agatha Ruiz de la Prada y no puede parar de crear, porque se flipa con las ciencias, con las artes, y en medio, las ciencias ocultas y las artes adivinatorias como la Cábala, la alquimia... Y en este caldo de cultivo del Renacimiento, aparece el Tarot de Mantegna, por Andrea Mantegna, su presunto autor, que se viene arriba y crea una baraja de nada más y nada menos que 50 naipes. 

El tarot de Mantegna es un poco como Puertollano, que ni es Puerto ni es llano, porque no es ni Tarot ni se sabe al 100% que sea de Andrea. En un primer momento se pensaba que los grabados podían ser suyos, luego se pensó que eran de un tal Baldinni, pero también se dijo después que no debían ser suyas. Las últimas teorías apuntan a Francesco de Cossa como presumible autor de los 50 grabados, aunque los Mantegneños (o fans de Mategna, por decirlo de alguna manera) siguen reivindicando su autoría. 


Y no era un tarot porque realmente era un juego didáctico, un poco rollo "juego de las familias", al que todos hemos jugado en algún punto de nuestras vidas (y sino, una preciosa pandemia está ocurriendo para que lo hagas). El caso es que hay dos versiones: una coloreada y otra que no. La que no era para que la pintases tú mismo a tu gusto. Vamos, que lo antiguos también le cogieron el gusto a colorear cartitas como si fueran mandalas. Es la primera y consta de 1460 y tiene 50 cartas. 

La segunda versión, de 1490 es imposible que fuese de De Cossa, más que nada porque andaba un poco muerto por aquella época y es la versión en color y contiene varios de los arcanos mayores que hoy por hoy se conocen.

Antes de que entremos en materia, vamos a hablar de cómo nace esto: Luis III de Gonzaga es un tío con pasta y título y muy con el hype del renacimiento así que, supuestamente lía a Mantegna para que se vaya a Padua ( donde está  Luis con su familia) que le promete un mecenazgo estupendo. Y se conoce que Andrea le debió caer bien dicha propuesta, porque allá que se fue y terminó trabajando con él y más tarde, a la  muerte de Luis III, con su hijo, Francisco II y la esposa de este, Isabel ( De Este, que era su apellido, pero tenía que hacer la gracia). Isabel es que era también muy de mecenazgo, de hecho se la reconoce como una de las mujeres más influyentes en esta época por el pedazo de catálogo de arte que financió y la influencia que generó este arte bajo su protección, porque la obra de Mantegna se dice que influyó mucho a Donatelo (el pintor, no la tortuga ninja) en su periodo pétreo.

Vamos, que Mantegna era influencer de arte y de los buenos.

 San Sebastián, Mártir de Andrea de Mantegna.

En cualquier caso, si pisáis Italia, avisaros que en el Veneto, en Ferrara y en bibliotecas italianas quedan como una docena de ejemplares oficiales de estas cartas que se pueden visitar en persona, así como la obra de Mantegna, que no os quedéis sólo con el tarot confirmable o no de Andrea, que su producción pictórica fue bastante prolífica y muy recomendable, lo digo porque son una gozada histórico- artística.

Entrando en materia: las cartas!

La primera familia es la de las clases sociales: empieza en el mendigo y sigue con el sirviente, el artesano, el comerciante, el noble, el caballero, el duque, el rey, el emperador y por último el Papa. De esta familia El Emperador y El Papa se mantendrán en el tarot actual, cosa que va a pasar en más familias, como vais a ver a continuación.

La segunda son las 9 musas y Apolo, dios de las Musas: Calíope, Urania, Terpsícore (no confundir con Esther Píscore), Erato, Poliminia, Talia, Melpomene, Euterpe y Clío. 

La tercera familia son las artes y las ciencias: Gramática, Lógica, Retórica, Geometría, Aritmética, Música, Poesía, Filosofía, Astrología y Teología.

La cuarta familia van las virtudes y los principios teológicos: Intelecto, sentidos, funciones vitales, Templanza, Prudencia, Fuerza, Justicia, Caridad, Esperanza y Fe. De este grupo, la Templanza, la Justicia y la Fuerza se han mantenido en los arcanos mayores del tarot.

Y la última y más heterogénea de las familias es la de los Planetas (no estos, los de verdad). La cosa es que en aquel entonces, sólo se conocían 7 planetas, así que rellenaron hasta 10 con lo que fueron viendo un poco: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, La octava esfera- el cielo superior, El poder celestial y La Luz Divina. De estas, como en el grupo anterior, la Luna y el Sol se mantienen en el Tarot actual.

Cosas a destacar de la época cuando se pintó este tarot y porqué su relevancia sociocultural es tal: se estima que en ese momento, un 20% de los europeos vivían en situación de pobreza o sin techo, viviendo día a día. Esa gente básicamente era gente con alguna limitación física, psicológica o sensorial, eran mayores o estaban enfermos y su modo de supervivencia era la archiconocida caridad. Si carecían de limitaciones como las que hablamos, podían tener suerte y vivir como sirvientes. De hecho, si la casa era buena, eso suponía no sólo un plato de comida y un sitio donde poder dormir, pero la mayoría no tenían esa suerte, como se ha llegado a romantizar y la realidad es que para el dueño de la propiedad, un criado y un perro venían a tener el mismo valor.

El artesano es ese señor que moviliza la sociedad del feudalismo al capitalismo. En ciudades como Florencia, se estima que el 25% de su población eran obreros, de ahí que se formasen los gremios y los primeros sindicatos (de una manera más primitiva que los actuales... ahí lo dejo). Sólo las personas que lideraban los gremios tenían derecho a voto: los gremios más importantes eran los considerados de artes mayores, luego vendrían los de artes menores como comerciantes, carpinteros, herreros, orfebres, cerrajeros, talabarteros, albañiles, carniceros, panaderos y posaderos, entre otros. Por cierto, que dicen que el artesano, evolucionó a la carta del Mago, tal y como la conocemos en el tarot actual. 

Los comerciantes aún mantenían las rutas marcadas en Europa por los reinos cristianos y los musulmanes por todo el imperio bizantino, lo cual era interesante para el intercambio de culturas, idiomas, mercancías... Mientras, los nobles, no eran tan ricos como los comerciantes, otra cosa que se ha idealizado. Además, a finales del s.XIII perdieron su derecho a voto. Así que lo que hacían muchos era un poco el método Medici: casar a hijos con personas de familias de artes mayores, como banqueros o ricos mercaderes. Unos ganaban su entrada a la nobleza, y otros, un dinero para salvar el apellido y el estómago. 

El caballero es la carta más repetida en las cartas: en las de baraja  francesa, no nos confundamos, es la J, en la española, es el caballero y en la del tarot de Crowley, la princesa. El duque, era el representante de un ducado, porque esta figura está basada en el Duque de Florencia en concreto y que estaba bajo el mandato del Rey, que está basado fuertemente en la figura de El Príncipe de Machiavello o en Enrique V de Shakespeare, dos fuertes figuras de su tiempo, pero, como vemos en la imagen a pesar de ello, jóvenes, en contraposición del Emperador, una figura basada en Carlos I y más tarde en su hijo Felipe II, que serían a base de batallas, emperadores de Italia y que permanecería unida a la corona española hasta que empezaron las bofetadas en 1701. Y por encima de todo, el representante de la Iglesia, el Papa, que era el verdadero líder de toda esta sociedad.


Por mentar alguna curiosidad más de esta baraja, la Prudencia es representada con dos cara, una femenina y otra masculina y en las siguientes "ediciones" se cayó de los personajes por otra que nos suena bastante más, que es la de La Papisa, que dice ser una representación del Papa Juan, quien decían que era una mujer y que esta carta y esa pueden ser interpretaciones del mismo personaje. Así mismo la carta de Venus recuerda muy fuerte a la que luego, en el tarot de Marsella, aparecerá como los enamorados, al igual que Jupiter recuerda poderosamente a la carta de El Mundo de la baraja de Marsella. La primera causa es una manera de hacer una carta sobre Dios, del principio de todo, pero sin pintarle por aquello de que pintar a Dios está mal y puedes terminar en una hoguerilla. 

Dicho esto, que es un remix: hay mucho que contar sobre este tarot en concreto, pero es que hay mucho que contar y hay un señor muy majo que ha escrito un libro entero sobre el tema que todo el mundo recomienda, así que os dejo el link para que le echéis un vistazo. Pero si queréis saber más sobre la historia de los tarots, así, muy resumida, Rosa me pasó este vídeo de Amaya, que me ha generado alto hype porque está muy bien contado para todo lo que es y muy ameno, además Amaya ha estudiado arte, así que puede aportar cantidad de información sobre el tema artístico y os va a encantar. 

Espero que no se os haya hecho demasiado largo y os haya parecido un tema interesante. Es posible que me anime a hacer más post de estos, ya que es un contenido que, aunque lleva tiempo, merece la pena compartir.

¿Sabíais la historia del este tarot?

6 comentarios:

MásQueRopa dijo...

Ni idea del tarot pero la manicura es 🔝

Angie dijo...

Esque en Cataluña el amarillo tiene otra connotación...pero la historia del gato mola.

Angie dijo...

Digo tarot. Besotes!

Adaldrida dijo...

¡Qué post más chulo y currado!

Noelia Cano dijo...

Me ha encantado el contraste de la manicura y el pedazo de post que te has currado (y saber que has disfrutado tanto con la conmemoración, aunque ya me lo olía). Muchísimas gracias por darme difusión, primor!
Besitos.

Beatriz MissPotingues dijo...

Me has tocado la patata, y lo sabes.
Para empezar, gracias por los enlaces, y la explicación de este tarot que, como bien dices, no se sabe si considerarlo tarot o no porque no mantiene la estructura estándar de una baraja normal, ni la clasificación de sus cartas, ni los personajes, ni nada.
Teniendo en cuenta que hay varios tipos de barajas de tarot, esta es la que menos utilizaría para explicar qué es un tarot, sinceramente. Ahora, esde las más interesantes, y de las más complejas, para mí.

Los tarots y las barajas, como todo el arte, son un reflejo cultural de la sociedad. Hay muchísima historia al respecto, y es fascinante.

El origen del tarot se cree que es el Libro de Thot egipcio. De hecho, hay una baraja de Thot (que no es tampoco el tarot de Thot, que tenemos barajas para todo),y que también es bastante peculiar.

Tendría que desenfundar libros y apuntes, porque el tema histórico lo tengo un poco oxidado, y no te puedo decir mucho más del tirón sin miedo a meter la pata(en significados y simbología, lo que quieras, pero la historia se me puede mezclar por fechas, sobre todo si incluímos la "salsa rosa" que había en esos ambientes)

Ahora, que el Renacimiento Italiano fue una época gloriosa para el nacimiento de algunas de las barajas más bellas que existen, ya te digo yo que sí. La Visconti-Sforza es una galería del arte de essos años, con los ricos ropajes,los bordados en oro, los peinados...de verdad, si puedes verla en color, échale un ojo.
Y si no, me lo dices, y te mando imágenes de la que tengo yo.
Besos!