jueves, 5 de septiembre de 2019

Libros veraniegos (primera parte)

Venga, una de libros que me he ido leyendo en este tiempo (no están todos, es una avanzadilla), que siempre viene bien.


- La estatua de bronce de Lindsay Davis. Tras haber leído el primer libro de la saga del investigador romano Marco Didio Falco, como estaba entretenido, decidí continuar con la segunda parte. Tiene mogollón de libros esta saga -en serio, tiene 20 según la Wikipedia- y bueno, no me los voy a leer de una tacada, pero está ahí y los iré leyendo poco a poco hasta que me aburra la trama o se hagan predecibles (aunque también pueden mejorar, quién sabe).

Este segundo libro continua la saga del primero, decir de qué va es complicado, pero lo vamos a intentar. Ahora Marco no trabaja para gente de mala muerte, sino para el estado, pero por el mismo sueldo deplorable y tiene que clarificar un asesinato de un senador. Hay muchos personajes del primer libro y su relación con ellos va a ser más intensa si cabe, sobre todo con la hermana de Sosia, Helena Justina. No es tan fresco con el anterior y me da la impresión que tiene un par de momentos un tanto anacrónicos pero por lo demás, es entretenido, no tanto como el primero, pero resulta curioso de leer, sobre todo por las tramas conspirativas.

En definitiva, ideal para el verano, no es de una gran intensidad.



- The princess Diarist de Carrie Fisher. Hay 3 razones básicas para leer esta minibiografía de Carrie Fisher: la primera Carrie Fisher es tremendamente sarcástica y divertida, desde el primer momento va a estar riéndose de su vida y vicisitudes, y en el proceso, te va a hacer reír a ti también, porque la vida de Carrie ha dado para mucho. Hija de actriz y cantante, la royalty de Hollywood cuyo padre dejó a su madre para irse con la viuda de su mejor amigo, mejor amiga de su mujer (si no sabéis que Eddie Fisher dejó a Debbie Reynolds por Elisabeth Taylor, en serio, navegad en la wiki. Spoiler, la Taylor se enamora de Richard Burton, y hace las paces con Debbie en un crucero donde se topan, Richard, Elisabeth, Debbie y el nuevo marido de esta. Fisher salta de una a otra el resto de su vida hasta que se casa con una china y todo parece ir bien… hasta que ella muere y vuelve a las andadas)  y luego actriz y cómica por méritos propios, a Carrie le ha dado tiempo a mucho.

La segunda: entre col y col, te cuela una lechuga. Y entre anécdota divertida y anécdota divertida te suelta una perla de sabiduría como el momento en el que uno de sus terapeutas le dice que uno de sus grandes problemas es que no sabe distinguir entre problemas e inconvenientes: un problema es que un tren descarrile, un inconveniente es no tener un buen asiento en un tren que descarrila. Al final te resume que en su vida ha tenido 3 problemas y medio, el resto, inconvenientes. ESO que parece una chorrada, ESO es el ABC de la salud mental y Carrie habla de drogas (y de Cary Grant) y de salud mental (y de Paul Simon) y de sexo ( y de su madre, Debbie Reynolds). Y nunca resulta incómoda, resulta destartaladamente divertida y humana, muy humana.

La tercera es que es un libro que te cuenta todo eso en menos de 100 páginas, corto pero intenso para los que les asustan los libros al peso. Hay cosas de las que no habla? Pues sí, porque siempre nos quedará saber porque pudiendo estar con Dan Aykroyd, volvió con Paul Simon. Pero también te lo dice al principio, su memoria no es lo que era, por su salud mental y las drogas y porque estaba en una terapia de electroshocks que la tenía entusiasmada (para saber si es sarcasmo o no, tendréis que leerlo). Olvido o no, se le perdona que no entre en ese detalle.

¿Cuenta cosas de la grabación de Star Wars? Sí. No quizá todo lo que los fans querrían saber, pero si un par de cosas que te pueden causar mucha risa como que sí, es cierto que George Lucas le dijo que no debía llevar ropa interior en la película porque en el espacio, al estar sin gravedad, el sujetador puede estrangularte. Y como ella decidió ser MUY creativa en este aspecto (tendréis que leerlo).

Si hay un libro que se pueda leer durante una depresión que te haga sentir algo mejor, quizá sea este, porque te habla de todos los estados de la mente, de cómo descubrió sus problemas mentales y cómo lidió con ellos. Es una biografía disfrutable, cortita y llena de mucha humanidad, humor y compasión.


- El sonido de los Beatles de Geoff Emerick: Memorias de su ingeniero de grabación es un libro sacado en 2006 por el maravilloso Geoff Emerick, que es como una de esas personas que podrían estar en el top 10 de haber sido considerado el 5º Beatle... Ya me vale no habérmelo leído antes, máxime cuando me ha gustado tanto. 

Este libro no es un libro en el que te cuentan por enésima vez la infancia dura de John con el abandono de sus padres y posterior muerte de su madre (que suena como la enésima película de Batman, contando otra vez lo de los padres de Bruce Wayne), ni la muerte de la madre de Paul siendo muy pequeño o la infancia en hospitales del pobre Ringo. En esta, para variar, conocemos a Geoff, un chico que no sabía qué hacer con su vida hasta que empezó a escuchar los discos de vinilo de música clásica de sus padres y abuelos y decidió que quería estar ahí, viendo el proceso de creación. Sin fe ninguna poco a poco, a cada paso se fue acercando a los estudios EMI de Abbey Road, (sí, esos que tú también estas pensando) y empezando como aprietabotones -chico que literalmente aprieta botones de equipos de grabación- empieza a colarse con el grandísimo George Martin - productor musical, nada que ver con el de Juego de Tronos... aunque también igual de talentoso, pero para la música... o más si cabe- en las grabaciones del grupo de moda.

Se ha convertido en uno de mis libros favoritos de los Beatles, porque hay ochopocientos millones de libros en los que se te explica hasta la ropa íntima de Yoko Ono (que ya ves tú, para qué narices querrá un fan de Los Beatles saber eso), pero te explica bastante bien el proceso creativo de los Beatles en plena grabación (que es el meollo mágico del asunto), un hecho que ahora mismo es totalmente diferente. Como los Beatles no querían extraños en las grabaciones, querían llegar un paso más lejos, conseguir unos efectos más espectaculares rebasando las limitaciones de los anticuados equipos de Abbey Road, pero también de manera conceptual y por eso resultaron revolucionarios, porque querían dar un paso más. Como John decía metáforas de lo que quería conseguir (la famosa frase de "quiero sonar como el Dalai Lama predicando desde lo alto de una montaña") y Paul era más práctico y más fácil de descifrar en sus peticiones de sonido. Como George era bastante hermético, pero también quería conseguir su propio sonido, lo que no siempre se le dejó y como Ringo a veces quería más protagonismo y otras se sorprendía cuando lo tenía, al que pocas veces se le hizo poco caso (me llamó la atención que no incluyese la historia de las ampollas en las manos de Ringo en Helter Skelter de tanto tocar, pero Geoff es un tipo ante todo, amable y enemigo de las polémicas).

Además, sin entrar en polémicas, pero no de manera pazguata, es de los pocos libros que se moja y te cuenta realmente porqué Apple Corps. (compañía creada por Los Beatles) se fue al garete (lo cual se veía venir, pero no de manera tan calamitosa) y también, te explica fenomenalmente bien el proceso de grabación del Band on the Run y del Flamming Pie de Paul McCartney (aunque el primero de estos dos sea de The Wings, el proyecto musical grupal inmediatamente posterior a The Beatles de Paul y el segundo se haga de una manera frugal por el dolor que contenía detrás).

Hay poco escrito de estas dos grabaciones, y lo que hay es lo contado por Paul y ahora lo que cuenta Geoff, enemigo de entrar en polémicas, pero amigo de la honestidad (la verdad sin descortesía, que podríamos decir). Políticamente correcto? Un tanto sí, pero lo único que sé es que de esos libros que cuando los terminas te dan ganas de abrazarlos ( tanto al libro como al autor, el problema es que Geoff nos dejó hace unos años ya) y comprar Chocolate Cadbury (que es el que George Martín compartía con el resto de los ingenieros de sonido sin que los Beatles lo supiesen,  dado que eran de comerse toda la comida que pillaban). Por cierto, ahora mismo no hay chocolate Cadbury en ninguna tienda que conozca (hay galletas en el Mercadonna Summer, si os sirve de paliativo)... así que te quedas sin abrazo y sin chocolate.


- Reina Roja de Juan Gómez- Jurado. Se supone que, tras leerme el libro de Geoff, debí leerme una biografía de Abba que no he encontrado. Lo prometí. Sí, para una sorpresita que estoy maquinando. Pero como me recomendaron los podcast de Aquí hay dragones y Todopoderosos, no se para de hablar de este libro (el último de los publicados del autor), y dado que me he tragado una jartá de podcasts, obviamente me lo he leído.

Al final del libro (por si estas leyendo esto Juan, cosa que veo poco probable, pero de soñar también se vive, igual que de la esperanza de que Richard Armitage/ Rodrigo Cortés -si es que está libre-/ Tom Hiddleston me pidan el teléfono y me escriban románticos y platónicos wassaps a horas intempestivas de la noche) Juan nos pide que no hagamos spoilers (y compartamos impresiones, de ahí esta mención). Me parece muy heavy que un autor tenga que pedirle a la gente que no sea bocazas, de verdad, a qué niveles de bocachanclismo hemos llegado. Así que os voy a decir cosas del libro sin destriparlo.

Por la cara de Tom, para mi que no me va a escribir hoy tampoco... sospecho

Es un libro como policiaco, pero no es policiaco, pero sí lo es. Es un... thriller (no ando cómoda del todo con este término, la verdad). La protagonista es lo suficientemente creíble para que la trama funcione pero lo suficientemente fantástica para que no sea plana la historia y su compañero va en una línea menos excepcional, pero más cercana. La relación entre los protagonistas es tremendamente compleja y eso la hace mucho más atractiva y no de una manera obvia o predecible... que podría detallar esto, pero no va a ser así.

Si habéis escuchado Aquí hay dragones (que, de manera natural os llevará a Todopoderosos como digo) veréis que hay frases tremendamente marca Juan Gómez- Jurado, cosas que son muy él y lejos de estorbar al lector, le hacen sentirse acompañado en la lectura. No se echa de más y resultan casi un recurso estilístico muy personalizado. Pero lo que más me parece a destacar es que por fin... POR FIN (GRACIAS TYR, DIOS DE LA JUSTICIA EN LA BATALLA!!) tras mucho tiempo, he encontrado a un autor que narra bien las persecuciones y peleas! Desarrollo mi idea: Un libro es como un disco, tiene un ritmo natural, una cadencia, una naturaleza... La gente que lee a matacaballo, bueno, cada uno es libre de leer como quiera, pero me recuerdan a esos dj que ponen las canciones ligeramente subidas de revoluciones en las discotecas para dar más sensación de ritmo a algo que está ya muy escuchado, pero yo no leo rápido, como buena melómana, me dejo coger de la mano del autor y que me guíe por su ritmo personal.


Recordemos que un temazo de discoteca no es como una partitura de música clásica, que el director interpreta como buenamente puede con los consejos del compositor, normalmente muerto siglos antes. Así que poner las canciones subidas de revoluciones, no dejan de desvirtuar la composición inicial, por comercial que sea: ya que te has puesto, escúchala de verdad.

Hay gente que te detalla tanto las persecuciones que la lectura se te hace lenta y farragosa, lo cual hace que tu mente quiera ir más rápido de lo que el autor te deja. Te va haciendo lastre y eso frena la acción,  lo cual, hace que eso sea un momento muy íncomodo de narrar. Juan no, te detalla lo suficiente para que sigas la acción en su ritmo natural, te enteres de los detalles y puedas seguir la acción como si fuera un traveling narrativo, que es lo que, al fin y al cabo, debería ser. En el libro ves que no es un acierto casual, hay un par de persecuciones y todas muy agradables de leer y muy bien narradas. Aplauso fuerte por ello.

Foto de su perfil en Twitter (desconozco la autoría de la misma).

Es por ello que la misma trama se va construyendo a sí misma segundo a segundo y vamos a tener una secuela, por lo que sé, en octubre. No quiero perdérmela, porque promete.

¿Es un libro que va a hacerte que tires todos tus libros de Agatha Christie o Conan Doyle? No. Pero desde luego es un libro que no te recomendaría si estas tomando el sol, como hice yo, porque te engancha, muy fuerte, y luego, si eres de las blancurrias que parecen protagonistas de Tim Burton (pero no Eva Green, ya me gustaría), se te olvida reponerte la crema cuando toca, viene el tormento y te haces tu propia versión carabanchelera de La reina Roja: La diva colorá.  La historia de una mujer que por mucha protección que se echaba, se le iban los tiempos de reposición leyendo novelas y terminó color filete de lomo.

Eso sí, el libro es recomendable a nivel "si te lo compras, lo vas a releer, así que lo puedes comprar en papel tranquilamente". Yo me lo compré en formato digital (compro en digital lo que creo que no voy a releer, qué le voy a a hacer, tengo que hacer limpieza en mi estantería, y algo he tirado/regalado/donado), porque soy idiota y ahora lo podía tener firmado por Juan en papel. Loba Negra cae en papel... o en digital y papel, por aquello de tenerlo lo antes posible y leerlo, todo depende de mi autocontrol (auqnue tengo un boleto para el Euromillones y mucha ilusión). Sí, habemus hype.

¿Algún hype literario que tengáis?

4 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

Uyyy! Qué ganas de leer la biografía de Carry Fisher! Pinta muy bien 😍
Últimamente la vida no me da para literatura, aunque estoy leyendo muchos libros de las materias que me interesan. Pero este queda en mi lista de deseos 😘

Adaldrida dijo...

OMG me encanta que has vuelto por la puerta grande

Noelia Cano dijo...

Me gusta que tu lectura haya sido variada. Coincidimos en Reina Roja y también suelo leer a Lindsay Davis.
Un besito.

Beatriz MissPotingues dijo...

Me apunto el de Carrie Fisher, promete. Besos!