Siguiendo con las propuestas antiviolación
estadounidenses, cada vez más globalizadas, hay un movimiento que me parece especialmente llamativo
y reseñable denominado “Yes means yes” o como una relación sexual no se
puede basar en la no negación explícita de la misma,
sino en la no especificación explícita.
En los campus universitarios, la tasa de
violación es bastante alta y las denuncias de las víctimas no llegan al
40%. Dado que en algunas de esas violaciones intervienen las drogas de
las hicimos mención en el post de la laca de uñas antidrogas,
no podemos basar la no violación en un “es que no me dijo que no”. Pues
claro que no, pero es que muchos jueces se basan en eso, porque debe
ser que ellos se ponen de drogas de violación hasta las cejas y, tirados
en el suelo, hacen competiciones a ver quién
recita más versos del Cantar de Mío Cid… yo qué sé, pero no tiene
sentido ninguno.
Dicho movimiento empoderador de las chicas,
define que para tener una relación consensuada, el sí debe ser
explícito, o debe pedir la relación la chica, o algo parecido, algo que
deje constancia total de que la chica está interesada. Universidades
como la de UCLA tienen movimientos feministas muy organizados que están
difundiendo su voz con valentía. Otra chica, violada en pleno campus y
harta de ver a su violador en las mismas clases que ella, suponiendo un
estrés indescriptible, un día, harta de su
silencio y de sus amenazas, decidió salir con su colchón y protagonizar una protesta en el campus, hablando sobre el silencio y como se dejaba
de lado a la víctima de la violación, desamparada y como suponía
emocionalmente, seguir cargando con un peso equivalente
al de su colchón. Pronto, su protesta fue apoyada por muchas mujeres,
algunas víctimas también, otras simplemente por solidaridad femenina y
salieron con sus colchones al campus a protestar, otras le ayudaban a la
primera a llevar el suyo.
El movimiento Yes means Yes implica que la mujer
es parte activa de la relación, implica que no vale el famoso “el que
calla, otorga”, implica que las palabras tienen el significado que
tienen, “No” no significa “Sí”, por mucho que digan
que las tías somos complicadas y las mujeres somos las primeras que
debemos quitarnos el corte en saber definir qué queremos y qué no. Es un
hecho.
3 comentarios:
Me alegra que existan este tipo de movimientos, odio que todavía tengan razón de existir. Un abrazo tita.
Coincido con Rosa.
Besos!
El otro día en el metro casi me da aarggo..." El no de una mujer es 7 veces sí"...pa matarlos...Besotes!
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