La verdad es que escribo un poco cuando puedo, pero tenía en mente haceros este post, la tía Maruja es testigo.
The thing is que la Tia Maruja tiene algo más que su condición familiar en común con la tita Hellen y es que trabajamos con gente de la India (qué hermosa eres) y que ambas intentamos mejorar el inglés. Claro, yo le dí el megaconsejo que me dieron a mí, si quieres mejorar el nivel de inglés y tener un inglés más elaborado y formal hay una revista que educa y divierte: Hello.
La Hello tiene el punto de que es una revista ligera, no es ningún compendio sobre la política externa de Kuwait y la relevancia religiosa en su política ecónomico petrolífera, pero a la vez, tiene un lenguaje formal que sí se usa, porque a mi en inglés me enseñan cosas que ni los propios británicos utilizan de manera común. Y eso ayuda.
La Hello tiene varias versiones en inglés, la de UK, que es la que más os recomiendo, la de Canadá que tengo que valorar aún y la de la India… que es supercuriosa. Si has estudiado sociología lo es más todavía.
Obviamente un país con una distancia tan grande, una base idiomática tan diferente y una cultura tan distinta es lógico que choque con la idiosincrasia española, esto es así. Sin embargo, India, como país en vías de desarrollo (porque empieza a ser una fuerte potencia en materia informática) tiene rasgos comunes en nuestros momentos de desarrollo socioeconómico, yo encuentro puntos comunes entre la España de los 50-60 y lo que veo en la Hello India (que no tiene porqué ser un reflejo real de la sociedad india, igual que la Hola no lo es de la española, da un punto de vista frívolo).
Pero tiene su punto frívolo simpático que mola mucho. Algo que me llamó mucho la atención de la Hello de UK es que los británicos tienen más nobles que nosotros, y todos ellos de clase alta, primero porque en España casi todos los títulos los tiene la duquesa del Alba y claro, es un poco difícil optar por uno cuando esta señora, que nos enterrará a todos, los acapara. Y segundo porque en este país, hasta la nobleza es muy cercana y eso hace perder interés en sus bodorrios. Pero es que la nobleza de la India tiene más todavía y todos Maharajá y Maharanís (reyes y reinas) y sus consecuentes hijas e hijos príncipes. Vamos, que saberse la familia real en la India tiene que ser una asignatura de la universidad persé.
Otra cosa que notas es que como pasaba en los 50-60, había poca clase media, había mucha clase baja, clase baja media, y un poco de clase alta. Obviamente la riqueza de un país la constituye la clase media, a más clase media, más rico es un país. La pagoda de población no miente.
Ves a una clase alta concienciada con el desarrollo pero claro, no pueden evitar ser millonarios, así que resalta mucho el discurso de conciencia social cuando llevan más joyas que el cuello de MA Barracus. No es hipócrita, uno no debe juzgar lo que no conoce por el hecho de ser diferente como peor, sólo como distinto, yo entiendo que un rico no puede salvar a un país entero, ni tiene la obligación moral de hacerlo, pero no deja de ser curioso.
Otra cosa que me llama poderosamente la atención de esta revista es la cantidad de anuncios de alta joyería que se dan. Siempre se ha sabido que la India era una gran productora de plata (o eso tenía yo entendido), pero la cantidad de joyacas que salen son dignas de un catálogo de Suarez. A parte de que todo el mundo sale hipervestido con sus mejores galas y con pendientes y collares que podrían dilatar más tu anatomía que la de una mujer jirafa, todo aunque barroco y sobrecargado, suele tener buen gusto en el recargamiento.
La ciencia de la decoración recargada siempre me ha fascinado, porque debe haber una ciencia detrás de cuando son demasiados jarrones en el mismo expositor sin que te parezca una tienda de antigüedades.
Tras tu tanda de personajes de la nobleza siempre sacan actores, que parece por lo que se lee, que son como una especie de segunda nobleza para ellos. Aquí es donde ves que son como una España de los 60, porque sueltan cosas típicas de aquellos años de la mujer en casa y el hombre trabajando. Cuando la mujer de Shah Rukh suelta tan pichi “mi marido me deja hacer casi todo lo que quiero” tu feminista recalcitrante interna suelta un “queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!”. Pero claro, es que hay que entender que las culturas no son las mismas, así que a lo mejor ellos tienen una vida muy occidental, pero realmente tienen que decirlo así porque es su cultura y lo aceptado socialmente. Un poco en plan “mira qué modernos, que el marido le deja hacer lo que quiere y llevar la casa como le da la gana”. A grados distintos de liberación, grados distintos de libertad.
Y después suelen hacer gala de un espacio de “personas que se han vuelto notables gracias a su trabajo y tesón”, porque aunque India ha sido un país de inamovibles castas, en la actualidad, no se resigna y empieza a soñar con los guiones de sus películas de que “cualquier hombre puede cambiar su destino”. Así mismo, no me creo que por arte de lo políticamente correcto, rechacen la violencia contra la mujer como mero lavado de cara, dado que en el repaso de la política del año, hacen hincapié en este hecho… si es un repaso seguro que hay cosas importantes a las que echar mano, si hablas de esto, es porque el rechazo es real.
Especial moda vintage de las películas antiguas de Bollywood, peazo de fotos y de maquillajes, señora (las joyas ya ni las mento, porque son piedras preciosas de verdad)
Las fotografías y los estilismos son de lo más cuidado que he visto en esta revista, obviamente los reportajes de la Hola siempre lo son, pero la edición india a mi gusto, son los más cuidados e imaginativos, las mujeres parecen de cera, irreales y perfectas, los hombres están soberbios con sus ropas y su actitud orgullosa y positiva.
Os recomiendo que si os va a afectar pensar que las cosas en la India no van muy bien, no la leáis, yo la leo con el convencimiento de que todo India no es eso y que el gigante indio se levantará apoyado en su tesón y en su generosidad y justicia y creará una nación bonita y desarrollada para todos. Pero es que yo soy defensora de los finales felices, incluso cuando son raros.
4 comentarios:
Las veo un poco "Preysler".Besotes!
Ahora tengo muchísima curiosidad por leer, o mejor dicho hojear, la Hello de India.
En India hay mucha capacidad de trabajo y muchas ganas de salir adelante, así que yo también creo en un final feliz para India, aunque tarde y quizá no lo lleguemos a ver (o sí, quién sabe)
Besos!
Yo no la voy a leer porque a mí me afectan mucho esas cosas pero, madre mía, no había visto alcanzar esas cotas de gaycidad desde mis investigaciones sobre los cantantes de cantopop. Voy a ver si hay Hello! edición Hong Kong.
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