Vuelvo con el 005 de Wynie de 1 minuto de secado rápido con el blanco de Easy Paris y la placa de Konad m66. El lotus blanco viene del agua más pura, y del fango más pútrido. Si de algo terrible puede salir algo bello, quizá tengamos que aprender de eso y sacar lo mejor de nosotros en los tiempos oscuros.
Hace tiempo os hablé del Hygge/ Koselig/ Mysa y creo que en la explicación todos entendimos que un vocablo que, de manera no intencionada está muy relacionado con el invierno y su confortabilidad, al menos con el entretiempo fresquito.
Pero llega el verano y claro, cualquiera se pone una manta calentita y cálida en plena piel de toro con la que está cayendo. Que esto es España, que aprieta a caló, el caloret faller que decían, que cualquiera se mete una taza de té calentita a 40ºC, que te da un sarampión de pensarlo.
Por eso, y porque no todo el mundo tiene la oportunidad por trabajo, presupuesto, problemas sobrevenidos vitales... De generarse un verano de vacaciones, se me ha ocurrido hacer un post de Hygge summer Edition, que lo mismo os da ideas de cómo poder disfrutar del confort de esta práctica allá donde os encontréis.
1.- Rescatar la idea de picnics. Entiendo que hay lugares complejos donde hacer esto (un saludo al marido de mi prima, oriundo de Montoro, más conocido como el pueblo más caluroso de España y otro para el ayuntamiento de Madrid que tanto está luchando por cargarse los bancos, los parques y todo lo verde que nos quede en la capital, pero luego tiene las narices de plantar anuncios en el metro para que midamos nuestra huella de carbono). Las ideas de los picnics son ideas estupendas para rescatar las zonas verdes, estar en contacto con la naturaleza, compartir tiempo con amigos y familia, comer sano, preparar comidas deliciosas y colaborar cada uno en la medida que pueda. La idea de llevar cosas como limonadas caseras, algo que soporte bien el calor como el gazpachito frío en una nevera portatil (no recomiendo cosas hechas con huevo, por si acaso) y retomar lo vintage de las tarteras (porque lo de tu abuela NO ERA UN TUPPER, era una tartera) y la comida casera, hace que exista esa posibilidad de compartir comida reconfortante y fresquita en los días más agradables y pasar tiempo al aire libre.
2.- Apostar por las plantas de interior. ¿Sabíais que hay plantas que ayudan a refrescar el ambiente? El ficus, la famosa Sansevieria (que se ve muchísimo en Madrid porque además purifica el aire y es facilísima de cuidar), el aloe vera, la cinta, la palma de bambú, el laurel, los helechos o, si tenéis espacio como Noelia o Rocío, plantad limoneros, que además de enfríar el ambiente, os dan limones para hacer limonadas, poner en el té helado, añadir al agua... Son plantas realmente fáciles de encontrar en todas partes, además te dan la excusa de ir a viveros, que son sitios muy agradables que visitar. Y pasar tiempo con las plantas siempre es agradable.
3.- Decoración de verano: En invierno y en otoño, se apostaba las velas, pero en verano las únicas que se suelen encender por el caloraco que desprenden suelen ser las de citronela porque , en serio, qué asco de mosquitos!! Sin embargo hay muchos sitios donde puedes encontrar vasos decorativos con motivos estivales para que tus bebidas, con o sin alcohol, se vean más cuquis, pequeñas luces que se recargan con luz solar pueden hacer de tu terraza un sitio muy mono aunque no sea navidad, divertidos molinos de viento de papeles brillantes como los que nos gustaban llevar en la infancia para colocar en la terraza (y que no nos visiten las palomas), bolas de discoteca y superficies de espejo que, estratégicamente colocadas pueden reflectar la luz y generar habitaciones más luminosas... Y desde luego, cubiteras con formas raras, porque las bebidas con hielo van a ser un must.
Por cierto, conseguir una buena toalla de rizo de algodón suavito y confortable tiene que ser el equivalente a la mantita de los días fríos.
4.- Aprovechar la fresca para hacer hobbies. ¿Porque no te vas a ir a buscar una sombra para pintar? ¿O te vas a ir a un parquecito con brisa a leer? ¿O porque no vas a dar un paseo por la vereda de un río o en la orillita del mar descalzo? ¿O a montar en bici por la sierra? ¿Porque no ir al anochecer a Madrid Río, donde se está bien fresquete o a los jardines del palacio real con un juego de mesa y unos amigos a echar una partida? ESTE es el momento, se puede ir con niños, con adultos... Pero si hace sol, siempre con protección solar adecuada y evitando las horas de calor.
5.- Hacer helado casero. Hay heladeras MUY económicas, pero también muchas recetas para hacer helados, desde los polos de zumitos varios hasta cremosos helados de yogur con frutos secos, trozos de fruta o chocolate. Tan fácil como comprar unos moldes de polo en el bazar de la esquina y llenarlos de plátano batido, con un poco de leche y canela, unos trocitos de nueces machacados y pepitas de chocolate o bien con unas fresas batidas, o melocotones batidos y un poco de leche o bebidas vegetales (soy fan de la avena porque queda más cremosa la mezcla). Le pones un palo, o en tuppers y al congelador. Bajo en azúcares, rico en sales minerales y magnesio y delicioso. No hace falta ser neurocirujano para conseguir tus propias recetas y disfrutarlo con tu serie veraniega o película de turno.
6.- Crear tu playlist veraniega. Yo tengo la mía que voy complementando cuando aparece una canción que me dice "huelo más a verano que un bote de crema solar de color azul oscuro... YOU KNOW". Todo el mundo merece su play list, incluso podéis hacer una por año, o con una mayor clasificación: "Piscina tour 2024", "Fiestas del pueblo verano del 24"... Cosas así. Pero tener una banda sonora siempre viene bien.
7.- Buscar cosmética gustosita. Ahora están sacando muchas cremas con mentol para dar sensación de frío, cremas muy hidratantes de textura en gel que, se pueden meter un ratito en la nevera y generan mucha sensación de frescor y ligereza, olores golosos y divertidos para el verano, como hablaba el otro día, productos que prolonguen la sensación de "ducha recientita". Cada persona tiene que este verano todo un mundo de olores más o menos cítricos, florales, frutales, acuáticos e incluso de frutos secos (porque los olores con toques de pistacho este año están teniendo muchos fans) donde autoexplorar su confort y comodidad. Y tomarse un ratito para valorar ese mundo sensorial de cara al verano y aumentar nuestro bienestar.
8.- Disfrutar de los amaneceres y atardeceres (total, te puedes echar siesta). Es posible que muchos nos levantemos a una hora en la que poner las calles sea un acto de valentía, pero no es lo mismo ver amanecer cuando tienes que ir al trabajo que cuando tienes la posibilidad de sentarte, aunque sea en una ventana con tu café/ tecito/ bebida chocolateada/ leche vegetal/ zumo /lo que sea que te tomes y darte un momento para vivir el aquí y ahora, ese momento de desconexión y de disfrute de la belleza, del momento efímero pero hermoso. Aunque sea por la ventana, es un momento también de contacto con la naturaleza y la belleza de la luz.
9.- Hacer un entorno más amable para los animalitos e insectos. Hay muchas cosas que podemos hacer por las abejas y los gorriones u otras especies amenazadas en nuestro entorno, Pinterest tiene muchas soluciones (por favor, no pongáis pan a las aves, que les sienta fatal) desde poner un bol con agua fresca y canicas/ piedras donde las abejas se puedan apoyar a beber, plantar alguna planta que les guste especialmente para su polinización o evitar insecticidas hasta poner semillas para los pájaros. Los bebederos y comederos, por favor siempre a la sombra.
Por favor, os recomiendo también no llevaros conchas o piedras del medio natural, o hacer la chuminada de apilarlas en rollo zen, porque pueden moverse y caer sobre pequeños animales y dañarles. Llevarnos conchas o piedras es modificar sus recursos, así que pensad si os gustaría que alguien agarrase la puerta de vuestra casa y se la llevase porque puede. Pues eso.
Por si alguien quiere hacer más, ahora está muy de moda el plogging (salir a correr o a caminar, mientras recoges basura del medio), siempre llevad guantes eso sí y una bolsa de basurita. En sí, recoger basura no es muy hygge, pero el bienestar de dejar el medio mejor y haber conectado con la naturaleza, sí lo es.
10.- La ideosincrasia de los sitios. En verano se pueden ir a las fiestas de distintas localidades, conciertos, mercados de productores o mercadillos de distintas zonas... Conectar a través de las festividades con la cultura, la gastronomía, la historia o descubrir las distintas zonas y sus yacimientos históricos es otra manera de conectar aprovechando el buen tiempo. Si sois de las personas que vais a tope con EL IMPERIO ROMANO, os invito a que descubráis los yacimientos que se encuentran en casi todas las comunidades autónomas y les echéis un vistazo, porque son un tesoro cultural que no conocemos mucho, pero que merece la pena.
¿Os apetece hacer Hygge veraniego? Seguro que alguna cosa hacíais ya sin saber que era hygge, comentadme vuestras experiencias, por favor!!