domingo, 25 de junio de 2023

Look de uñas: Pastel sunrise. Una de indispensables de verano



 Vuelve en verano y las uñas de degradado con el amarillo 114 y el rosa barbie 116 de Easy Paris de los efecto Gel y el 111 de Yesensy.

Llega el verano y como sabéis, rescato este tipo de manicuras, superfáciles y apañadas.

Hablando de Verano, voy a hacer un repaso de 5 cosas que me hacen el verano más apañado en general por si os viene bien.



1.- Acelerador de Bronceado de Ziaja.  Es un producto del que ya he usado varios botes. Con olor a protector solar ochentero es una crema que se aplica justo antes que el protector solar. Lo importante no es que realmente funciona, que lo hace, sino que, además, hace que te quemes menos. Y por eso lo uso, porque yo soy de blanco victoriano y lo de quemarme es un tema de todos los años, llegando incluso uno a la reacción alérgica solar. Con extracto de caléndula, aceite de glicina de soja, extracto de nuez y manteca de cacao (entre otros componentes menos atractivos como una dimeticona y aceite mineral), este producto potencia las protecciones solares que coloques encima. Porque hay que usar protección solar. SIEMPRE. No es negociable.

Además es muy baratito, no supera los 5 euros y es fácilmente encontrable en muchas tiendas con Ziaja. Esto me lo echo en casa y encima llevo botecitos pequeños de crema, para ir reaplicando siempre que pueda durante el día. Estoy un tanto pegajosa en verano? Sí, suelo estarlo pero es que sino, cuando llego al metro estoy rojo furioso.


2.- Las canciones de verano. Tengo mi propia lista de Spotify y no te digo yo que no la amplie porque siempre me acuerdo de alguna que debería estar ahí y no está. Porque para mí no es verano hasta que no escucho The Time of the Season de los Zombies, que es un temazo, las cosas como son. Es una canción que me huele a cesped y piscina, a cloro y crema solar, a tirarse en la hierba sin haberse secado... Esas cosas. Es increíble como ciertas canciones pueden activarnos recuerdos agradables y sencillos que nos hacen felices. 

Obviamente mi listado no incluye éxitos de chiringuito machacones y de dudosa salubridad como ciertas ensaladillas. También aprovecho para que mis vecinos sepan qué CDs me he comprado o me han regalado durante el verano, porque aprovecho en la reorganización veraniega a ponerlos en tono alto. Este año les toca algo de gothico, bastante de Paul McCartney y un poco de metal noruego.


3.- Mi ebook. Tengo un problema amiguis. Mi ebook está sufriendo lo mismo que le pasaba a los envases de Kiko de hace un tiempo: Os acordábais de esas polveras negras que empezaban a volverse pegajosas y a pelarse de un plástico que luego fueron -sabiamente- cambiadas por envases de plástico o metal mucho más limpios? Pues mi ebook funciona maravillosamente bien y le está pasando esto. Lo estoy frotando con soluciones ricas en alcohol a ver si levanto esa mierda de película, pero no sé que hacer porque tirar algo que funciona, me da pena. No hay muchos ebooks que además reproduzcan música y tengan la pedazo de capacidad, la cacho autonomía y sobre todo, la habilidad de leer tanta diversidad de documentos como el que tengo. Y eso me cabrea. Es que mi ebook fue toda una ganga, me costó menos de 70 pavos y era mejor que uno de los que vende el señor Bezos -de hecho ahora ya no lo venden pero si lo hicieran, me saldría más caro-. Unos 12 años llevo con este señor que se ha venido conmigo a todas partes en su impenetrable funda de neopreno malva -la cual tengo que lavar porque le han caído dos manchas de salsa encima, pero ya digo que es impenetrable-

Pero vamos, que se viene conmigo a la piscina y me da por leer un poco. Aunque a lo mejor este verano empiezo a tirar de libros que tengo pendientes en papel, que son unos poquitos bastantes -Obviamente el pedazo de tomo de Let It Be que me regalo Diana, la cual mañana cumple años, no va a bajar conmigo a ninguna parte, porque ese tomazo va a guardar cama junto con mis otros tesoros Beatle: El libro de primera edición del Anthology y el pedazo de Pack que me salvó la pandemia de Livin' in the material world de George Harrison regalo de Paco Fox, el cual me hizo replantearme si los señores canosos de más de 30 años se pueden adoptar-. Son más pesados, pero oye, que les tengo ganas. Eso sí, por favor, el consejo si lo tenéis para la pegajosidad del ebook, lo agradezco en el alma. 

Qué mejor momento para relajarse que en ese momento en que estas aprovechando coger algo de vitamina D y estas tranquilita de la vida. 


4.- El abanico. Todo el mundo tiene una señora dentro y la mía, ya no se oculta, pero es que salía a relucir empuñado un abanico desde hace años. He comprado varios, los tengo muy normales, alguno que parece de la gira de 1990 de Martirio, uno regalo de mi abuelo, que me lo rompieron y me dió una pena que no he podido tirarlo, porque no tengo muchas cosas suyas, uno venido de Japón al que también guardo muchísimo cariño, otros promocionales regalo de farmacia, algún pai pai plegable y ahora se ha unido una hoja gigante de palma trenzada como una hoja de palmera, regalo de la boda de mi prima... Soy señora de abanico. Antes mi abuelo me regalaba alguno por mi santo, que es en agosto, pero sigo pensando que un buen abanico es una gran regalo. Al menos para mí, si me ves con un abanico y me preguntas, seguramente tenga alguna anécdota con ese abanico.

Dos cosas hace el abanico, parece una chorrada hasta que llega el calor tremendo y te pilla en un sitio petado y en ese momento todo el mundo se hace tu amigo (la de gente en el metro que ha invadido mi asiento para tener airecito, señor, compórtese! Deje el gatcheto cuello para otras cosas) y 2, tengo la teoría no contrastada de que te hace trabajar los triceps. Que seguro que no, pero en mi mente funciona así. Que puedo estar media hora abanicando y la gente diciendo "se te va a cansar el brazo" y no. 

¿Odio los abanicos de encaje? Totalmente, no los aguanto. Me encantan los pintados a mano? Lo que más, aunque sean más de folklorica. He descubierto este año que hay fundas para los abanicos y me parecen hiperprácticos para el bolso. Si fuera una faraona egipcia mi ajuar tendría un abanico? No, 20.


5.- La goma de pelo- el pincho. La alternativa a afeitarme la cabeza como si fuese la teniente O'Neil. Ponerme el pelo en una coleta o hacerme un moño en un pincho, o bien palillos de comer orientales bonitos... O bolígrafos bonitos... O bolis Bic si me ha pillado. No sería la primera vez que alguien me dice "eres consciente de que llevas un boli verde en el pelo?". Soy consciente de que lo llevo recogido, pero el resto lo olvidé.

 No entiendo esa facilidad de algunas personas de cogerse el pelo y que le quede messy bien y yo lo intente y parezca que he pasado desde antes de la pandemia sin pasarme un peine por el pelo. En serio ¿dónde se adquiere ese superpoder?

La de veces que me he pensado cortarme muchísimo el pelo otra vez en verano han sido innumerables, pero luego recuerdo que tengo 4 remolinos en la cabeza y que es imposible peinar el pelo corto así y se me pasa...

Bueno, pues contadme vuestros indispensables de verano, ahora que aprieta el calor.

4 comentarios:

Nymeria Solo dijo...

Mi primer imprescindible sería un cerebro nuevo, que la semana pasada se me olvidó por completo mirar si habías publicado 😅. En verano yo también soy muy de abanicos, tengo una buena colección, y de pinzas para el pelo (no aguanto las coletas cogidas con goma porque me dan dolor de cabeza, en cambio el pelo recogido en pinza no). Me voy a añadir esa lista ahora mismo al Spotify, que seguro que está muy bien 😉. Que tengas buena semana y no mueras de calor 😅.

Beatriz MissPotingues dijo...

Abanico siempre, por favor!!
Me gustan desde cría y en verano es raro si no llevo uno en el bolso. Además, me los compro cantosos para que no me los roben con tanta gana (el horterismo a veces es una baza)
Besos, guapa!

Noelia Cano dijo...

Abanicos y gomitas en la muñeca, ever. LO del libro me pasó con un secador y ERA INSOPORTABLE, de verdad, qué grima. A ver si ese material lo dejan ya de usar.
Besos.

Adaldrida dijo...

abanico y coleta alta son imprescindibles si vives en Sevilla, como yo de vez en cuando...